Capítulo 14

13 3 0
                                    

  - Ya hemos llegado. Chicos despertaros.- Ya estaban en Palamós, pero era de noche y  tenían sueño.

- Nosotros descargamos las maletas. Vosotros haceros las camas. Laura ya sabes como funciona. Explicaselo a Marta. - Dijo su  padre cargando con tres maletas enormes de ropa. - Vale. - Respondió Laura mientras acompañaba a Marta a su habitación. Su abuela estaba durmiendo, y no querían despertarla.

- Habla en voz baja, que mi abuela duerme. - Dijo Laura mientras entraban en la casa.

- Ven, nuestra habitación es esta. - Al entrar, sus camas ya estaban hechas, solo tenían que ponerse el pijama y meterse en la cama. Ya estaban en la cama y Laura se estaba apunto de dormir. Cuando de repente sonó un whatsapp de su móvil.


He tardado una hora pero ya tengo tu numero.


En la foto de perfil se podía ver perfectamente que el que la había escrito ese mensaje era Frider. ¿Que se suponía que tenía que decirle? ¿Besas muy bien? Como no sabía que responderle, apagó el móvil por completo y, por fin, se puso a dormir.


El sol entraba por la Ventana de su cuarto, una vez despertada, Laura, ya no se pudo volver a dormir. Cogió el móvil para comprobar la hora. Eran las ocho de la mañana. Intentó despertar a Marta de todas las formas posibles. Le puso un calcetín en la cara, la sacudió hasta no poder más, e incluso la destapó. Pero no dió resultado. Entonces probó con una técnica que estaba segura de que no fallaria.

- Me tendré que ir sola a la playa. - Dijo Laura. Al pronunciar la palabra playa, Marta, saltó de la cama y se puso de pié. Yo también voy.

-Pues primero tenemos que desayunar, y luego prepararnos las bolsas, después ya podremos ir a la playa. - Dijo Laura acentuando la palabra playa.

- Pues a qué esperamos. - Subieron las escaleras de caracol intentando no hacer ruido para no despertar a los que estaban durmiendo. Esas escaleras llevaban al piso de arriba, donde estaba la cocina, el comedor, la terraza y el dormitorio de Matilda, la abuela de Laura. Se prepararon el desayuno y empezaron a comer.

- ¿Que era lo que me querías decir ayer por la noche?- Preguntó Marta con la boca llena de cereales. Laura estaba esperando impaciente esa pregunta. Y empezó a relatar todos los hechos sin dejarse ningún detalle. A medida que iba avanzando la historia, Marta estaba más atenta. Al acabar su explicación, Marta solo dijo una frase.

- Pues ahora me toca a mi. - Laura, eso, no se lo esperaba. ¿Ahora le tocaba a ella?

- Tengo tres semanas para enrollarme con un tío. Y ya que estamos en la playa, voy a aprovechar mi cuerpazo. - Dichas esas palabras se levantó, tiró la leche que le había sobrado de sus cereales y fué a cambiarse de ropa. Se puso unos shorts de color negro y tiro alto que le quedaban genial, junto a una camiseta de tirantes, corta y blanca. Laura se puso unos shorts de color azul cielo, con una camiseta de manga corta marinera, con la que se le podía ver el ombligo y, debajo, tenían el bañador. En una bolsa, llevaban las toallas, la crema de sol, y un altavoz para poder oír mejor la música.

- Ya estamos listas para ligar. - Dijo Marta contentisima.

- Vale, espera que aviso a mi abuela, y nos podremos ir.- Laura fue a la cocina donde su abuela se había metido haciendo la comida.  

- Marta y yo nos vamos a la playa. ¿Nos podrás venir a recoger?- Dijo Laur poniendo la mejor cara de niña buena del mundo.

- Sí claro, cuando me llames, yo, vengo.- Dijo Matilda. -

HopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora