OTRO CAMINO

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                          Otro camino
Anabella.
  
Después de diambular por las calles con la maleta, caminar sin rumbo sintiendo que me faltaba algo, llegue a la estación del tren.
  -- Quiero un boleto sin retorno a el pueblo más lejano que allá. Digo firme la chica de la taquilla me ve extrañada.
  -- San Antonio, es lo más lejos disponible queda a 14 horas de aqui.
  -- Ok. Pago y ella me entrega el boleto, me subo a el tren y 14 horas después llegó a un pueblito escondido de todo, yo no debería de estar aquí pero por él hago esto. Después de comer y comprar un periódico para buscar donde vivir consigo la dirección de un edificio pequeño, pago un taxi para que me lleve hasta ahí.
  -- Buen día, quiero información de los apartamentos. Le digo a el portero es un joven simple, para las demás debería ser simpático pero a mí no me sorprende nada, el amablemente me guía hasta una oficina e intenta coquetear pero paso de el olímpicamente.
  -- Buen día, necesito un apartamento. Digo apenas entró a la oficina, hay una mujer de mediana edad que me hace un escrutinio y me ve extrañada.
  -- Si, bueno justo hace unos días quedó uno venció.
  -- Muy bien, lo necesito. Respondo firmenten.
  -- Necesito tu identificación y este es el pago. Me tiende un trozo de papel con la cantidad a pagar y yo rápidamente cancelo y le entrego mi identificacion.
  -- ¿Ya podría darme las llaves?. Hablo con mi tranquilidad de siempre pero la señora esta curiosa supongo..
  -- Si claro, por cierto soy Nora la administradora, también debemos firmar un contrato pero por lo que veo estas algo apresurada. Coloco unas llaves en él escritorio.
  -- Ok, soy Ana. Ella tendió su mano pero yo solo tome las llaves y me largue de allí. Llegué a el departamento y la verdad era chico, un cuarto,un baño, una mini sala y una cocinita. Pase el resto del día sacudiendo el polvo y arreglando mis cosas, lo bueno era que estaba relativamente amueblado, me fui a la habitación sin ganas de nada más que dormir, ví el techo blanco el cual se burlaba de mí mostrándome la imagen de él, su sonrisa, sus ojos brillante,su paqueta de serie, suspiré molesta, no sé a qué hora pero me dormí.
  La mañana siguiente salí temprano hice compras en el súper y luego fui a un teléfono público quiera estudiar y aqui en este púeblito había una extensión de la universidad donde yo iba a comenzar así que fue fácil que me trasladarán el papeleo hasta aquí, pasaron 2 días ya era domingo, llegue a el edificio y mientras subo las escaleras una peliroja me sonríe yo la veo pero ni la detallo sigo en lo mío.
  -- Holaaa. Saluda efusivamente pero ni la volteo a ver ella hace una mueca.
  -- Soy tu vecina. Vuelve a el ataque, su sonrisa me recuerda él.
  -- ¿Por qué me hablas?. Pregunto sin verla
  -- Me pareces simpática, soy Rebecca pero por cariño me dicen Becca. Eso sí que es de locos soy simpática, supiera las ganas que tengo de lanzarla por las escaleras.
  -- Alejate de mi. Digo con firmeza.
  -- Oye no seas odiosa, ¿irás a la universidad aquí?. Me detengo y la veo con el ceño fruncido veo desde sus pies hasta sus cara, vuelvo a caminar sin responder.
  -- Estudio medicina general. Vuelve hablar parece lora y definitivamente se parece a él de persistente.
  -- Ok, iremos juntas. Digo y ella aplaude y da saltitos y viene de nuevo la pregunta ¿por qué son tan hiperactivos? es irritante, abro la puerta del apartamento dispuesta a entrar
  -- Oye, no me has dicho tu nombre. La fulmino con la mirada.
  -- Ana, mi nombre es Ana. No quiero decirlo completo porque me recuerda a que él me decía bella y me da un malestar en el estómago. Tranco la puerta en su cara y la escucho gritar "lindo nombre" yo ignoro eso, busco mi pequeño reproductor pongo música clásica y me pongo hacer el almuerzo, después de comer me siento en el sofá y me quedo quieta así como me quedaba cuando me castigaban con la camisa de fuerza, la música me relaja y me quedo dormida, no sé que tiempo pasa, pero me despierta unos golpes en la puerta, veo que ya casi es de noche he dormido mucho, me levanto y camino hasta la puerta, apenas abro aparece una maraña de pelos rojos entrando a mi casa como un tornado, yo cruzo los brazos y me imagino mil maneras de como sacarle las tripas, pero voltea y veo que lleva una caja de pizza y sonríe como él, con sinceridad con ganas de estar conmigo, me jode, si, lo admiro; me jode porque me dió la espalda, apresar de su sinceridad no quiso seguir
  -- Que mierda te pasa ¿por qué me invades mi privacidad de esa manera?. Ella me ignora y entra en la cocina como si nada.  
-- Hey, vine en son de paz, traje pizza para darte la bienvenida.
  -- Quiero que te vallas. Le digo con tranquilidad
  -- Ok, lo haré pero después de comer pizza. Sonríe y yo suspiró con impaciencia. Comemos la pizza en silencio hasta que doña Lora habla.
  -- ¿Tienes novio?.
  -- No. Respondo seca.
  -- ¿Y tu familia?. La veo a los ojos
  -- No tengo. Y como no,dola lora sigue hablando y respondiendo preguntas que no he hecho
  -- La mía vive en Canadá, pero no me quieren. Sonríe triste y yo me exaspero.
  -- Voy a dormir, nos vemos mañana para la universidad.
  -- Está bien. Me abraza tomándome por sorpresa besa mi mejilla y se va corriendo. Es extraño no se cómo sentirme debería estar molesta pero no, no sé cómo haré pero no la quiero cerca no quiero dañar la vida de nadie suficiente dale la mente de Benjamin, vine a alejarme del mundo y a tranquilizar a mis demonios no hacer una "amiga" que a la primera me daría la espalda.

MI BELLA CALAMIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora