TE AMO

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                              Te amo
Anabella.
  
El Dr Lombardi me mira ceñudo y yo con mi tranquilidad desbordante le sonrio de lado.
  -- El trato era que no tenías que estar con él. Hablo entre dientes, me puse seria y levanté una ceja.
  -- Se que no soy de tu agrado suegrito pero por lo menos disimula. Me crucé de brazos.
  -- Papá quiero que respetes a Ana es mi mujer y no importa cuál sea ese fulano acuerdo, no la pienso dejar, a demás tiene a mi hija en su vientre deberías estar feliz de que valla a crecer con sus padres. El Sr. Raúl sonríe con burla.
  -- ¿Feliz? pobre de esa criatura cuando la veas con tanto amor que su madre por no tener toda tu atención intente matarla, no te sorprendas cuando eso pase. Mi ceño se frunce y una incomodidad me ataca, también es mi hija se que Raúl puede tener razón y eso me hace doler el pecho, por primera vez en mi vida no quiero ser una amenaza para alguien, por primera vez siento miedo ¿y si no lo hago bien? ¿y si celo a Ben de su propia hija? eso sería una posibilidad pero por lo menos reconozco que no está bien, debe ser un avance ¿no?.
  -- Te sorprenderías ver todo lo que a evolucionado Anabella papá, puede que sea difícil pero así como me ama a mi y seria incapaz de lastimarme lo hará con su hija. La seguridad de Benjamin me hace sentir un poco más tranquila, el confia en mi y esta vez no quiero defraudarlo.
  - No estás pensando como médico. Habla firme el doctor Lombardi.
  -- No, estoy hablando como su marido y padre de nuestra hija, me duele que no quieras ser partícipe de esto pero no puedo obligarte. Ben toma mi mano y yo solo miro a Raúl y el me mira lleno de rabia, camino a paso apresurado junto con Benjamín que por su postura está tenso. Al salir de ese lugar mis manos tiemblan y me lleno de ansiedad.
  - ¿Que sucede preciosa?. Miro a Ben y tengo un nudo en mi garganta y una presión en mi pecho que no soporto.
  - ¿y Si tiene razón? ¿Y si lo hecho a perder? . El me mira primero sin comprender y luego me abraza fuerte.
  - Eso no pasará amor, todo va a estar bien lo prometo, confía en mi y en ti. Besa mi cabeza y siento como me voy calmando poco a poco, nunca había sentido miedo, miedo de hacerle daño a alguien inocente, estas emociones son desconocidas pero tengo que poder, Benjamin confía en mi.
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  Despues de desayunar y comprar pollo frito para llevar, Ben conduce por la ciudad yo voy metida en mis pensamiento, el me mira y sonríe le da un apretón a mi pierna, se ve tan bien sonriendo, después de un rato me doy cuenta que esta alejándose de la ciudad.  
 - Oye este no es el camino a casa. Digo bajo.
  - Que observadora señorita. Sonríe burlón y yo lo fulminó.- Vamos a un sitio. Iba a preguntar pero el sonrio y negó antes de cualquier cosa. después de unos minutos estacionó en la playa, eso me hizo sonreír de lado.
  - Bien llegamos preciosa, mi hija y tu se merecen una tarde diferente. Me ayuda a bajar y juntos caminamos hasta la orilla, esta parte de la playa está prácticamente sola, Ben se quita su camisa y su pantalón quedando solo en boxers.
  - ¿Que haces?. pregunto con los brazos cruzados.
  - Vamos a darnos un chapuzón así que quítate la ropa.
  - Estas loco, no pienso quedar desnuda para que me veas lo gorda que estoy y te burles. El me mira como si estuviera loca.
  - ¿Es broma cierto? Por Dios Anabella eres la embarazada más hermosa que he visto en mi vida, estas preciosa con nuestra hija en la panza te vez súper sexy mujer. Exclama fuerte y yo miro a otro lado, de repente sentí calor en la cara, debe ser el sol. - Te amo. Grito fuerte.
  - Estas loco, te van a oír. estaba avergonzada por primera vez en mi vida y por primera vez en mi vida también senti que podría corresponder a ese te amo pero me lo tragué. Estaba nerviosa nunca me había dicho que me quería o me amara.
  - Que escuchen todos, estoy hasta el tuétano enamorado de ti. Se acercó a mi y quito mi ropa dejándome en ropa interior, beso mi panza y caminamos juntos a la playa, nos besamos, nos acariciamos, nuestra hija se movió en mi interior y obviamente no lo diré en voz alta pero me encanta cada vez que se mueve me da esa emoción en el estómago que ya se ha vuelto habitual, luego nos echamos en la arena y vimos el atardecer abrazados, esa tarde era perfecta, Benjamin había tocado una parte de mi que nadie pudo tocar, tenía miedo, no quería descontrolarme, quería seguir luchando contra mi misma para hacerles feliz, no sabía como, pero de verdad quería que todo saliera bien.
  - Benjamín. Lo llamé si despegar la mirada del horizonte donde se veía el sol ocultarse dejándonos ver eso colores que por una vez me permití apreciar de verdad, me fijé en lo hermoso que es el atardecer.
  - ¿Humm?. El estaba abrazándome por la espalda con su cara apoyada en mi hombro,su vista en el horizonte y sus manos acariciando mi abultado vientre.
  - Te amo. Su cuerpo se tensó y sus manos dejaron de acariciarle.

MI BELLA CALAMIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora