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 NARRADOR OMNISCIENTE

—¡Hey! ¿Cómo les fue?

Timmy se aproximó con una bandeja de postres, pastelillos y bebidas a la mesa 4, pedido de Jou. Risa chateaba en el celular y posteaba historias en el Instagram, Lina redactaba un informe a mano. Jaime aparentaba tomar fotos, pero en realidad espiaba al hermano de Taehyung. Cuando llegó a su mesa no perdió la oportunidad de decir un elogio: —Gracias Timmy, te han dicho que siempre estás radiante, iluminas todo lo que te rod... —Timmy situó un panecillo en su boca interrumpiendo sus flamantes halagos.

—A mi bien, fue un trabajo duro, pero lo llevo bien —responde Jou que lleva puesto su bata de doctor, sobre la mesa su móvil en caso recibiera alguna llamada de urgencia.

—Me acople muy bien a mis labores y los pacientes van entre positivismo/negativismo, pero doy todo para verlos sonreír/llorar —responde Lina, contenta de que sus prácticas estén yendo de maravilla en el hospital, Jou la había apoyado mucho.

—A nosotros nos fue genial, digo a Jaime —ríe por su amigo que sigue perdido en el lindo peli—rosa, pero como buen hombre casado, Timmy ignora al pobre de su amigo—. Aprobamos nuestros exámenes.

—Entonces... ¿Por qué Taehyung se encuentra en ese estado? —señaló al menor.

Risa miró a su amigo recostado con los brazos cruzados sobre la mesa para seis personas, sentado en el último asiento al lado de Jou. Literalmente con una nube negra sobre la cabeza como si hoy fuese un mal día.

—Es por el regaño de tu esposo, estuviste allí... hasta le diste un buen golpe al pobre de Damián —ríe al recordarlo.

—Sí, pero no pensé que le caería tan mal —hizo una mueca—. Taehyung jamás ha escapado o tenido problemas de adolescente rebelde, sin embargo, ahora lo vive y Nico está preocupado de que Damián sea una mala influencia.

—Pero no viste lo que nosotros vimos —comenta Lina sin desviar la mirada de su informe—. Taehyung estaba feliz. Reía, a pesar de que el ogro de Damián se molestó por haberle sometido a que pasará días con nosotros.

—Tal vez Nico exagero, solo un poquito y yo también —miró al triste de su cuñado.

Tres días antes

Taehyung se moría de los nervios por estar frente a la puerta de su casa con Damián al lado y su hermano furioso mirándoles con desaprobación. Se le hacía un dejà vu. Solo que ahora estaba Timmy. Ninguno decía nada, porque esperaban que Nico hablara. Incluso el valiente de Jungkook se mordió la lengua a la espera de alguna reacción molesta, como recibir el gritó de su vida o la paliza de su vida. Nico le había advertido, que si corrompe a Taehyung se las vería con él y sus compañeros de box. En realidad, se lo imaginó, pero es culpa suya. Él fue e hizo lo contrario a todas las advertencias y era momento de recibir las consecuencias, para suerte no llegó nada de agresión o eso creyó. Aunque, jamás en su vida pensó que Timmy iba a lanzar el primer golpe con dirección a su abdomen, dejándolo sin aire por breves segundos. De tal forma que, obtuvo su primera impresión de Timmy, las circunstancias del caso le dieron mérito a Timmy de hacer lo que hizo sin previo aviso.

—¡¿Por qué hiciste eso?! —reclamó Taehyung a su cuñado—. Yo también tuve la culpa por aceptar ir. Iba a llamarte apenas llegamos, pero se nos olvidó.

—Nada valida lo que hiciste —Timmy se sorprendió por el tono del rubio— huiste de casa en plena tarde y no ibas a volver, sino hasta al día siguiente —se exaspera agitado.

—Pero regresaríamos, nada malo me pasó, iba con mi novio.

—Damián es una mala influencia para ti —explica con razón—. Nunca has actuado de esta forma, jamás en todos los años que te conozco.

2X1: ¿ÉL O ÉL?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora