—Oye cariño, ¿podrías ir un momento a comprar unas pocas cosas para la comida de mañana? –me levanté del sofá apagando mi móvil para acercarme a mi madre. Tampoco era tan tarde, solo quedaba una hora y media para que el supermercado cerrara –Ten, aquí está la lista –me extendió un pequeño trozo de papel, cosa que yo lo cogí de buen grado –, tienes el dinero ahí en la entrada.
Asentí con la cabeza antes de volverla a ver fregando los platos en la cocina. Suspiré colocándome las zapatillas, cogí el dinero mencionado para luego salir por la puerta sintiendo el suave frescor agradable de que llegaba el verano sobre mi rostro.
Me coloqué los auriculares evadiéndome de todo el sonido exterior posible, solo sentirme en mi mundo y quizás pensar en otras cosas, como por ejemplo la discusión que habían tenido este mediodía Sans y Papyrus sobre mi protección.
No tardé mucho en llegar al supermercado, pues mi paso era rápido, sentía la necesidad de volver a casa lo más pronto posible.
Me adentré en el establecimiento sacando el pequeño papel que me había dado mi madre. Lo miré con detenimiento para ir rápidamente hacia las secciones indicadas.
—Pan... Pechuga de pollo... –lo hacía todo en silencio, la verdad es que estar rodeada de gente me agobiaba un poco, con lo que aceleré aún más el paso –¿Compro esto también? –me quedé pensativa ante una pequeña bandeja de lasaña pre cocinada –Quizás a él le apetezca para cenar mañana... –sin más dilación la cogí antes de continuar completando la lista.
En cuanto acabé de coger las cosas, me fui a la caja registradora, en donde me atendió una amable señora para luego irme de allí.
Salí por la gran puerta de cristal respirando el aire fresco de nuevo, pero para mi sorpresa el cielo ya había oscurecido. Resoplé con fuerza cogiendo la bolsa e ir caminando de vuelta a mi hogar, tan solo quería eso, estar allí.
Puse una mueca al notar un aroma desagradable a mi gusto. Giré mi cabeza dándome cuenta de que era el pequeño grupo que Papyrus lideraba en el instituto. Me asqueé de inmediato tratando de pasar desapercibida, sin embargo sus voces chillonas provocaron que me detuviese en seco.
—¡Eh, tú! –apreté los puños con fuerza sintiendo como mi corazón palpitaba rápidamente al ver que uno de ellos se levantaba. Era nada más y nada menos que aquel chico que se metió conmigo aquella mañana antes de entrar a clase y que su Jefe ya le había dado una advertencia por su comportamiento hacia mi persona –, ¿porqué no vienes un poco con nosotros?, eres amiga del Jefe, ¿no?
Achiné los ojos apartándome un poco de él al ver que tenía intenciones de rodearme los hombros con su brazo.
—No, gracias, ahora me iba a casa si no os importa... –no obstante, su presencia insistía hasta el punto de agarrarme del brazo para estirarme haciendo que me pusiese en medio de ellos –¡Eh, suéltame! –por la fuerza en la que me desprendí de su agarre hice que se cayera la bolsa e la compra al suelo –No me toques.
—Ahora resulta que eres rebelde –se acercó peligrosamente a mí observando con detenimiento mis labios –, me gusta –rió pícaramente aprovechando que no había casi nadie al rededor, además de que mi presencia pasaba desapercibida por la diferencia de altura que conseguían sacarme –. ¿Seguro que no quieres quedarte con nosotros un rato?, te aseguro que te lo pasarás bien –me extendió uno de sus cigarros –. ¿Quieres probar?
Por acto seguido le pegué un manotazo tirándole el objeto consumible al suelo. Dos de ellos se quedaron en shock mientras que el resto empezó a reírse como completos tontos.
—No me apetece quedarme rodeada de imbéciles –le miré a los ojos con furia –. Ahora, si me permites, me vuelvo a casa. –pero a punto de coger de nuevo la bolsa de la compra del suelo, el chico me empujó hasta que caí al banco que tenía justo detrás.
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✧*。ռɨñata ɨռɢɛռʊa✧*。/human!fell Papyrus x reader/
FanficQuizás juzgamos por tan solo las apariencias, ¿pero qué hay con las personas que sí las conllevan aún así? No obstante, decidí adentrarme un poco más en su vida, averiguar cuál es el punto final de su propósito y del porqué lo hace. Era un camino de...