Salida

6 2 4
                                    

Anabella:

Dos años han pasado y yo encerrada, sufriendo, nunca en mi vida me había sentido tan derrotada como ahora, he mejorado mucho según lo que comenta mi psiquiatra, la verdad no se como no estoy loca de verdad en este sitio todos estan súper desquiciados.

— Ana, te veo mejor últimamente. Sonrio sin mostrar los dientes, en estos dos años he pasado por muchas etapas, la etapa de la negación (Fue cuando sentí la necesidad de retractarme de lo que dije), la etapa de la desesperación (Esa llego cuando mi ansiedad amenazaba con matarme y mi cuerpo rogaba por escapar) luego la resignación ( En esa etapa me vi llorando muchas veces, pero aceptando que ya estaba aquí y no saldría) la última y la más difícil fue la aceptación ( Esta etapa consistía en aceptar de manera positiva que lo que hacia era lo correcto y que bien o mal esto era lo que merecía por todo lo que hice y estaba bien todo porque para ser buena había que pasar por este proceso.

— Lo estoy, me siento ligeramente triste pero ya acepté que este es mi proceso. Sonrei triste, pero ya la resignación estaba pintada en todas mis facciones.
— Ana, tengo que decirte algo. Yo asiento y ella se puso todo profesional, mi psiquiatra y yo habíamos hecho una especie de amistad, nada tan intenso pero no la llevábamos bien.
— El Director general del penitenciario y el director de este psiquiátrico harán algunas consultas para ver la evolución de los reclusos. Mordi mis labios, de repente me sentían ansiosa y levemente emocionada.
— Pero yo tengo como calificativo homicidio en primer grado, obviamente ellos no me dajáran bajar mi pena. Ella sonríe un poco y niega.
— Te equivocas, tu estas recluida por homicidio pero recuerda que tu abogado y psiquiatra dejaron constancia  que todo lo que hacías era bajo la influencia de tu psicopatía por lo tanto no eras consciente de tus acciones. Mis ojos pican y me pecho arde, quiero salir de aquí y como ruego a no se quien para que esta sea mi oportunidad.
— ¿Crees que tenga alguna oportunidad? ¿Me lo merezco acaso?. Esa última pregunta me hace sentir mal .
— Se que no fuiste la mejor persona del mundo y que quizás es una total locura dqe mi parte darte esta clase de confianza pero yo si pienso que puedes salir, ya hablé con tu abogado y el se esta preparando, lo demás queda de tu parte Ana. Yo me levanto cubriendo mi cara que está toda mojada por las lágrimas.
— Gracias Doctora, no sabe las ganas que tengo de ver a mi hija, a Becca y a Benjamín. Lloro de la emoción, me he vuelto toda una dramática, lo sé.
— Lo se Anabella y no lo hago por ti que conste, lo hago por Evangeline. Yo sonrio, pero mi sonrisa se borra y la doctora me mira con preocupación.
— ¿Y si ya tiene pareja? ¿Y si mi hija no me quiere ver? ¿Y si Becca ya tiene más amigas?. Camino de un lado a otro nerviosa.
— Ok, ok, ok, debes parar Ana, no te conviene que te vean desequilibrada así que relájate. Respire hondo. Ella tenía razón.— Debes prepararte para lo que sea. Yo asienti después de todo yo lo había dejado libre, respiro fuerte antes de irme de nuevo a mi habitación.

Una semana ha pasado y es hoy que mi abogado que aún paga mi ex suegrito, me citó para poder dársela buena o mala noticia, estoy ansiosa y aunque intento que no se me note, creo que es imposible, estoy muy nerviosa,llega la hora de la reunión y mis manos suda  frío y tiemblan un poco.

— Anabella, es bueno verte. Saluda el abogado apenas entró a la sala.
— Digame abogado, cual es la noticia. Intento ser fuerte y resistir la incertidumbre. Pero el me mira sin expresión, su cara no me dice nada y mi agonía está en demasía.
— Lo hemos logrado señorita Liss, dentro de una o dos semanas más ya podrá cumplir su condena libre. El suspiro de alivio deja mis labios de forma inmediata, cierro los ojos fuerte, ta pronto podré recuperar lo que es mío,  eso me hace muy feliz. Sonrio a mi abogado y después de hablar con el de todo los por menores, me voy a el patio para reflexionar.

------------------------------------------------------------
           DOS SEMANAS DESPUES
------------------------------------------------------------

Voy saliendo del odioso hospital, mi sonrisa no se borra de mi rostro y lo primero que veo al salir, es a el dr. Raúl esperando por mi, es el único que sabe de mi salida, quiero que sea una sorpresa, si si si, ahora paso de cursi y eso pero quien puede culparme.

— Que bueno es verte libre de nuevo Anabella. El sonríe y yo hago lo mismo.
— Quiero ir con ellos. Se que mis ojos le muestran mi desespero y eso lo hace asentir.
— Entonces vamos. Caminamos hasta su auto y el habla y habla, quizás poniéndome al día, pero la verdad no le he puesto cuidado.

— ¿Ana, me estás oyendo??. Me sobre salto un poco y el rie con burla.
— ¿Que? ¿De qué me hablabas?. El rie más fuerte.
— Deja de pensar tanto, te decir que ya casi llegamos. Yo sonrio con culpa y mi corazón late como loco cuando estaciona frente de donde me dijo que Ben vive con nuestra hija, voy abrir mi puerta pero algo me detiene mi corazón juega un maratón y mi sangre se congela en mi sistema.

Mi Benjamin sale con nuestra hija en brazos y tras el sale una chica rubia muy linda cargando lo que supongo es el bolso de mi beba, mi agarré se vuelve muy fuerte en la manilla del auto, pienso en bajarme y gritarles, pienso en la posibilidad de decirle a esa chica que es mío y solo mío, pero veo que el le dice algo y ella sonríe tan malditamente bien que sus ojos brillan y no soy tonta para no saber que significa ese brillo en su mirada, lo reconozco porque de esa misma forma brillan mis ojos cuando estaba con el, suspiro y niego aflojando el agarre de la manilla, yo le dije que hiciera su vida, yo lo aparte de mi, yo lo mandé a brazos de otra, que derecho tengo de regresar y meterme en su vida, que derecho tengo de reclamar algo que yo misma aleje, ninguno ¿cierto?.

— Es hora de irnos doctor. Sonrio con tristeza y el me mira extrañado.
— No se quien es ella, pero no creo que sea su novia Ana, deberías intentar hablar con el o por lo menos mirar a tu hija. Yo asiento sin ánimos.
— Yo creo que no, creo que lo correcto es seguir lleno a terapia y buscar como ganarme la vida y ahí si venir a reclamar la maternidad que yo misma deje. El suspira y me mira con  molestia.
— Tu eres su madre, tienes que recuperar tu puesto.
— Lo se, pero Evangeline merece una madre que tenga algo que ofrecerle, es mi decisión doctor, prometo recupera mi puesto de madre pero como debe ser, en cuanto a Benjamín pues el solo me hizo caso y esta bien. Raúl asiente con molestia y arranca el auto, haciendo que Benji se percate de su presencia, a los minutos llama y su padre pone el manos libres.
— Hijo. Saluda El Dr.
— Papá, me pareció verte fuera de casa. Pregunta extrañado.
— He si, fui a ver a Evangeline.  Yo niego para que no hable de mi primero quiero recuperarme, Raúl gira los ojos con molestia.
— ¿ Y por qué no te has bajado? Eva te a extrañado mucho. De fondo se escucha la voz de esa mujer y mi estómago me duele.
— Es que me llamaron para una reunión importante, lo siento hijo se que los he tenido algo abandonados pero me he ocupado, quedamos luego ¿si?.
— Esta bien, saludos a mi mamá Elisa. Termina la llamada y mi corazón duele mucho, quizás ni se acuerde de mi.
— El no merece esto. Es lo único que dice El Sr. Raúl y se que tiene razón.
— Lo se, pero tampoco merece pedazos el lo merece todo y si esa chica es lo mejor para el pues aún que duela lo acepto. El bufa con frustración.
— Yo no estoy tan seguro que esa chica ande con...
— No quiero hablar más de eso. Lo interrumpió cerrando el tema, mi prioridad es Evangeline, claro Benjamin es importante pero ya no es mío, por lo tanto lo mejor es intentar darle su espacio, pero Evangeline sigue siendo mi hija y quiero estar con ella y para eso tengo que acomodar mi vida un poco, quiero estar apta para pelear por su amor porque si algo no me quitará esa rubia es el amor de mi hija que no lo tengo aún pero se que podré ganarmelo ya perdí a mi hermoso Ben pero no quiero perder el fruto de nuestro amor.

MI BELLA CALAMIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora