Capítulo 3

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Ya era tarde, en poco tiempo cenarian y no tenía nada que hacer, estaba lloviendo, su hermano estaba jugando con la nintendo y sus padres estaban concentrados trabajando con sus ordenadores. Así se sentó en su cama con la espalda apoyada en la pared, se puso los cascos y se sumergió en su mundo. La canción de "Thinking out loud" de Ed Sheeran empezó a sonar. Le hacía pensar en cosas que ella no quería, le hacía pensar en el amor, le hacía pensar en Victor, en que nunca encontraría su amor verdadero.

Los ojos se le empezaron a humedecer cada vez más. Nunca llegaría a gustarle a otra persona. Una lágrima de desesperación acabó por precipitarse y resbalar por el rostro de una chica a la que le habían roto el corazón. Pero al oír su teléfono acercó la manga del jersey azul marino y la pasó por sus mejillas sonrosadas para secarse esa lágrima que había logrado escapar.

Era un mensaje de Maya, su mejor amiga:

- Tenemos que hablar.

Esas palabras eran el significado de que algo no iba bien. Pero ella también le tenía que explicar todo lo que sucedió durante esa maldita tarde de julio.

-Yo también necesito hablar contigo.

-Vale empieza. Lo mio puede esperar.

Su amiga era lo mejor que le había pasado. Siempre estaba escuchando todos y cada uno de sus problemas. Así que empezó a escribir todo lo que le había ocurrido. Maya, después de leer el párrafo que Laura le había mandado, quedó perpleja. Todo aquello era demasiado para su amiga. Y como Maya ya tuvo alguna experiencia con el amor, la aconsejó lo mejor que pudo.

- Tienes que pasar de Victor. ¿No ves que te está haciendo daño?

- Ya lo se pero esque no lo puedo decidir. Mi estúpido corazón está enamorado de él y no puedo hacer nada para evitarlo. Lo he intentado pero no se puede.

- Lo sé. A mí también me pasó y es una auténtica putada.

- Bueno Maya, ahora te toca a tí hablar.

- Martina y Álex se han dado un tiempo.

- ¿¡Me lo dices en serio!? ¡Eran la pareja perfecta! ¡Como ha pasado?

- Ha sido Martina. Estaba harta de que él la sobara. Y tiene razón, Álex es un pesado.

- ¿Crees que volverán?

- Francamente espero que no.

Esa respuesta no era propia de Maya. Pero si ella tenía las cosas tan claras sería por una buena razón.

- Pero las cosas no se acaban aquí-. Continuó Maya

- ¿Aún hay más?

- Paula y David lo han dejado.

- ¿Como?

- Si. Las cosas han cambiado. Laura me tengo que ir que empiezo el partido.

- Vale, buena suerte guapa.

- Nos vemos.

Por suerte, esa conversación, le había hecho ver a Laura que no era la única con problemas amorosos. Salió de la habitación para ponerse a hacer la cena. Su hermano pequeño se había quedado dormido en el sofá con el juego de "Super Mario Bros" encendido. Pol tenía dos años menos y aunque era una pesadilla de hermano, le quería mucho.

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