8. Raimunda

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PAULO: La semana pasada fuimos al garito, me agarró la mano, me presentó a sus amigxs. En otra oportunidad le hubiera dicho "dame un toque, voy a baño" y salía corriendo, le bloqueaba las llamadas y hasta el Instagram, pero me quedé. Los 33 son una enfermedad.

SARAH: Yo me acuerdo. La primera vez que te traiciona el impulso bajo el panorama de que es ahora o nunca porque al tren están subiendo los pasajeros que acaban de comprar los últimos boletos del día.

PAULO: ¡Eso! He estado soltero por años, tirando rico, despertando con blackouts, conociendo gente... pero ahora quiero que alguien se preocupe.

SARAH: Está bien, si lo has decidido, busca algo así para ti.

PAULO: Por eso me quedé, te dije.

SARAH: Es verdad.

PAULO: ¿En qué piensas?

SARAH: Nada.

PAULO: Ay, vamos, acabo de abrirme contigo.

SARAH: Estamos saliendo oficialmente. Emma y yo.

PAULO: ¿Qué? ¿Desde hace cuánto? ¿La cena que te preparamos? Te lo dije, soy cupido, será la canela china, te juro que nunca falla.

SARAH: Ayer tuvimos, por así decirlo, nuestra primera cita... pero el Jueves pasado, ya nos habíamos besado y hemos estado en eso, el Sábado la vi en el club de mi madre y me invitó esa noche al Domingo en su casa, tenía una comida familiar, vino su hijo y su novia. La cena de ayer en Raimunda fue tan dulce, quisiera proponerle hacer maletas y mudarnos a cualquier lugar juntas.

PAULO: Santo cielo.

SARAH: ¿Qué?

PAULO: ¿Me escuché así?

SARAH: Más o menos.

PAULO: Estoy envejeciendo.

SARAH: Imbécil.

PAULO: ¡Al fin alguien te sacó de la monotonía! Con tu temperamento creí que morirías sola y aburrida.

SARAH: Sin comentarios.

PAULO: Es mentira, Sarah, pero estuviste peleada con el amor tanto tiempo y de pronto te chocas con esta mujer y parece que se te caen los alfileres ¡Te interesaste desde el primer día! Luego en vienes y vas, te emociona, te preocupa, te esfuerzas, ha sido mi inspiración verte.

SARAH: Es que vale la pena.

PAULO: ¡Claro!

Me fijé tu último mensaje de hace 2 horas cuando subí al auto de camino a casa. "Ya me voy a acostar, cariño", no te respondí.

SARAH: "Que descanses"

Cuando me detuve en uno de los semáforos, volví a fijarme.

EMMA: "No puedo dormir"

SARAH: "¿Por qué?"

EMMA: "Gaia invitó a unos amigos, están cantando abajo."

SARAH: "Quieres venir a mi casa?"

EMMA: "No puedo dejarlos solos"

SARAH: "Quisiera poder hacer algo"

EMMA: "Puedo llamarte?

Volví a avanzar. En 10 minutos llegué a casa, metí el carro al estacionamiento y volví a fijarme tus mensajes.

SARAH: "Acabo de llegar, llámame"

Presioné en el ascensor el 6 y entré a mi casa. No había ningún mensaje tuyo todavía, pensé que te habrías dormido, entonces proseguí con lo mío, pero antes activé el volumen al celular. En menos de 10 minutos empezó a sonar.

EMMA: Hola.

SARAH: Hola, ¿Cómo están los niños?

EMMA: Espero que no se queden hasta muy tarde. ¿Te acabas de duchar?

SARAH: Sí, me tengo que secar el cabello.

EMMA: Oh, pues te dejo hacer tus cosas tranquila.

SARAH: Todavía en un rato.

EMMA: No te vayas a enfermar.


Sábado. Llegué temprano nuevamente a recoger a mi madre, me compré un café porque el clima empezaba a cambiar y corrían vientos fríos. Las miré despedirse, me acerqué.


CATHARINE: Amor.

SARAH: Mamá. 

La abracé contigo mirando. Sonreíste calladita en tu distancia y luego te acercaste. 

EMMA: Querida Sarah.

SARAH: ¿Cómo estás?

EMMA: Muy bien, hoy Gaia no vino porque sus amigas están en casa, quería que te invitara... hay pizza, habrá karaoke, algo te contó, me dijo.

SARAH: Sí, bueno, ahora tengo que llevar a mi mamá a casa.

CATHARINE: Sí, pero luego puedes ir, no me pongas de excusa, por favor.

SARAH: Está bien, voy luego. ¿Has traído tu auto o vamos juntas?

EMMA: No te preocupes, yo cojo un taxi.

CATHARINE: No hay forma, Emma, no vivo tan lejos tampoco, es de ida y vuelta.

SARAH: No nos tardamos nada.

EMMA: Ok... por gusto discutiría con ustedes. 


Acompañé a mamá a entrar a casa y regresé de inmediato al auto. 

EMMA: Dame un beso. 

Dijiste apenas cerré la puerta. Tomé tu rostro con dedicación y te besé como si en ese beso te entregara todo mi aire. 

EMMA: Gaia está emocionada. 

SARAH: Yo también. 


NO ES CASUALIDAD (Emma Thompson, Sarah Paulson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora