Ese era el peor momento en que un teléfono móvil podría sonar. Pero pasó, el teléfono de Laura estaba sonando. Esa irritante melodía, rompió el momento más perfecto de su vida. En la pantalla de su samsung se podía leer "Mamá". Frider retiró los brazos que estaban rodeando la cintura de Laura, para que ella pudiera coger el teléfono. Laura no quería que eso se acabara pero ya era demasiado tarde.
- ¿Si?
- Laura, ¿dónde estás? Tenemos que marcharnos. - La voz de su madre, al otro lado de la línea, se oía distorsionada por el ruido de los cohetes.
- Mamá, ¿quedamos en el parque vale? - Esas palabras se le clavaron en el pecho como una flecha ardiente. Laura quería quedarse con ese chico que le había dado el mejor regalo del mundo. A Frider, esa situación, le parecía divertida, porque esa sonrisa aún no se le había borrado.
- Vale mama... Adios mamá. Adios. - Colgó el teléfono intentando disimular el disgusto.
- Me tengo que ir. Lo siento.
- Pues lastima, porque me lo estaba pasando muy bien. - Las mejillas de Laura se sonrojaron aún más. No sabia que decirle. A ella también le había encantado lo que había pasado entre ellos dos. La puerta de la terraza se abrió de golpe.
- Laura, tu madre me ha llamado y... - Andrea se quedó parada al ver a Laura y Frider tan cerca el uno del otro.
- Si, ya voy. - Respondió Laura un nerviosa.
- Te espero abajo. - Andrea, alterada, abrió la puerta de la terraza torpenemte.
- ¿Cuando te podré volver a ver? - Pregunto Frider acariciando con la mano derecha la mejilla sonrojada de Laura.
- No lo se. Tendrás que pedirle mi número a Andrea. - Dijo Laura con unapequeña sonrisa. Frider, bajo suavemente la mano que tenía posada en la mejilla de Laura hasta encontrarse con la mano izquierda de ella. Se acercó poco a poco a ella, y sus labios volvieron a encontrarse. Un último beso, bajo los cohetes artificiales que iluminaban el cielo. Ese beso duró menos que el segundo pero un ppoco más que el primero. Al separar sus bocas, Laura, soltó suavemente la mano de Frider y empezó a andar camino a la puerta de la terraza.
- ¿Por qué no me das tu directamente el numero? - Pregunto Frider, sin moverse de su sitio. Laura se detuvo delante de la puerta. Giró la cabeza por encima de su hombro izquierdo. - Porqué sinó no sería divertido. - Dijo Laura sin borrar esa sonrisa de su cara. Se puso su mano derecha encima de los labios, y delicadamente le lanzó un beso a Frider, que desde la otra puna de la terraza la contemplaba divertido. Laura se dió la vuelta, y desapareció por esa puerta de madera. Mientras bajaba las escaleras no podía parar de pensar en ese chico alemán, que acababa de besarla bajo los fuegos artificiales. Esa sensación tan extraña que nunca había sentido antes, la sensación de que te abracen, de que unos labios se unan a los tuyos, esa sensación tan intensa que hizo que Laura se transportase a otro mundo. Un mundo perfecto. Al llegar al final de las escaleras, Andrea estaba esperándola, como les había dicho. Al oír los pasos de Laura a sus espaldas se giró de inmediato.
- ¿Que ha pasado allí arriba?- Preguntó desconcertada.
- Andrea, no te lo puedes ni imaginar, ha sido mágico. Ha sido la mejor noche de toda mi vida. Parecía un cuento de princesas.- Mientras pronunciaba esas palabras, lo estaba reviviendo otra vez. Alzó la cabeza con la esperanza de ver a Frider asomado. Y allí estaba, observándola, mientras ella salía por la puerta de su casa. Y imitando el gesto de Laura, él, le lanzó un beso. Laura le dedicó una sonrisa a Frider y se puso al lado de su amiga.
- ¿Me lo vas a contar o no ? - Dijo Andrea impaciente, mientras empezaba a andar camino al parque.
- Andrea, ese ha sido mi primer beso. Mis tres primeros besos. Ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida.
- ¡Pero yo quiero detalles! - Exigió Andrea.
- Tú te has ido al baño, y yo me he puesto a ver la gente que pasaba por la calle. Entonces sonó el primer cohete, pero al girarme para verlo, Frider estaba a menos de cinco centímetros de mi. Me ha rodeado con su fuerte brazo por la cintura y me ha besado.
- Tía, ¡eso es fantástico! - Exclamó andrea cogiéndole del brazo y poniéndose delante de su amiga.
- Ya, pero ahora me voy. Me voy, y estaré a una hora de aquí. ¡Durante tres semanas! - Laura, bajó la cabeza. Ella no quería marcharse. Quería quedarse con sus amigas y quería volver a besar esos labios tan perfectos.
- ¡Ay! Por cierto, cuando tu madre me ha llamado me ha dicho que Marta vendrá con tigo y con tu hermano a casa de tu abuela.
- ¡Genial! ¿Y ella lo sabe? - Preguntó después de reflexionar un poco.
- Sí, ella ya está en el parque. Yo tengo que irme, así que nos vemos dentro de tres semanas. - Andrea se abalanzó a los brazos de su amiga y la abrazó.
- Andrea, gracias por traerme aquí. Si no me hubieras obligado, lo de Frider nunca habría pasado. - Le susurró.
- Para eso estan las amigas. - Dijo Andrea separándose de Laura.
- Nos vemos en tres semanas. - Dijo Laura viendo como su amiga desaparecía entre la multitud. Ella saludó con el brazo, y acabó de desaparecer. Laura se puso a andar camino al parque. Mirando los cohetes que no paraban de colorear el cielo. Tenía que contárselo a sus amigas.
Al llegar al parque vio a Marta sentada en un banco. Se acercó a ella, y se sentó a su lado. - - Tengo que contarte algo. - Dijo, haciéndose la misteriosa.
- Vale, pues ese algo tendrá que esperar. Venga, que tus padres nos van a matar. Has llegado diez minutos tarde. ¿Qué estabas haciendo? - Preguntó Marta mientras se levantaba del banco y empezaba a andar camino al coche de Laura.
- Esque es de eso de lo que quiero hablarte. Ha sido alucinante. Marta, por favor, escuchame. - Le suplicó mientras corría detrás de su amiga.
- Me lo cuentas en el coche. - Dijo ella sin dejar de mirar hacia delante.
- Vale. Pero prometeme que no se lo contaras a las demás. Quiero decírselo yo.
- Vale, pero espabila. - Aceptó Marta subiendo al coche.
- Tenemos un largo viaje así que poneos cómodos y si quereis podeis dormir.- Dijo el padre de Laura al ver que las dos chicas ya estaban sentadas.
- ¿Puedo poner musica? - Preguntó Laura sacando los auriculares de su riñonera.
- Vale, pero no la pongas en alto ponte ...-
- Auriculares. Ya lo se papa.- Dijo Laura impidiendo que su padre terminara la frase. Pues yo, voy a dormir. - Dijo Pol acomodándose en el estrecho sitio que tenía. Laura iba en medio del coche y a su derecha estaba Marta. Se la veía cansada, así que decidió esperar al dia siguiente para contarle lo que le había pasado. Laura se había puesto un auricular, y el otro se lo había dejado a Marta, que al cabo de quince minutos de carretera, ya estaba dormida. Las canciones de su teléfono la transportaban a un mundo donde todo era posible. No paraba de hacerse preguntas. ¿Por qué me ha besado un chico que apenas conozco? ¿Està enamorado de mí? ¿Y si yo me estoy enamorando de él? No se podía guardar esas preguntas tan importantes para ella sola así que decidió apuntarlo todo en su móvil.
"Lo que me ha pasado hoy es la cosa más espectacular que cualquiera en el mundo pudo haber imaginado nunca. Tengo ganas de contárselo a todo el mundo, pero no puedo. No hasta que tenga las cosas claras. Un chico alemán me ha besado bajo los fuegos artificiales de esta noche. Aún no me lo puedo creer. Eso seguro que nunca le ha pasado a ninguna de mis amigas. Pero estoy confusa. Ese chico solo lo conozco de dos o tres horas, pero supongo que ese beso no era de amor verdadero. Aunque lo parecía. Yo no estoy enamorada de él, a mi me gusta Victor. ¿O alomejor no? Cuando pienso en Victor se me corta la respiración por una milésima de segundo, se me llena la cabeza con miles de imágenes suyas. Pero Frider no se lo ha pensado dos veces, ha actuado, y eso es lo que yo estaba esperando. Se que nunca en la vida podré conseguir que Victor me bese de esa manera tan apasionada. Nunca conseguiré que Victor me bese simplemente."
Después de esas palabras los ojos se le cerraban solos. Así que decidió ponerse a dormir.

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Hope
Teen FictionLaura, una simple chica de 14 años, orgullosa de ser friki, descubre que el mundo no es ten fácil como ella se imaginava. Ella intenta plantearse la vida con buena cara. Conocerá su verdadero amor, pero también el rechazo. Conocerá la verdadera ami...