Capítulo 2

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Estaba en la cama de su habitación, tumbada, pero no podía dormir. No podía parar de pensar en lo que le acababa de pasar en casa de esos dos hermanos. Era imposible que un chico estuviera enamorado de ella. Nunca antes le había pasado algo así. Pero ella estaba enamorada de Victor, de sus ojos marrones, de su sonrisa perfecta y de su pelo corto pero perfectamente peinado. ¿Porque tenía que estar enamorada de él?

-El amor es un sentimiento estúpido. - Refunfuñó.

No podía contener todas esas emociones para ella sola. Así que, cogió su diario, y empezó a escribir.

"Victor me hace sufrir, además es borde, pero también puede ser divertido cuando quiere. No sé qué hacer. Si Victor tuvieras el mismo carácter que su hermano sería perfecto. Su hermano es amable, divertido, y sobretodo no pasa de mi cuando le digo algo. Pero mi corazón, mi estúpido corazón se tenía que enamorar de Victor. No es justo".

Después de escribir esas palabras, Laura, cerró el diario y lo puso debajo de la almohada. Se había desahogado. En la mesita de noche, su teléfono, sonó. Era un mensaje de Marta.

- Le he pasado tu numero a un chico de Barcelona. Creo que está desesperado. Es tu oportunidad para poder enrollarte con un tio! Además está buenísimo!!!

Marta siempre estaba metida en temas de chicos, aunque ella aún no se habia enrollado con ninguno, éste último año habia hecho un gran cambio. Antes de pasar al instituto era la chica buena de colegio, con unas notas excelentes, una timidez extrema y un miedo enorme a quedar en ridículo. Pero en estos últimos tres años había conseguido superar estas etapas y cambiar radicalmente. Había dejado la etapa de "Buena Estudiante" atrás y había arrinconado la timidez. Ahora solo le hacía falta tener un rollo con uno de esos tíos que ella conocía. Pero mientras no lo conseguia, ella no paraba de enviarles contactos a sus amigas, que segun ella eran "su futuro".

No era tan mala idea hablar con ese chico. Asi podria hacer que de alguna manera Victor, se pusiera celoso. Y sin pensárselo dos veces, le envió un mensaje a ese desconocido, que al parecer se llamaba Sindi.

-"Sindi"- Repitió ella desconcertada.

-Que nombre más extraño.

-Hola, soy una amiga de Marta.

Pero era tarde. No eran horas para conectarse al Whatsapp, y además Laura estaba cansada. Pero justo en el momento en que Laura estaba apunto de cerrar el móvil, éste, sonó.

-Hola. ¿Como te llamas?

-Me llamo Laura. Marta me ha pasado este numero y no sabía quien eras.

-Pues yo me llamo Sindi.

-Que nombre más raro. ¿De donde eres?

-Soy de España, la más pura y dura. Como otra de mis cosas nena.

No tenía ningún tipo de interés en una persona así. Por eso se despidió de Sindi para irse a dormir. Pero éste, al ver el mensaje de buenas noches le rogó que no se fuera, que tenía una pregunta muy importante que hacerle:

-Vale, dime.

- ¿Quieres liarte conmigo?

Al leer ese mensaje se levantó de golpe. ¿Ella? ¿Liarse con un chico que apenas conocía? Eso le venía demasiado gordo, además era un cretino. Pero pensó que no era mala idea para distraerse un poco, y en parte, para pasarlo bien. A partir de ese momento Laura no paró de soltar una mentira tras otra a las preguntas que él le hacía:

- No se si deberíamos liarnos. Lo digo porqué nos acabamos de conocer...

-¿Pero tu te has liado alguna vez?

- Tantas que he perdido la cuenta.

- Yo me veo preparado para hacer más cosas... ¿Tú?

- Espera, espera. ¿A qué te refieres?

- Aver, lo que viene después de enrollarse es pasar a la cama ¿no? Además, seguro que te lo pasarias genial con una cosa que tengo yo muy especial.

Vale, ahora si que Laura no podía creerse lo que le estaba pasando. Un chico le había pedido para "Pasar a la cama" con ella y solo se conocían de 15 minutos.

-¿Pero tu... me lo dices en serio?

- Sí yo me veo preparado. ¿Tu no? ¿Acaso no te has liado muchas veces?

- Sí.

- ¿No crees que es el momento de pasar a la verdadera acción?

- ¿Pero de verdad lo crees?

- Laura estoy empezando a pensar que nunca te has liado.

La había pillado. No sabía como reaccionar. Así que apagó el móvil, e intentó dormir.

Tenía demasiadas cosas en la cabeza, era imposible poder dormir con todo lo que le había pasado ese maldito día: el día en que su amor más profundo le había dicho que ya tenía novia; el día en que Marco, un amigo de toda la vida, le había dicho que estaba enamorado de ella; el día en que un chico que no conoce de nada le ha pedido para "pasar a al cama".

Era demasiado para Laura, pero por suerte, Kala estaba allí, su precioso gatito de color negro con una mancha blanca en la barriga. Se acercaba poco a poco a sus pies, subió a la altura de sus brazos, se acurrucó y, entre caricias y ronroneos, Laura consiguió dormirse por fin.

HopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora