REBECCA

6 3 0
                                    

                            Rebecca

Anabella:

Dejo de acariciarme y se tensó, un frío recorrio mi estómago pero no me volví a verlo, no sabía porque lo había dicho, si, lo amo no me mal entiendan, pero mi boca tuvo vida propia, me sienti libre después de decirles esas dos palabras, pero tengo que reconocer que también me dio algo de nervios después de todo se supone que no tengo sentimientos, él me miro como un bicho raro y la verdad ya me estaba sintiendo así, hasta que por fin se dignó a decir alguna palabra.
-- ¿Que?. Si bueno esperaba algo más elaborado viniendo de el, resople exasperado restándole importancia.
-- No pienso volver a repetirlo. Aún no había visto su cara pero tampoco pensaba hacerlo.
-- No tienes que sentir miedo de nada Ana, estamos juntos en esto y te prometo que mientras este en mis manos lucharé para volver a escuchar de nuevo un te amo de tus labios, se que no va a ser fácil pero si tu quieres que seamos felices lo seremos porque yo no pienso rendirme. A acaricio mi mejilla con su mano y plantó un beso corto en mis labios.
-- Creo que deberíamos irnos. Susurre, el sonrio y asientio. Eso es lo agradable de Benji no me presionaba, el sabía que había sido mucho por hoy, muchas emociones juntas. Nos levantamos y después de arreglarnos la ropa volvimos a el coche, el camino se me hizo relativamente corto porque pasé todo el rato dormida, cuando abrí los ojos ya estábamos estacionados en nuestro edificio, me di cuenta que él me veía y cuando nuestras miradas se encontraron me sonrió.
-- Hemos llegado bella durmiente. Asenti y bajé del coche, me sentía un poco cansada. Subimos en el ascensor y me recoste del hombro de Benjamin, el no tardó en rodearme con sus brazos, apenas llegamos a la puerta lo primero que vi fue una mata de pelos rojos apunto de golpear la puerta.
-- Supongo que viniste a alimentarme ¿verdad?. Hable bajo pero ella me escuchó y se volteó poco a poco, sus ojos estaban ligeramente rojos y su nariz respingona también, eso me hizo examinarla de pies a cabeza, estaba desarreglada, su desastre de cabello estaba peor que nunca.
-- ¿Te ha pasado algo Becca?. El tono de voz de Benji era preocupado, me tuve que contener y recordar que ellos no se gustan, ella jamás lo vería con otros ojos y él esta enamorado de mi, respire hondo antes de hablar.
-- ¿Que te pasó?. No sé si así le preguntas a alguien cuando está mal, pero yo no conozco otra forma. Ella no respondió solo corrió hasta llegar a mi y me abrazó me tense al instante, cuando escuché sus sollozos me obligue a relajarme un poquito.
-- Me ha dicho que no soy su hija. Sus sollozos no la dejaban hablar, vi a Benjamín para que me ayudara pero el solo se encogió de hombros. Yo levante una mano y la coloque en su cabello, la verdad no tenía ni idea lo que hacía pero bueno ahí estaba yo intentado ser buena.
-- ¿Será que puedes hablar de una maldita vez?. Hable tranquila y en un tono de voz solo para ella. A estas altura ya Ben había abierto la puerta y esperaba por que nosotras entraramos, Becca se calmó un poco y las dos entramos, pensé que ya su drama había acabado pero estaba muy equivocada, volvió a sollozar.
-- La llamé para felicitarla y ella me dijo que no era su hija, que era una vergüenza, que no volviera siquiera a llamarla. Lloro más desconsolada.
-- A ver y ¿de quién hablamos?. Intente de nuevo.
-- De mi madre, me odia. Se limpió las mejillas con el dorso de su mano. Benji le tendió servilletas de papel y ella agradeció con su cabeza.
-- Tu mamá no te quiere desde hace mucho Becca ¿por que insistes?. Ben me ve con desaprobación y yo no sé que fue lo que hice.
-- Solo... solo pensé que ya lo había olvidado, soy su hija no me cabe en la mente que pueda dejar de amarme. Sollozar suave y yo me siento a su lado en el sofá.
-- Te diré esto y escúchalo bien porque no lo repetiré: Eres una buena chica y has luchado mucho, no sé que carajo hiciste para merecer el odio de tu mamá, pero se que no tuvo que ser algo tan grave, tienes que aprender a valorarte y si ella te ama de verdad te va a perdonar y también te pedirá perdón, solo dale tiempo y si no lo hace siempre nos tienes a nosotros también somos tu.. familia ¿no?. Ella estaba hecha un mal de lágrimas y volvió a abrazarme, yo volteé los ojos y la aparte.-- Bien creo que son muchos abrazos por hoy. Benji y ella sonrieron.
-- Me enamoré de mi vecino, éramos unos chicos cuando empezaron los besos a escondidas, después pasaron los años y pues seguimos así, hasta que decidimos que era momento de entregarnos, los dos éramos vírgenes no sabíamos lo que hacíamos pero fue mágico, meses después me quedé embarazada y él fue a intentar hablar con nuestras familia, todo pasó muy rápido. Suspiro y miro a la nada perdida en sus recuerdos, una lágrima solitaria se deslizó por su mejilla y la quitó con rabia.
>> De un momento a otro mi padrastro lo golpeó fue horrible, casi lo mata, luego fueron por mi, me golpearon hasta que perdí a mi bebé. Sollozar y yo tengo mucha rabia contenida, Ben también está consternado pero decidimos que tenemos que dejarla hablar.
>> No me llevaron a urgencia, una doctora amiga de mi mamá me hizo todo lo que hay que hacer, tuve días sin saber de él, luego me enteré de que estaba en coma, intenté ir pero no me dejaban luego supe que se lo llevaron a otro país o ciudad no lo sé, pensé que todo quedaría hasta allí pero mi madre me golpeaba cada vez que quería ya no lo soporté más, siempre me insultaba y me decia que era hija del diablo que tenía que llegar virgen a el matrimonio, ella es fanática religiosa y le dio vergüenza que todos en el pueblo se enteraran de lo que paso, nadie supo de mi embarazo ellos no dejaron que eso saliera de allí, sus maltratos pasaron hacer cada vez peores hasta que no lo aguante y huí. Llora y balbucea cosas entre sollozos.
-- Pues déjame decirte que tu no has hecho nada malo, te enamoraste ¿ y que? Todos cometemos fallas pero la de ella no tiene perdón Rebecca eres tú la que no debería de querer a esa mujer como tú madre, mato a tu hijo y te alejo del hombre que amabas, no tienes que sentirte mal tu, ella tienes que darse cuenta de su error. Yo estaba llena de ardor en el pecho no sabía como explicar, quería quemar viva a esa vieja loca, me costó calmarme, Ben se sentó en medio de las dos y nos abrazó, debería de estar celosa pero no, me sentía bien. Los tres nos dimos una especie de abrazo que por mi parte duro poco.
-- Gracias por estar conmigo chicos. Balbuceo. Entre Ben y yo la sostuvimos hasta que se durmió, él la acostó bien en el sofá y yo la cubrí con una manta, como pude me agache y besé su cabello. Becca era una de las pocas cosas que me importaban, atravez del tiempo me di cuenta que mi enfermedad era selectiva, solo eran pocas cosas lo que me importaban pero aquí las tenía conmigo y mientras pudiera luchar lo haría si al final del día ellos aún estaban ahí para ver mis avances aunque fuesen mínimos.

MI BELLA CALAMIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora