Estaban confusas, desde el comedor no se podía ver quien estaba en la puerta.- Hola. - Dijo Martina con voz tímida.
- ¿Quién és?- Preguntó Laura en voz baja. Paula se encogió de hombros.
- Hola. - Una voz grave se escuchó desde la puerta. Laura no sabía quién era, pero al pero al ver a Maya se dió cuenta de que ella sí sabía quien era.
- ¡Es Alex! - Exclamó en voz baja. Al oír esas palabras Laura se quedó parada. ¿Alex?Pero si se habían dado un tiempo, no lo entendía. ¿Qué hacía allí? Pero al ver la cara de sus amigas comprendió que ellas tampoco sabían nada.
- ¿No me vas a dejar pasar?
- Sí, perdona.
- Hola - Saludó Alex al ver a las amigas de Martina sentadas en el sofá.
- Hola - Dijeron ellas al unísono.
- Creo que vas a dejaros solos durante un rato - Dijo Paula al ver el panorama. Ayudó a Patricia a levantarse del sofá. Maya y Laura estaban extrañadas por lo que acababa de decir Paula, ella al ver las caras de sus tres amigas confusas les hizo una señal para salir a fuera. Y sin decir nada se levantaron, abrieron la puerta y salieron.
- ¿Que hace este aquí? - Preguntó Patri.
- ¿Crees que lo sabemos? - Dijo Marta
- !Yo que se!- Protestó.
- Creo que te está empezando a subir la borrachera. - Asintió Maya.
- Na. ¿O sí? Ups, no lo se.
- Definitivamente esta noche será muy larga. - Dijo Laura al pensar en lo que estaba pasando.
- Sabeis, creo que tenemos que ir al parque para sentarnos y pensar un poco aver que hacemos.
- ¡Yupi al parque! - Gritó Patri. De camino hacia el parque Patricia no paraba de hacer tonterías. A Laura y a Marta les parecía gracioso pero a Maya y a Paula no tanto. Tardaron tres quartos de hora en llegar al parque. En condiciones normales sólo tardarían un quarto de hora pero se sentaron tres vezes porque Patri se distraía con cualquier cosa. Al llegar al parque se sentaron en un banco cerca de los columpios. Laura creyó que sería buena idea llamar a Andrea para que viniesen a hacerles compañía. Pero pareció como si Andrea le hubiese leído el pensamiento porque justo antes de coger el móvil de su bolso empezó a sonar. Era Andrea.
- Hola guapa. ¿Donde estais?
- Estamos en el parque, te tengo que explicar lo que nos acaba de pasar. Tienes que venir.
- ¿Puede venir Frider?
- Sí claro.
- ¿Y Alvarez y Max que? ¿Os habéis olvidado de ellos? - Laua al oír sus nombres se dió cuenta de que sí se habían olvidado de ellos.
- ¡Es verdad! Diles que vengan también.
- Vale pues nos vemos. - Después de esa frase Laura colgó el teléfono. Y les explicó loque había hablado con Andrea. Al cabo de diez minutos Andrea ya estaba allí junto a los tres chicos. Andrea se acercó a Laura y le susurró a la oreja que Max y alvarez habían bebido un poco. Después de decirle esas palabras se fijó en Alvarez que se había sentado al lado de Marta. La había rodeado con el brazo por encima del hombro y estaban muy, muy cerca. Marta no le gustaba esa situación y miraba a sus amigas con desesperación. Laura no se lo pensó dos veces y se levantó de su sitio, se puso delante de Marta y Alvarez, miró a Alvarez muy fijamente cogió el brazo que rodeaba a Marta lo puso encima de la pierna de Alvarez y se sentó, con dificultades en medio de Marta y Alvarez. Al hacer eso Alvarez se separó un poco del lado de Laura y la miró con repugnancia.
- ¿Cómo os va por aquí? - Preguntó por romper el hielo. Al oír esas palabras Marta intentó contener su risa. Lo que había hecho su amiga era lo más raro que alguien había hecho para librarse de un chico. Laura al darse cuenta de lo que había hecho también intentó aguantarse la risa. Alvarez que lo entendía nada decidió levantarse e ir a hablar con Max que se lo miraba todo desde otro banco. Las chicas se sentaron todas en un mismo banco y empezaron a hablar. No se dieron cuenta de que el tiempo se les echó encima. Y cuanto más pasaba el tiempo peor estaba Patri. Así que decidieron ir a casa de Matrina. Andrea quería ir a la fiesta otra vez. Así que se llevó con ella a los tres chicos que también querían pasarlo bien bailando y gritando.
- Nos vemos luego.
- Adios. - Dijo Laura al despedirse de Andrea.
- ¡Chao bella!- Gritó Patri.
- Venga tenemos que llegar a casa sin que la atropelle un coche. Aver si lo conseguimos. - Dijo Paula. Al llegara casa de Martina sólo estaban las luces de la planta baja encendidas y la música estaba a tope. Las cinco chicas picaron al timbre muchas veces pero nadie les abría. Así que decidieron entrar para ver si había pasado algo. Maya cogió la llave de debajo la alfombra, la puso en la cerradura y abrió la puerta. La música estaba a tope. En un primer momento no vieron a Martina y la bucaron con la mirada pero seguían sin verla. No se atrevían a entrar en el salón por miedo a lo que pudieran ver. Hasta que Paula se agarró del brazo de Laura, y la arrastró hasta el salón. En un primer momento no sabían que estaban viendo. Estaba en el sofá, parecía como si alguien estuviera viendo la tele, pero la tele estaba apagada. Era un hombre, rubio, no era el padre de Martina. De repente Paula se dió cuenta de lo que estaban viendo. Era Alex. ¿Aún estaba allí? Laura lo entendió quasi al mismo tiempo que Paula. Maya ya había cerrado la puerta y había cogido a Patri por un brazo y al otro lado estaba Marta así al ayudaban a andar. Llegaron al lado de Paula y Laura. A ellas les costó menos entender lo que estaban viendo. Bueno, les costó menos a Marta y a Maya pero Patri continuaba en su mundo. Les extrañó no ver a Martina así que Paula gritó su nombre. No se podían creer lo que estaran viendo.

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Hope
Teen FictionLaura, una simple chica de 14 años, orgullosa de ser friki, descubre que el mundo no es ten fácil como ella se imaginava. Ella intenta plantearse la vida con buena cara. Conocerá su verdadero amor, pero también el rechazo. Conocerá la verdadera ami...