46

1.9K 261 43
                                    

Para el Sábado en la mañana, Minho se sentía ya mucho mejor, y no había casi rastros de su reacción alérgica. Jisung se había quedado cuidandolo toda la noche, a la espera de que sus amigos regresaran. Sin embargo, se dio por vencido cuando dieron las 10 de la noche y estos ni asomos dieron de querer revisar el estado del chef. Estaba enfadado, claramente. Ni siquiera habían sido capaces de llamar.

Tomó su celular para verlo y entendió lo mal que estaba, pues estaba apagado. Buscó entre las cosas de Minho un cargador para poder encenderlo y así volver a estar conectado con el mundo. Se dedicó a ver las paredes de la habitación como si fueran la cosa más interesante en el mundo porque no tenía nada más que hacer, y no quería dejar al chico solo. Le daba miedo que la alergia apareciera de nuevo. Eso, y que le gustaba ver al chef dormir con tanta tranquilidad, porque transmitía una paz enorme.

Finalmente prendió la televisión para matar el sueño y el aburrimiento, bajando el volumen al instante para no despertar al Min. Ni siquiera entendía lo que hablaban en el programa que estaban transmitiendo, su francés era casi nulo. Solo sabía decir oui, no y s'il vous plaît y ni siquiera estaba seguro de si los franceses realmente decían oui, ni si su pronunciación era correcta, así que se dedicó a observar cómo la pareja de conductores de lo que parecía ser un matinal caminaban por el set hasta el área de la cocina, donde un chef se disponía a preparar algún platillo con nombre impronunciable para él.

Sin darse cuenta cayó dormido en cuestión de minutos, no pudiendo aguantar mucho más. Había pasado en vela toda la noche después de todo, estaba agotado. Para cuando despertó, eran pasadas las diez y treinta, y Minho no se encontraba en la cama. Se giró asustado, ¿Dónde estaba?

Sintió el agua correr en el baño y se levantó rápidamente.

—¿Minho?

—¡Ya salgo! —le oyó decir a través de la puerta. El menor soltó un suspiro, volviendo a la cama.

Miró la hora en su celular y notó las miles de notificaciones de mensaje que tenía, la mayoría eran de Hwa, anunciando que su reunión se había alargado y habían tenido que ir a reconocer el lugar en el cual trabajarían. Luego otro, preguntando por el estado de Lee, insistiendo, y un par más de San pidiéndole que por favor cuidara de Minho, porque él no dejaría que Seonghwa volviera a ir a la habitación de Minho ese día. Frunció el ceño. Sentía que San estaba siendo demasiado duro con su amigo.

La puerta se abrió, dejando ver a un recuperado Minho, vistiendo solo unos shorts largos, con la toalla colgando de su cuello, dejando a la vista toda su anatomía superior. Jisung lo miró, tragando hondo. El cabello del chef caía por su rostro mojado, y una pequeña sonrisa se formó en sus labios. Era un deleite verlo de esa forma, tanto así que el menor pensó que ni siquiera debía de ser legal.

—Jisungie, ¿Querías ocupar el baño? —preguntó con naturalidad, intentando ocultar la sonrisa al notar lo perdido que estaba el castaño en su cuerpo.

El novato sacudió la cabeza.

—Min... —dijo, incapaz de conectar su cerebro con su boca. Minho rió—, ¿De qué te ríes?

—Luces bobo así. —continuó riendo. Sung rodó los ojos.

—Pues entonces ponte algo para arriba y vuelve a acostarte. —ordenó el chico, levantándose de la cama. Minho enarcó una ceja.

—¿Tanto quieres dormir conmigo? —sonrió, logrando molestarlo.

—Eres un imbécil, ¿Sí sabías? —inquirió un tanto fastidiado—. Estuve toda la estúpida noche preocupado por ti y tu jodida alergia, ni siquiera dormí por el miedo a que te pasara algo mientras dormías, ¿Y así me agradeces? —se quejó.

 𝓽𝓪𝓼𝓽𝓮 𝓸𝓯 𝓵𝓸𝓿𝓮 || MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora