𝗙𝗢𝗨𝗥𝗧𝗘𝗘𝗡

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- Ugh - soltó un quejido Mingi abriendo sus ojos al despertar, teniendo una dificultad para respirar, frunció el ceño y notó que lo que estaba provocándole aquello era tener a Yunho durmiendo encima suyo, la nariz del rubio estaba escondida en su cuello y lo abrazaba tiernamente. Mingi sonrió enternecido y aquella sensación cálida regreso a él, acarició suavemente la espalda de Yunho hasta que esté comenzó a removerse poco a poco despertando por la suaves toques en su espalda.

- Buenos días - dijó Yunho con su voz roca mañanera, mientras se enderezaba y acomodaba a un lado de él.

- Buenos días - dijó mientras se estiraba y se sentaba en la cama. - al parecer dormiste bien.

-¿Uh? Si... - Yunho se sonrojó haciéndolo lucir más tierno.

- Bien, hay que ducharnos que tenemos una cita programada para hoy.

Al terminar de ducharse Yunho, Mingi ingresó y ambos cuando ya estaban listos bajaron a desayunar encontrándose solo con Suzy quien no paraba de felicitarlos por su "Relación"
Mingi le había pedido una cita ya que al día siguiente tendrían que volver a sus hogares. Mingi y el planearon que harían este último día en Seúl.

- ¿Y si vamos a un parque de diversiones? - preguntó Yunho- o mejor a ¡las maquinitas!- dijó entusiasmado

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- ¿Y si vamos a un parque de diversiones? - preguntó Yunho- o mejor a ¡las maquinitas!- dijó entusiasmado.

- ¿Eres un niño?- preguntó dándole un sorbo a su café.

- Eres un amargado- se cruzó de brazos- es divertido, Yeosang y yo amamos ir a los parques de diversiones- comentó- hazlo para que pueda perdonarte y las cosas queden de maravilla entre nosotros.

- ¿Pero no estábamos bien ya?- preguntó y al ver el tierno puchero y ceño fruncido de Yunho.- bien, ¿Que quieres que haga para que me perdones?

- Tienes que decirme si a todo.- Yunho sonrió travieso.

-Acepto, pero con una condición.

-¿Que condición? - preguntó.

- Luego yo elegiré un día y deberás decirme si a todo.

- Eso suena justo, esta bien- ríe.

- Perfecto, ¿A dónde quieres ir?

- ¡De compras!- dijo- vamos de compras querido jefecito.- dijo listo para su cita con el mayor.

- No debiste molestarte en comprarle tantos juguetes a mi hijo- levantó las bolsas que llevaba en sus manos, en un principio Yunho solo fue por un par de juguetes para su pequeño, pero Mingi al final terminó por comprarle carritos, legos, figuras ...

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- No debiste molestarte en comprarle tantos juguetes a mi hijo- levantó las bolsas que llevaba en sus manos, en un principio Yunho solo fue por un par de juguetes para su pequeño, pero Mingi al final terminó por comprarle carritos, legos, figuras de acción e incluso ropa, al final terminó aceptando todo y agradeció con una sonrisa apenada.

- Está bien, yo quise hacerlo.- le da una ligera sonrisa y lo ayuda a guardar las bolsas en su auto, luego de eso Mingi propuso cenar juntos.

Luego de unos cuantos minutos, encontraron una feria, donde había muchos puestos de comida al parecer de muchos países. Yunho adoraba aquello, pero Mingi miraba como cocinaban al aire libre con una expresión de desagrado.

- Bien, comeremos aquí.- Yunho miró la cara de disgusto de Mingi y con más razón comerían ahí, no morirá por comer algo que no proviene de un restaurante de cinco estrellas.

- Ah, se me fue el apetito.

- Mingi si a todo, si a todo. - Yunho pidió tacos al final.

- Moriré intoxicado- Mingi pagó la comida y Yunho sonrió entregándole su taco, se veía delicioso a los ojos de Yunho.

- No gracias.

- Te atreves a rechazar un delicioso taco- fingió llorar falsamente.

Mingi solo río por la escena que hacía Yunho

- Come, come, no te hagas el fino aquí - Yunho devoró sus tacos, mientras Mingi tardó más en comerlo - ¿Y bien? ¿Te gustó?

- Es pasable...- dijó mientras miraba a Yunho de reojo y este le estaba viendo con una sonrisa tierna, tanto que le causo un sonrojó al mayor.

- Eso me alegra- empezó a caminar, ya había anochecido, Seúl era un lugar muy iluminado, el lugar estaba lleno de atracciones, ya daban las nueve de la noche.

- Mira allá están los estúpidos juegos que querías- dice y Yunho sonríe- vamos - Mingi le toma de la mano y Yunho estaría mintiendo si decía que no le gustó aquel gesto del mayor.

Ambos tomados de la mano empezaron a recorrer la feria mirando algunos puestos y juegos, la vista de Yunho cayó en un puesto de insertar aros en las botellas, pero eso no fue lo que en si le llamó la atención, si no aquel bonito peluche de Pororo, quería ese peluche, quería ganarse ese peluche para su pequeño, Yunho sabía cuánto adoraba Yeosang a ese personaje animado.

Mingi se dió cuenta de ello y jaló a Yunho hasta ese puesto, una amable señora les dió las indicaciones y le entregó a Mingi los aros que debía insertar en las botellas.

- Necesito ese peluche de Pororo- señala aquel tierno y esponjoso peluche de pingüino.

- Eres un mañoso- Mingi no se iría de allí sin conseguir el maldito peluche para Yunho. Lanzó el primer aro y entró en la botella, el menor empezó a dar saltitos de alegría.

- ¡Vamos Min! ¡Ese peluche tiene que ser nuestro! - lo alentó y el mayor sonrió victorioso al ver cómo insertó todos los aros en las botellas, la señora le felicitó y le entregó el peluche.

- Soy un ganador.- miró a Yunho con una sonrisa victoriosa y le entregó el peluche, un pequeño brillo en sus ojos destacaban y con eso Mingi se dió por satisfecho.

Yunho le agradeció al mayor y luego de aquello caminaron a la salida, ya era tarde. Mingi tuvo la iniciativa de tomar la mano libre de Yunho, ya que con la otra cargaba el peluche que había ganado para el.

El camino de regreso fue tranquilo, una vez bajaron del auto Mingi continúo contándole una anécdota de hace unos años, pero Yunho simplemente se encontraba mirándolo completamente hipnotizado por la alegría que el mayor transmitía.

Se sentía afortunado de poder conocer a ese lado de Mingi, el que probablemente, la mayoría de las personas con las cuales ha salido no conocían.

Yunho no quería ser uno más de su lista, quería ser especial y no veía nada malo en eso, pero a su vez tenía miedo de que todo sea una ilusión.

Por el lado de Mingi, el ambiente que le daba Yunho lo hacia sentir como en casa, aunque él no tenía claro lo que significaba tener un hogar ya que de pequeño el único amor que recibió fue el de su hermana y el de su madre, nada más.

Yunho algo tímido le agradeció por la cita, y se dirigió a su habitación. Una vez entro a ella se dirigió al gran ventanal, tratando de ahuyentar los malos y negativos pensamientos que rondaban en su cabeza.

- Yunho no te ilusiones, no te ilusiones, no te ilu... - no pudo seguir susurrando cuando sintió unas manos firmes tomar su cintura rodeándolo y pegándolo a él.

- No voy a negarte que esperaba que me pidieras una típica cita romántica y que yo te besara apasionadamente en cuanto terminará - susurraba en su oído - pero realmente está fue la mejor cita de mi vida, sin beso, pero me diste recuerdos felices que no podré olvidar nunca, gracias por eso dulzura y perdón por ser un jodido idiota contigo... seré un buen hombre para ti, lo prometo...

𝐁𝐨𝐬𝐬 (𝐘𝐮𝐧𝐠𝐢) || CORRIGIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora