✧*｡ռɨñata ɨռɢɛռʊa✧*｡/human!fell Papyrus x reader/

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—¡Policía, manos arriba! –la voz de Undyne la reconocí de inmediato sonriendo inconscientemente. Sin embargo, Chara no se iba a estar quieta de ningún modo, con lo que le trató de lanzar uno de sus cuchillos. No acertó debido a que la pelirroja fue rápida en esquivarlo y tasear a la castaña –Con que Chara Dreemur, ¿eh?, sí, tienes varios antecedentes.

Undyne giró su cabeza hacia nosotros y, con tan solo un movimiento a una velocidad inhumana, se acercó a Fell para cogerlo antes de que se desplomase al suelo. Él estaba tan exhausto que sus piernas no le daban para más.

Segundos después, tres policías más se adentraron en el sótano mientras que uno de ellos se acercó a mí para atenderme junto con Papyrus.

Parecía como si el tiempo, el sonido, todo se escuchase de manera borrosa, aunque seguía consciente de todo. Varios médicos vinieron también a nuestro rescate, cogiendo al más alto entre brazos para ponerlo sobre una camilla que se posicionaba justo en el piso de arriba.

Cuando conseguimos salir a la calle, la ambulancia estaba a nuestra disposición, colocando la camilla dentro para preparar los goteros y todo el material que se necesitase para mantener su cuerpo estable.

Por la parte de Fell hicieron lo mismo diciendo que su estabilidad de energía como híbrido era grave por lo exhausto que estaba. Por mi parte me encontraba sentada en el borde de la entrada trasera de la ambulancia con Undyne delante de mi mientras que yo me tapaba con una fina sábana.

Los de las noticias no tardaron mucho tampoco en llegar al lugar para sacar la información a la luz de todos los televisores. Una reportera se acercó a mí rápidamente antes de que algún policía le dijese algo.

—¿Nos podrías decir cómo ha sido más o menos la experiencia? –entre abrí los labios sin saber que decir, me estaban presionando bastante, a lo que la pelirroja se acercó a la reportera con el ceño fruncido.

—Ella ahora mismo no está para contestar preguntas, si no os importa, así que, por favor, desalojen el terreno hasta que esté todo estable. –resoplaron con fuerza antes de apartarse de todo el jaleo. Undyne me miró con expresión seria hasta que se puso a mi altura para posar una de sus manos en mi hombro –. Van a estar bien, ten consciencia de que lo has salvado. –se refería a Papyrus.

Sin embargo, yo seguía sin decir palabra alguna, desde que empecé a juntarme con ellos era todo a base de problemas. No obstante, no me importaba.

Lo único que me afectaba desde entonces era mi amistad con Sans.

Minutos más tarde, me hicieron subir a la ambulancia para poder marcharnos del lugar. Observé a los dos hermanos tumbados cada uno en una camilla mientras que dos enfermeras se encargaban de su estabilidad corporal. La pelirroja nos seguía de cerca con su coche patrulla manteniendo su vigilancia sobre nosotros.

De vez en cuando una de las enfermeras me preguntaba el cómo estaba, a lo que yo le respondía que se preocupara más por los chicos.

Ni si quiera sé que es lo que había pasado con Chara, pues no paraba de gritar agresivamente a todos los agentes que la rodeaban por seguridad.

Tan solo me limité a abrazarme a mí misma esperando a que todo esto terminase.

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Me encontraba sentada en el sofá de mi casa dos días después de lo ocurrido, con una taza de chocolate caliente entre mis manos observando por el cristal de la ventana el lluvioso temporal que hacía. Ya era de noche, con lo que solo se podía ver la luz de las farolas que habían por la calle.