EMBARAZADA

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                       Embarazada.
Anabella.
  
Logro abrir mis ojos estos me pesan, pero hago lo posible por abrirlos con cuidado,miro a mi alrededor y me veo en un cuarto de hospital, suspiró exasperada. Minutos después la puerta se abre y entra una muy nerviosa Rebecca, al verme se apresura.
  -- Gracias a Dios, me tenías muy preocupada. Exclama con evidente alivio.
  -- ¿Que hago aquí?. Pregunto tranquila.
  -- Te desmayaste y no despertabas tuve que traerte hasta el hospital. Me comencé a poner de pies aunque aún tenía un poco de mareo.
  -- ¿A dónde crees que vas?. Ella se cruza de brazos pero yo sigo en lo mío.
  -- Me voy. Respondo con simpleza.
  -- Nada de eso, el doctor te hizo unos exámenes y ya viene con los resultados.
  -- Y una mierda voy a esperar, me voy. Hablo irritada y ella resopla
  -- No te vas a ir, después de los resultados nos vamos. En eso entra un hombre mayor, calvo y barrigón.
  -- Señorita Ana, que bueno que despertó, le hice unos análisis y creo saber porque su desmayo. Me mira con una sonrisa ¿divertida? no lo sé pero me exaspero.
  -- Y bien, hablé de una vez que ya me voy. Nunca había Sido brusca pero el se está burlando de mí.
  -- Está usted embarazada ¡felicidades!. Se me cae el bolso de las manos y lo veo sin poder creerlo.
  -- ¿Que? dijiste que no tenías novio y seré tía. Chilla emocionada la peliroja.
  -- Eso no es posible. Digo segura y sin expresión.
  -- Pues el examen dice lo contrario, estás embarazada. El se cruza de brazos
  -- He dicho que es un error, yo no puedo salir embarazada soy estéril. El se ve exasperado por mi actitud tranquila.
  -- Pues entonces es un milagro ¿tiene expediente?. Lo veo y suspiro asintiendo.
  -- La obstetra la está esperando señorita. Me siento entumecida es raro, no lo creo, yo no puedo concebir cuando voy a negar la voz de Becca me interrumpe.
  -- Claro que vamos donde es el consultorio. La veo y de verdad no sé porque no la he matado.
  -- Síganme. Propone el médico, la peliroja me arrastra, llegamos a el consultorio y al entrar está una señora que nos sonríe con calidez y yo me siento más exasperada.
  -- Buenas, soy la doctora Márquez vamos a revisar a tu bebé. Me habla pero yo sigo igual. Después de hacerme unas preguntas, me entrega una bata para que me cambie en el baño, para salir de esta estupidez voy a el baño me cambio y ella me indica que me acueste en una camilla, Rebecca no se ha separado de mi con una enorme sonrisa.
  -- ¿Listas?. Pregunta la doctora y yo no digo nada Becca asiente emocionada. La doctora aplica un gel y lo remueve en mi vientre con un aparatico, lo mueve y ve concentrada la pantalla.
  -- ¿Pasa algo malo?. Pregunta Rebecca nerviosa.
  -- No hay bebé. Hablo con simpleza.
  -- De hecho, si hay bebé, solo que está muy pequeño pero mira esta manchita es tu bebé. Ella me ve y sonríe abiertamente y yo siento mi corazón latir un poco fuerte aunque mi cara no cambia, es extraño no sé si es bueno o malo lo que me hace sentir.
  -- ¿Embarazada?. Pregunto incrédula.
  -- Embarazada, de cuatro semanas. Me confirma la médico.
  -- Esto es genial. Grita Rebecca, pero yo se que no y me lo confirma la mirada preocupada de la obstetra.
  -- Tu utero esta débil, es un embarazo de alto riesgo, necesito tu expediente o que vallas a tu médico de confianza lo antes posible. Un nudo se instala en mi estómago y peor con lo que voy a decir pero es mejor para ese bebé.
  -- Quiero abortarlo. Digo firme.
  -- ¿Que?. Jodea Rebecca.
  -- A dónde tengo que ir. La doctora suspira derrotada.
  -- Es cierto que el embarazo no es fácil, pero puedes superarlo si tus seres queridos te apoyan. Yo sonrió de lado.
  -- Créame que no tengo seres queridos, no estoy pidiendo sugerencias, yo no puedo ser madre no lo entenderían.
  -- No dejaré que lo hagas, no puedes matar a tu hijo ¿es que no tienes sentimientos?. Veo a Rebecca tranquilamente.  
       -- Estás en lo correcto Rebecca, no los tengo.
  -- Pues programare una consulta para dentro de 3 días, piense las cosas bien. Habla la doctora rendida.
  -- Ok. Camino a el baño y me cambio, cuando estoy lista salgo sin prestarle atención a nadie, me voy del consultorio hasta llegar afuera y buscar un taxi la voz llorosa y angustiada de Becca me detiene.
  -- Si lo haces, no seré más tu amiga, no iré más a tu casa, me oyes no me importaras más. Reclama con furia.
  -- Nunca he pedido que lo hagas y si es así mucho mejor no te quiero cerca de mi. Saco la mano a un taxi y subo en el para ir a el departamento, al llegar saco mis zapatillas y me tiró a el mueble, no puedo traer un hijo a el mundo, yo no puedo sentir empatía ¿Y si un día quiere que lo abrace? ¿o qué le diga que lo amo? no quiero ni imaginarme a un bebé triste porque su mamá no lo quiere de verdad. Esto lo hago por él bebé y por Benjamín, no es justo que los amarre a mi, no es justo que tengan que sufrir y luchar por un amor que no tengo, no siento que esté en lo correcto, pero en esta situaciones hay que pensar con la realidad del asuntó, un bebé es para alguien que pueda cuidarlo y de paso el embarazo de alto riesgo dónde no sé si llegara al final.

MI BELLA CALAMIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora