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Jungkook se encontraba intentando ponerse una corbata, ya casi era hora para la boda pero estaba batallando demasiado así que mejor decidió quitársela.
Hoseok salió y vio como el otro aventaba la corbata a la cama de su habitación derrotado.

— Tienes suerte de que no sean tan exigentes con la etiqueta si no, no te dejarían entrar. —Dijo entre risas el pelirrojo al ver como el otro hacía pucheros como niño pequeño por no haberlo logrado.

Jeon sonrió nervioso, su Hyung se miraba muy bien en traje y con su corbata bien acomodada.
— V-vámonos. —Se encogió de hombros tímido y sonrojado, quería ignorar los fuertes latidos de su corazón.

Hoseok asintió y lo siguió para caminar hasta el auto del más alto, notó que parecía nervioso pero lo ignoró, tal vez estaba nervioso por ir a una boda de alguien que desconocía.




El camino fue relajado, hablaron de cosas triviales y relajadas. Tardaron un poco en llegar ya que ninguno de los dos sabía con exactitud donde era, así que tuvieron que guiarse del celular para llegar.

Era un edificio muy grande y bonito, había varias personas bien vestidas por lo que intuyeron que debía ser ahí. Jungkook se estacionó y ambos por fin ya estaban ahí, el castaño fue el que dio el sobre con dinero mientras el pelirrojo firmaba en el libro de invitados. Entraron al lugar notando que ya había varias personas, se sentaron en una mesa algo retirada ya que Hoseok no se sentía cómodo yendo hasta la parte delantera.
Empezaron a comer mientras Jung miraba a su alrededor, viendo que desconocía a la mayor parte, por no decir a casi todos.

Entonces todos empezaron a aplaudir y la gran puerta se abrió dando paso a los novios, Namjoon vestía un traje negro junto con su ahora esposa, la cual lucía un hermoso y largo vestido blanco.
Hoseok también vio a los padres de Namjoon, tenían grandes y brillantes sonrisas, era obvio que estaban orgullosos y felices por su hijo. Contuvo un suspiro y volvió la vista al plato con la intención de comer, pero ya no tenía apetito.



Los novios empezaron a pasar por las mesas saludando y finalmente Namjoon llegó a la suya.
— ¡Hobi, que bueno que hayas venido! —Se acercó hasta donde estaba para abrazarlo por los hombros.

— Muchas felicidades, Nam. —Le dijo con una gran sonrisa en el momento en que se separaron.

— Gracias. —Le regresó la sonrisa marcando sus hoyuelos. Ya había notado que no había venido solo, así que sintió curiosidad.
— Hola, soy Namjoon. —Le extendió la mano al castaño.

Aceptó el saludo algo tímido.
— Jungkook.

— Oh, ¿y eres...? —No se atrevió a terminar la pregunta ya que no sabía si ese chico era pareja de Hoseok.

— Es un amigo. —El pelirrojo rápidamente habló, no quería que pensara que era su novio.

Jungkook sabía que era un amigo, pero aun así se sintió algo mal por eso. Namjoon por su parte solo asintió.
— Me alegra que hayas venido, ¿cómo has estado, Hobi? —Habló intentando cambiar de tema, desconocía si ese tal Jungkook sabía si su amigo era gay.

— Bien, no me quejo. —Dijo juguetón, pues Namjoon desconocía por completo lo que hacía. — ¿Y tú?

— Excelente. —Debía estarlo, después de todo era su boda. — Una vez que termine de instalarme en mi nueva casa deberías visitarme. —Se notaba que estaba muy feliz por el tono tan animado con el que hablaba.
— Oh, tengo que ir a ver a los padrinos. Gracias por venir, Hobi. Espero verte pronto.

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