CAPITULO 42

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MARTINA:
 
Me costaba razonar en este momento, me costaba creer que habían pasado años y que Lourdes aún supiera como volverme loca, como hacer que le ruegue por que me hiciera suya. El roce de su cuerpo con el mío era increíble; sabía que si seguíamos así no dudaría mucho y terminaría perdiendo la cordura... Gracias a Dios mis palabras se cumplieron.
 
Lourdes bajó su mano derecha lentamente por mi abdomen hasta llegar a mi entrepierna mientras su boca hacía estragos en mi cuello mordiendo, jalando y lamiendo; sentí como sus dedos jugaban con mi humedad lo cual lograba hacer que mis caderas se elevaran y mi piernas se abrieran. Hizo este paso un par de veces hasta que una de las veces que mis caderas se elevaron Lourdes embistió sin pensarlo...
 
Sentí sus dedos muy dentro de mi, comencé a moverme al ritmo que ella tenía, sentía como mis pechos subían y bajaban, como me contraía en el interior cuando Lourdes lograba llegar a lugares que nunca nadie había llegado.

M:Joder... Lourdes.... mmm... Si...- agarré como pude su rostro con mis dos manos mientras nuestro cuerpos se movían al unísono, nuestra miradas lo decían todo no había necesidad de hablar- te amo- solté en medio del acto. Lourdes sonrió, me agarró de las caderas y me montó encima de su cuerpo mientras ella estaba sentada al borde de la cama. Escondió su cabeza en mi cuello mientras elevó la velocidad de sus dedos y comencé a volverme loca, no podía dejar de saltar encima de ellos.
 
L:¿Te gusta?- susurró en mi oído- extrañaba estar dentro tuyo- pasó su lengua por el lóbulo de mi oreja jalando lentamente lo que hizo que un sonido gutural fuera expulsado desde mi interior- joder extrañaba hacerte gemir.
 
El sonido hizo que Lourdes me acostara sobre la cama con las piernas abiertas mientras ella estaba de rodillas encima mirándome.
 
M:No seas mala, no me hagas esto- comencé a moverme de un lado a otro, estaba tan caliente que ni mi propio cuerpo lo soportaba.
 
L:¿Creías que no me vengaría por lo del baile?- Lourdes comenzó a recorrer mis piernas con las yemas de sus dedos.
 
M:Joder- llevé mis manos a mi rostro y me lo cubrí, me mordía tan fuerte el labio que juraba que en cualquier momento sangraría- quiero que me folles, todo el día, toda la noche.

L:Créeme que te follaré- Lourdes acomodó su cuerpo sobre el mío y me besó delicadamente- solo... Quiero algo, quiero que me muestres algo.
 
M:Lo que quieras, lo que quieras Lourdes.
 
L:Tócate- nos quedamos mirando- tócate frente a mi- una sonrisa maliciosa apareció en mi rostro- quiero que sigas mis órdenes.
 
M:Lo haré solo si después prometes follarme- Lourdes sonrió.
 
L:Lo juro- me acomodé en la cama y abrí mis piernas para darle una mejor vista a mi chica de ojos verdes- muévete en la cama, de arriba hacia abajo- comencé a moverme y noté que la mirada de Lourdes estaba en mis pechos, sabía que le encantaba ver como se movían- tus pechos me fascinan- solo sonreí- tócalos- mis manos se fueron cada uno de mis pechos y comencé a manosearlos. Jalaba el pezón mientras me mordía el labio y sacaba mi lengua. Lourdes tenía los puños apretados y temblaba de vez en cuando- deja la mano izquierda en tu pecho izquierdo y baja la derecha hasta tu entrepierna.
 
M:Tus deseos son órdenes- respondí, cuando mi mano llegó a mi entrepierna iba a comenzar a tocarme pero Lourdes me detuvo.

L:Moja dos de tus dedos con tu humedad- hice lo que me pidió. ahora deja que lo lama- ¿era posible que esta chica fuera más caliente? Una parte de mi no recordaba lo caliente que lograba sentirme con ella. Lourdes se acercó a mi y lamió mis dedos- me encanta- volvió a su lugar- comienza, haz todo lo que sepas hacer.
 
Mi mano izquierda bajó hasta mi entrepierna y comencé a jugar con mis dos manos y mis fluidos. Mi mano derecha jugaba con mi clítoris mientras que la izquierda abría un poco los labios para que Lourdes pudiera apreciar mejor lo que estaba haciendo. Comencé a sentir como cierta energía se apoderaba de mi, cómo subía por mi columna y terminaba en mi cabeza. Dos de mis dedos se hundieron dentro de mi. Elevaba la velocidad y podía sentir como mojaba la cama y no podía dejar de notar que Lourdes estaba llegando a su límite. Introduje otro dedo dentro de mi lo que me hizo temblar en la cama; estaba a punto de llegar cuando Lourdes sacó mis dedos de mi cavidad y ella se acomodó sobre mi pelvis logrando un roce entre nuestros clítoris que me estaba torturando.
 
Mis manos agarraron las caderas de Lourdes y comencé a jalarla hacia adelante y hacia atrás. Podía sentir como nuestro fluidos se unían, como mi clítoris palpitaba de excitación.
 
L:Resiste.... Mmm... Mierda... por .... Favor, Marti.... Aguanta, solo un poco más.

NINFOMANIA [+18] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora