Salió abatido de la habitación del señor Shin. ¿Cómo se supone que le diría? Sin contar que sentía que debía decirle ahora más que nunca sobre la primera conversación que tuvo con Jaeryeong y todo lo que había dicho de él y de Jeongin.
No quería ver a Jisung, no hasta saber cómo iba a hacer para que el muchacho no lo odiara, pero sabía que sería imposible estar lejos de él sin que el castaño se preguntara si había algún problema. Lo confirmó en el momento en el que bajó nuevamente al pequeño restaurant y Jisung corrió a sus brazos.
—¡Honnie! Hablé con Hwa —comentó con entusiasmo—, quedó todo claro entre él y yo, ¿No es asombroso? Por fin no siento que algo nos impide estar juntos y —se calló, ladeó la cabeza y lo miró confundido—, ¿Pasó algo?, ¿Qué quería Jaeryeong?
Su novato, que rara vez se fijaba, había decidido que era un buen momento para poner atención a sus gestos faciales.
—Nada, temas del evento benéfico —mintió, sintiéndose horrible por tener que hacerlo—, ya sabes, Jaeryeong puede ser un dolor en el culo cuando quiere. —murmuró con una sonrisa mientras abrazaba por la cintura a Jisung.
—Es tu jefe... —murmuró—, deberías intentar entenderlo —añadió, dejando a Minho sonriendo falsamente—. Él siempre busca lo mejor para su trabajo, o eso es lo que he notado cuando hablo con Ryu al respecto. No me malinterpretes, sé que a veces puede ser cuestionable, pero Ryujinnie siempre sabe explicarme como funciona la cabeza de su padre.
Ryujin. Eso era. Miró a su novato, diciéndose que debería marcarle a su amiga para saber si ella tenía idea de lo que estaba haciendo su padre con su mejor amigo... Aunque pensándolo mejor, ¿Quería saberlo realmente?, ¿Qué pasaba si Ryujin decía que sí? No, él la conocía, ella no estaría de acuerdo, menos si se trataba de Hanji.
—¿Te parece si salimos a caminar un rato? La guía de Seungmin no se marcará sola. —lo invitó, esperando que dijera que sí.
Así tendría una excusa para ir a su habitación y hablar con la chica sin importar el huso horario.
—La verdad estoy algo cansado, Min —admitió con vergüenza. Sentía el dolor en sus músculos y solo quería darse una ducha helada y acostarse a dormir. A pesar de saber que era su último día para disfrutarse el uno al otro—. ¿Podríamos... simplemente ir a nuestras habitaciones y ver alguna película o algo? —pidió.
Minho asintió ante la ternura de su novato.
—Claro, lo que tu quieras, Hannie. —sonrió mientras lo tomaba del brazo para ir al ascensor.
Pasó su mano por la pequeña cintura del menor, amando la sensación.
—Creo que deberíamos ir por la escalera, Sung. El ascensor está tardando mucho. —murmuró, pero el chico negó.
—Si subimos por las escaleras tendrías que cargarme, me duele hasta el-
Se calló al instante al notar la ceja alzada de Minho.
—Me duele el cuerpo. —fue todo lo que dijo en cambio. El chef rió y se acercó a él, besando su cuello.
—Eres tan precioso cuando te pones así de nervioso. —susurró en su oído, logrando que Jisung se estremeciera.
El sonido del elevador anunciando su llegada los hizo guardar un poco de distancia. Sin embargo no la suficiente para evitar que al abrir la puerta, Jaeryeong viera la mano de su chef siendo retirada de la cintura de Jisung. Entrecerró los ojos levemente, mas no quiso decir nada al respecto.
—Jisung, Minho. —los saludó, mirando a Minho con suma seriedad.
El pelinegro se removió nervioso, y Sung lo notó. Algo lo tenía tenso, y probablemente tenía que ver con Jaeryeong.
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𝓽𝓪𝓼𝓽𝓮 𝓸𝓯 𝓵𝓸𝓿𝓮 || MINSUNG
Fanfic"tú y yo no somos tan diferentes después de todo, Jisung" "Sí, chef" #; minsung au ¡!