𝟏𝟓

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Jimin iba conduciendo hacia donde el pelinegro lo había citado.

—¿Academia rainbow? ¿Qué hacemos aqui? —Le pregunto Wheein.

—Parece una escuela. —Beom vio el edificio.

—Brillante deducción Sherlock. —Wheein dijo aquello con sarcasmo.

Feliz navidad. Grito un niño a lo lejos.

—Odiaba la escuela, casi nunca iba. —Choi nego.

—Vaya, eso explica muchas cosas. —La chica vio a su amigo.

Jimin abrió la puerta del auto y bajo.

—Minnie ¿A donde vas? —Beom le pregunto al rubio.

—Ugh deja de hablar. —Park se detuvo en las escaleras, viendo como dos niñas se despedían dándose un abrazo, diciéndose lo mucho que se extrañarían y deseandose felices fiestas.

Eso causo cierta tristeza en Jimin, ese lugar solo le traía recuerdos tristes así que suspiro y comenzó a subir las escaleras para entrar a la academia.

Yoongi revisaba el reloj en su muñeca y escucho el resonar de unos zapatos con tacón.

Jimin se detuvo frente al pelinegro, viendolo con seriedad.

Min se levanto del sofá, sonriéndole.

—¿Donde está la estrella, Yoongi?

—Necesitaba tú atención.

—Ugh, quiero la estrella.

—Y la tendrás pero a cambio necesito que vayas al comedor.

Jimin lo miro sin comprender. —¿Para que al comedor?

Yoongi suspiro. —Ella quiere hablar contigo.

Rápidamente Jimin entendió a quien se refería, causando gran molestia en él. —¿Cómo te atreves a decirme que hacer? —Se acerco al pelinegro.

—Alguien debe hacerlo o seguirás viviendo una vida superficial.

—¿Y por eso me traicionaste? ¿Para mostrarme que estoy destinado a la soledad y la miseria?

—Pues algo así.

Park sonrió con sarcasmo y relamio sus labios. —¿Podrías darme lo que vine a buscar o llamo a la policía para que te arresten?

Yoongi al escucharlo se sorprendió así que volteo para tomar el costal de tela negro y se lo entrego. Jimin se lo arrebato, abriéndolo y suspirando al ver que ahí estaba la reliquia.

—Se que dije que siempre estaría para ti Jiminie pero este es el final para nosotros.

—Eso será un alivio. —Park alzo los hombros.

Min lo miro incrédulo, viendo como el menor le sonreía con burla así que le devolvió el gesto.

Cuando Yoongi dio la vuelta para salir, Jimin cerro los ojos unos segundos estando a punto de llorar. El mayor acomodo su saco y bajo las escaleras, mientras el rubio se quedaba de pie, suspirando con tristeza.

Minnie fue hasta el comedor, deteniéndose en la entrada al ver a su madre sentada cerca de la chimenea del lugar, exhalando camino un poco más cerca, dejando el costal sobre una mesa.

Ye Jin al escucharlo volteo.

—Hola mami.

—No crei que vendrías. —Su madre se levanto.

—No pensaba hacerlo pero Yoongi dijo que querías hablar conmigo así que...—Jimin se detuvo a unos cuantos pasos de ella. —Adelante, habla.

—No somos tan diferentes en realidad ¿No?

—¿Eso es lo que esperaste tantos años para decirme? —Le pregunto molesto.

—Jimin, querido. No podemos seguir así. —Ye Jin camino más cerca de su hijo.

—No veo porque no.

—Pase los últimos años viajando por el mundo, tratando de encontrar paz interior. —Ella se sentó frente al rubio.

Jimin suspiro. —Comer, rezar, amar eso ya paso de moda.

—Puede ser pero fue en un retiro en un ashram de Rishikesh donde me di cuenta de que había un vacío en mi vida, faltaba algo y era mi hijo.

Park rio ante eso, dejando de verla.

—Jimin, Jimin. —Ye Jin llamo su atención. —Te quiero más que a cualquier cosa o cualquier persona, siempre lo he hecho.

—¿Tienes idea de lo difícil que fue tratar de ser bueno para que pudieras notarme? Intentar ser bueno para al fin importarte.

—Más de lo que crees.

—Ah no, eso es mentira. —Park se acerco a su progenitora mientras la señalaba. —Siempre tenías que estar en otro lugar, siempre tenías un avión que tomar.

—Estaba escapando. —Ye Jin se puso de pie.

Jimin se alejo al oír eso.

—No, de ti no. Jamás huiria de ti. —Ella lo vio a los ojos. —Tu padre...tu padre era cruel conmigo y en lugar de sufrirlo hice lo que pude para alejarme de él lo mas posible.

—Oh bien, viniste a dar más excusas. —Jimin estaba dolido porque ella se alejo sin pensar en él, solo era un niño.

—No, no hay excusa para lo que hice.

—En eso tienes razón.

Ye Jin suspiro, buscando algo en el bolsillo de su saco.

—He llevado esto por años...¿La recuerdas? —Le mostró la tarjeta que tiempo atrás le había dado. —Me la regalaste a los 10 años.

Park camino hacia la chimenea, dandole la espalda a su progenitora. —Cuando estaba aqui, solía robar algunas baratijas, las envolvía y en navidad cuando las abría imaginaba que me las habías dado. —Ante esos recuerdos, las lágrimas se acumularon en sus ojos.
—Te quise, te quise muchísimo y lo intente, intente con todas mis fuerzas que no me importara ser digno de recibir tu cariño. —Volteo para verla de frente.

—Oh Jimin, mi maravilloso y perfecto niño. —Ye Jin trato de tomar sus brazos pero Jimin se alejo negando mientras le daba la espalda nuevamente. —Fui una espantosa madre y aunque no me lo merezca espero que puedas encontrar en tu corazón la forma de perdonarme...Por favor cariño, dame una segunda oportunidad.

Jimin suspiro escuchándola.

—Quien sabe cuentas navidades podríamos pasar juntos. —Ye Jin sonrio con tristeza.

Ante eso Park volteo mirándola a los ojos. —Ya es tarde. —Dijo para caminar hacia la salida, tomando la estrella y ahora no pudo evitar llorar al salir del lugar.

—Jimin...—Su madre susurro al verlo marcharse, se sentó en el comedor y lloro, sus errores del pasado habían hecho que perdiera al ser que más ama en la vida.

El rubio se encontraba mal, teniendo un horrible vacío en el pecho.

Ye Jin seguia en el comedor, observando aquella tarjeta que su pequeño le había obsequiado "Feliz navidad, mami. De Jimin" eran las letras que adornaban el interior de esta.

𝐈𝐧𝐭𝐞𝐫𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐩𝐫í𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞𝐬- 𝟑•ʏᴋ・ʜᴠ・ʏᴍ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora