—Mira, ¿esa no es la chica de antes? –le dije a Sans señalando a una muchacha con la cabellera castaña. Ella estaba sentada en un banco que se encontraba en el parque –Está sola, podríamos acercarnos a hablar con ella. –el albino se encogió de hombros sin dar ninguna contestación, con lo que lo tomé como un "sí". La chica de baja estatura y rostro asiático, alzó la cabeza haciendo que nuestras miradas se cruzasen. Le saludé con la mano –¡Hola!, no creía que nos volveríamos a encontrar.
Frunció los labios un tanto avergonzada. Me senté junto a ella mientras que el ojizarco se ponía delante de nosotras.
—Siento mucho lo de antes, realmente ha sido un accidente –suspiró pesadamente abrazándose a la libreta que portaba entre sus brazos –. Tenía mucha prisa y no miraba por donde iba –sus ojos rasgados a penas me dejaban ver sus hermosos iris color miel, parecían ser de otra dimensión. Tenía unas facciones bastante lindas a mi parecer –. Me llamo Frisk, un placer. –me extendió la mano.
—Igualmente, Frisk, él es mi mejor amigo –tenía una idea genial en mente –, Sans –él también la saludó con la mano –. Ya que ahora que somos conocidos podríamos intercambiar nuestros números de móvil, así poder quedar algún día nosotros tres, ¿qué te parece? –observó un tanto dudosa el suelo. Alcé las cejas rápidamente –Oh, antes de hacer nada, ¿cuántos años tienes?, por si va a ser algo extraño o incómodo...
—Tengo dieciséis, pero por mi altura la gente se piensa que tengo menos años de los que aparento –genial, un año menos que nosotros, aunque ahora que lo mencionaba tenía razón, parecía tener la apariencia de una niña de trece. De repente sacó su móvil de uno de los bolsillos de sus pantalones –. Ten, mi número, me habéis parecido bastante majos. –empezó a dictar varios números.
✧*。———✧*。
Miraba el chat de grupo de manera risueña, pues Sans había vuelto a tener esa sonrisa que lo caracterizaba tanto, y todo gracias a Frisk.
Apagué la pantalla del móvil para estirar mis brazos, era de noche, lo que significaba que era hora de irse a dormir. No obstante, sentí un presencia reconocible cerca de la ventana, a lo que decidí mirar por el cristal, pero con la sorpresa de no encontrarme a nadie.
Puse una mueca, pues tenía ilusión de que fuera cierta persona que, muchas veces, el mal humor invadía su ser.
Rendida por que sabía que no iba a aparecer, quise volver a colocarme en posición para irme a conciliar el sueño, sin embargo pegué un pequeño sobresalto al divisar la figura de Papyrus sentado en la silla del escritorio, observando las cosas que tenía sobre este.
—Siempre que vengo se me hace curiosa la manera en que decoras tu habitación –me mordí el labio inferior tratando de esconder una pequeña sonrisa por tan solo verle. Se levantó de la silla yendo hacia mi dirección hasta sentarse en el colchón de la cama –. ¿Cómo ha ido tu cita con el guaperas? –rodé los ojos mientras que chasqueaba la lengua.
—No ha sido ninguna cita, es solo que se necesitaban hablar algunas cosas –apoyé mi cabeza sobre su hombro de manera cariñosa –. Además, creo que ya he encontrado a alguien con quien puede estar a su lado, te la presentaré algún día de estos. ¿Cómo te encuentras?, ¿algún dolor así alarmante?
—No, la brecha de la cabeza ya se ha terminado de curar, así que no hay porqué preguntarse nada –me apartó ligeramente de él para mirarme a los ojos. La habitación estaba a oscuras, con lo que la única luz que se adentraba era el de la Luna que traspasaba el cristal –. Te quiero enseñar algo, ya que si no podemos hacer nada desde el exterior, entonces no habrá más remedio que hacerlo desde el interior, aunque sea más sensible.
ESTÁS LEYENDO
✧*。ռɨñata ɨռɢɛռʊa✧*。/human!fell Papyrus x reader/
FanficQuizás juzgamos por tan solo las apariencias, ¿pero qué hay con las personas que sí las conllevan aún así? No obstante, decidí adentrarme un poco más en su vida, averiguar cuál es el punto final de su propósito y del porqué lo hace. Era un camino de...