Había visto a Guillermo subir por las escaleras que formaban aquellos tozos de madera que estaban enganchandos al tronco del árbol en el que siempre jugamos, quise ir con él ni bien lo vi, pero mamá no me dejo porque no podía salir hasta que terminara el desayuno y me cepillara los dientes.
-Listo, mamá-Grité cuando terminé de lavar mi taza y cuchara con la que tomé chocolatada, salí corriendo de la cocina en dirección al baño para cepillarme los dientes, lo hice lo más rápido que podía, estaba cargado de energía y verle a Guillermo en el patio que compartimos, no me calmaba en nada.
Me sequé la cara cuando terminar de enjuagar mi boca y salí corriendo hacía la sala-¡Mamá, voy a jugar con Guille!-Al escuchar su grito de aprobación de algún lado de la casa, abrí aquella puerta de vidrio que me separaba del patio, la cerré cuando estuve afuera y salí corriendo hasta llegar al gran arbol que estaba entre el medio de nuestras casas y que jugabamos en ella desde que tenemos cuatro años. Ahora ambos tenemos nueve años.
Puse mi pie en la primera barrita de madera que servía como escalón y apoyé mis manos en otras maderitas que estaban sobre mi cabeza para poder subir. A medida que estaba más cerca de terminar de subir, escuchaba un sollozo, por lo que me apresuré en subir y me fuí a la rama más larga y resistente que es en la que él estaba sentado dándome la espalda y cubría el rostro con sus manos mientras lloraba.
-Guille-Susurré terminandome de acomodar en aquella rama que era nuestras favorita porque era la más cómoda y la más alejada del suelo-Guille ¿Te puedes dar la vuelta?-Él negó sin dejar de llorar y suspiré estirando mi mano para colocarla sobre su cintura.
-Chiqui, si te pasa algo dime, no es justo que nos riamos juntos y llores solo-Él pareció pensarlo porque entre hipidos comenzó a secar un poco sus lágrimas. Yo miraba su lindo cabello negro con la esperanza de que se diera la vuelta y dejara de llorar.
-Si es porque te gane tus canicas ayer, te las puedo devolver para que no tengas que comprar nuevas-Dije en voz baja un poco apenado pensando en que estaba llorando por mi culpa-Las tortugas son lindas, nunca quise decir que son feas y que son el peor animal que te pueden gustar-Él se rió con tristeza ahora secando sus lagrimas con su camiseta, ya que su mano no le parecía suficiente.
Mire como puso su mano sobre la mía que seguía sobre su cintura y la retiró de allí para darse la vuelta y se sentó arrastrándose un poco para estar más cerca de mi.
-No es por eso-Murmuró bajando la vista solo para mirar las pequeñas ranuritas que tenía el tronco y paso su dedos sobre ellas-¿Entonces?-Pregunté confundido tratando de mirar su rostro pero la posición de su cabeza me lo impedía.
-Me gusta alguien, pero sale con alguien-Susurró y después se aclaró la garganta pasando otra vez su mano por su rostro y deshacerse de las lágrimas.
¿Le gustaba alguien? Ahora el que estaba por ponerse a llorar era yo.
-Y no hace más que jugar con mis sentimientos-Dijo en hilo de voz, me acerqué a él para abrazarlo.
No era correspondido por él, y no solo hablo del abrazo, porque sus manos seguían sobre el tronco en vez de aferrarse a mi.
-¿Y es linda?-Pregunté sintiendo mi pecho oprimirse antes sus palabras, un largo silencio se extendió y solo se escuchaba su respiración descontrolada y los cantos de los pajaros a los lejos.
Supongo que su timidez no le dejaba hablar con normalidad sobre sus sentimientos conmigo, así que solo recurrí a acariciar su espalda un poco desanimado por dentro. Mis ojos ardían pero no quería llorar ahora, así que solo cerre los ojos acompañado de un suspiro y disfrute del abrazo en el que solo yo era participe, pero su dulce colonia que entraba por mis fosas nasales logró transmitirme un poco de paz.
-Es tonto, porque me acaba de preguntar si es linda-Susurró con la voz entrecortada y yo quedé unos segundos totalmente estático sin terminar de entender de lo que hablaba-¿Qué?-Dije confundido sin separarme de él.
-Te quiero mucho, Samuel-Hundió su rostro en mi hombro y me abrazó levemente, sollozando lo más despacio que podía-Me gustas tú-Susurró y me apretó con fuerza contra su cuepo.
Un revuelto de emociones me envolvió y no supe que hacer, con suerte pude pestañear de lo impresionado que estaba.
-Pero yo no salgo con nadie-Susurré un poco confundido separandome para mirarle, acerqué mis dedos a sus ojos limpiandole las lágrimas que se posaban allí-El otro día Lara le dijo a todo el salón que es tu novia-Hizo un pequeño puchero en sus labios que lo hizo ver más lindo de lo que ya era, le agarré de las mejillas y lo atraje a mi para pegar nuestras frentes y mirar sus pequeños ojitos de más cerca.
-Y tú le crees sin preguntarme si eso es verdad-Me reí y él intentó agachar la cabeza pero no lo dejé-También me gustas, Guille-Susurré bajando mi mirada para admirar su pequeño sonrojo que comenzó a surgir cuando me acerque a él.
-Mucho-Sonreí y apreté mis labios contra lo suyos, solo fue un tonto toque, no como esos besos asquerosos que pasan en la tele, pero me hizo sentir muy feliz ese simple contacto en el que ambos cerramos nuestros ojos y nos quedamos unidos así por unos segundos.
-Igual quiero de nuevo mi canicas-Susurró frunciendo levemente el ceño, agachó la mirada y llevo sus dedos a su labios para tocarselos-¿Tambien sentiste cosquillitas?-Preguntó pasando los dedos sobre su labio.
-Si, chiqui. También las sentí-Solté una risita y lo abracé de nuevo, pegando mi naríz a su cuello, me gustaba el olor que desprendía su piel.
-¿Yo si puedo ser tu novio?-Preguntó distraido por estar jugando con mi cabello-Si-Susurré dejándome llevar por la tranquilidad que sentía, por más que dentro de mi pareciera que había una fiesta, mi corazón estaba muy acelerado y sentia la sagre caliente recorrer todo mi cuerpo, provocandome una extraña sensación de nervios.
-¿Y me vas a devolver mis canicas?-Susurró un poco avergonzado-Que si, pesado-Me reí separandome de él, quien no separó sus manos de mi, en vez de estar en mi cabeza, las dejo sobre mi cuello.
-Samu, eres muy lindo-Dijo en voz baja acercandose a mi para dejar un beso en mi mejilla, yo reí despacio-¿Quieres comer bizcochos?-Me preguntó cuándo agarré sus manos entre las mias y las uní con las mias, se sentía lindo entrelazar nuestras manos.
-Mamá hizo y estaban muy ricos-Sonrió y yo asentí, soltando sus manos para levantarme, él se levantó después de mi y cruzando por el medio de las demas ramas, llegamos a donde comenzaba la escalera.
Yo fuí el primero en bajar y al estar pocos metros del suelo me desprendi de la escalera con un salto para llegar antes al suelo, y espere a Guille, quien recién comenzaba a bajar.
Él también dió un salto y me sonrió al estar a mi lado, me agarró de la mano y comenzó correr en dirección a su casa arrastrándome consigo, me reí mientras corría detrás de él sujetando su mano que era muy suave.
-¡Mamá!-Gritó cuando entramos por la puerta de vidrio, los dos estábamos tratando de recuperar el aire sin soltar nuestras manos.
-¿Qué pasa, Guille?-Su papá salió de la cocina con un bizcocho en su mano y un vaso de jugo en la otra-Samuel es mi novio-Dijo feliz levantando nuestras manos entrelazadas, él se atragantó y tocio levemente tapándose la boca con su antebrazo.
-¿En serio, cariño?-Preguntó su mamá saliendo también de la cocina pero con un trapo sobre sus manos, yo y él asentimos lentamente, sentía que mis mejillas me ardían, la cara de Guille estaba muy roja pero se le veía muy feliz.
-¿Y estas feliz con eso, amor?-Su mamá se acercó y se inclinó un poco para estar a nuestra altura y le revolvió el cabello con suavidad-Sip-Sonrió haciendo que sus mejillas se agrandaran y al lado de sus ojos aparecieron aruguitas, automáticamente también sonreí.
-Esta bien, cariño-Dejo un beso en su frente y se reincorporó girando a verme-Hablare con tus padres, Samu-Ella me sonrió y apretó levemente mi mejilla.
-Ten cuidado con lo que haces con Guille, Samuel-Me advirtió su padre señalandome con un dedo libre de la mano que sostenía su bizcocho, me quise reir por ello pero se veía muy serio así que sin entender de que hablaba asentí ya que me sentía intimidado.
-Le convidare el bizcocho que hiciste-Le aviso Guille a su mamá, al recibir su aprobación, tiró del agarré de su mano para levarme detrás suyo hacía la cocina. Estoy muy feliz, seguro hoy no podré dormir por lo contento que estaba.
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Historias cortas - Wigetta
FanficAquí dejaré todo lo que surja en mi cabeza y no me de la suficiente imaginación para hacer una historia completa xD 𖦹 Algunos estan inspirados en cosas que me cruzo por ahí. ⚠︎ Advertencia: algunos pueden dar vergüenza ajena xd.