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Había una vez, un repostero de Busan.

—Feliz navidad. —Jungkook le entrego su pedido a la señora frente a él.

Ese soy yo, Jungkook quién es igual a Taehyung, el duque de Daegu.

Jungkook, otra vez yo. Se casó con el apuesto principe Yugyeom en navidad mientras que Taehyung se casó con mi adorable mejor amigo Hoseok justo antes de ser coronado rey de Daegu.

Lo cual casi no ocurre porqué su primo Jimin que se parece a los dos y es muy exagerado. Se hizo pasar por él en un intento de robar el trono por suerte atraparon y condenaron a Jimin a muchos años de servicio comunitario.

Yo digo que debía ir a la cárcel pero Taehyung dice que es de la familia.

¿La navidad podría ser más agitada? Bueno, tal vez porqué este año voy a co-dirigir un festival de navidad con Taehyung quién es mi mejor amigo en el mundo.

Taehyung baja las escaleras de la estrada del palacio, saludando a las personas que se encontraban presentes en el evento.

Jungkook hizo lo mismo, ambos sonriendo con emoción.

Siendo acompañados de sus respectivos esposos.

Y para conmemorar la ocasión el Vaticano nos prestó la estrella de la paz, una reliquia de valor incalculable que perteneció al mismísimo San Nicolás.

Las sirenas de las patrullas que custodiaban dichas reliquias sonó, los vehículos se detuvieron unos cuantos metros frente a Kim y Jeon.

La estrella se mantendrá bajo custodia hasta ubicarla en la cima de un gran árbol en nuestra ceremonia de luces en noche buena.

La reliquia estaba dentro de un pequeño cubículo de cristal, siendo llevada por dos hombres.

En ese momento un señor de mediana edad bajo de uno de los vehículos que venían tras la estrella.

¡Oh! Ese es el cardenal Im el emisario especial del Vaticano, esto es importante.

—¿Pueden creerlo? —Hoseok estaba sonriendo con entusiasmo.

—Es... increíble. —Dijo Kook con un suspiro lleno de emoción.

—Siento que estamos haciendo historia. —Tae aún no podía creer lo que estaba pasando.

Aquello era algo inmensamente importante y ellos tenían el honor de formar parte de eso.

—Porque están haciendo historia. —Les dijo Yugyeom con seguridad.

Jungkook y Taehyung se miraron unos segundos, sin perder la sonrisa volvieron su rostro al frente.

El cardenal Im se colocó frente al palacio, caminando por la alfombra azul marino, acompañado de otros miembros del Vaticano mientras un grupo de cuatro hombres llevaba la estrella.

La dejaron sobre un podio y se retiraron. El cardenal se puso frente a esta y los otros dos miembros uno a cada lado.

—Excelentisima majestad y alteza. —Les sonrió a ambos chicos, haciendo una leve reverencia que fue correspondida.
—Presento ante ustedes, la estrella de la paz. —Se hizo a un lado y la señaló.

Los ciudadanos y miembros de la realeza presentes, aplaudieron con emoción.

•Palacio real de Daegu•

—A nadie se le pagará un centavo, todo va a la caridad. —Decia Hoseok por celular caminando.

—Si, tuvimos una cancelación y habrá una última audición para un espacio en el programa. —Taehyung hablaba de igual manera por celular, mientras caminaba un poco.

—De acuerdo. —Hoseok colgó la llamada, observando a su esposo.

—Jungkook y yo nos encargamos de los detalles pero estaremos ahí, gracias por llamar, adiós. —Tae sonrió soltando un suspiro.
—Esta es la última llamada que atiendo. —Dijo mirando a su pareja.

—Tambien yo. —Seok se acercó a él.

Kim sonrió, acariciando levemente el pecho de su pareja y en ese momento la tablet de Jung comenzó a sonar, anunciando una video llamada.

El nombre de su hija estaba en la pantalla.

—Excepto está. —Dijo alegremente, respondiendo.

—¡Feliz navidad! —Yang sonreía contenta.

—¡Feliz navidad! Te extrañamos mucho pequeña, ¿Que tal los exámenes? —Tae recargo su barbilla en el hombro de Seok.

—Todo un fastidio, me encanta la academia de ballet por supuesto pero me hacen trabajar mucho en la parte escolar.

—Tú puedes con eso. —Jung ánimo a su hija.

—¿Aún no te vas al aeropuerto? —Pregunto el rey con extrañeza.

Yang suspiró. —Por eso llamé, cerraron el aeropuerto por el clima, la chaperona dice que saldremos desde Nueva York.

—Mantennos al tanto. —Le pidió Tae, era un poco decepcionante saber que tardarían en verla de nuevo pero ante todo era su seguridad.

—Te queremos. —Dijeron ambos.

—¡Los quiero más! —Yoo Jung les sonrió, terminando la llamada.

Taehyung miro a su esposo, acariciando su hombro.

—Dormire mejor cuando sepa que está aquí.

—Si, yo igual. —Seok volteó hacia Tae notando su preocupación. —Ven aquí. —Lo tomo de la cintura para darle un beso que fue correspondido con una sonrisa de por medio.

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Jungkook caminaba a la par de Yugyeom, ambos atendiendo una llamada.

—Muy bien majestad. —Decia Kim sonriendo.

—Taehyung y yo adoramos trabajar juntos... sí se que podremos hacerlo pero en este momento estamos muy ocupados. —Kook decía aquello de forma amable.

—Claro, nos encantaría ver a los Cho. —Kim se detuvo frente a su esposo.

—Oh por supuesto, puede citarme. —Jeon se detuvo de igual manera.

—Si y una muy feliz navidad, gracias. —Gyeom sonrió una vez más, terminando su llamada.

—Nos vemos, gracias. —De igual manera Jungkook colgó, revisando su celular y guardandolo después.

—Bueno ya son once embajadores, nueve primeros ministros, siete reyes, cuatro reinas, toda una delegación de Gwangju...—

Jungkook sonrió. —¿Y una perdiz en un peral? —Pregunto con diversión.

Gyeom sonrió en grande. —Algo parecido.

Jeon miro encantado por unos segundos a su esposo. —Me alegra tenerte para ayudarme con esta locura de última hora.

—Hacemos un gran equipo ¿No?

Kook asintió con entusiasmo.

—Como tus queridos Red Sox.

Jungkook miro al más alto con diversión. —Los White Sox. —Lo corrigió.

—Si, ellos también. —Dijo riendo mientras se acercaba al más bajito. —Todos los Sox.

Kook asintió divertido, levantando un poco la cabeza para ser besado dulcemente por el principe.


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¡Estamos de vuelta! ♡

𝐈𝐧𝐭𝐞𝐫𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐩𝐫í𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞𝐬- 𝟑•ʏᴋ・ʜᴠ・ʏᴍ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora