MENTE EN BLANCO

19 6 7
                                    


R

ECUERDOS ROBADOS


CAPÍTULO 3

MENTE EN BLANCO

Makoto, quien se sentía ajena a ese nombre que todos aseguraban que era el que actualmente le correspondía en lugar de Lita, había pasado muy mala noche sin poder dormir; así que más de una vez se levantó de la cama para inspeccionar sus aposentos en casa del Príncipe Endymion y la Princesa Mars, o más bien de Rei y Darien, y ver si de esa manera recobraba sus recuerdos de la vida actual; sin embargo, su mente era como un lienzo en blanco, pues a su memoria sólo venían recuerdos en el castillo Ios en Jupiter, otros tantos en el Palacio en la corte en la Luna o sus paseos por alguno de los planetas de la Liga Interplanetaria.

Bien le habría gustado salir de la habitación e ir a despertar a Rei para que como en lo que llamaban "la vida anterior", le hiciera compañía y la escuchara como solía hacerlo cuando estaba angustiada, pero sabiendo que la senshi del fuego estaba embarazada y que además había tenido un malestar poco antes de irse a dormir, decidió no molestarla.

Al final, había conseguido quedarse dormida cuando el alba apareció en el firmamento, sin embargo, sabía que debía haber dormido poco, pues cuando escuchó un golpe en la puerta seguido de la voz de Rei, seguía cansada y somnolienta, sin embargo, respondió con un "Adelante", invitando a su amiga a que pasara, y por suerte, se llevó una agradable sorpresa, pues al abrirse la puerta, Rei no estaba sola, sino acompañada por quien en otra vida fuera la princesa de Venus, o ¿Cómo era que se llamaba en esta vida?

—¡Afrodita!— Exclamó Makoto emocionada al verla y corriendo para encontrarse con su amiga en un abrazo.

Quien fuera la princesa de Venus, la miró con cara de desconcierto, pero correspondió a aquel abrazo que sentía que tanto le hacía falta.

—Entonces es verdad— Dijo la senshi de venus.

Cuando rompieron aquel abrazo, Makoto recorrió con la mirada a la senshi de Venus, quien al igual que Rei, estaba vestida de una manera que le parecía extraña; pues la forma en que siempre recordaba verlas vestidas, era o con sus trajes de guerreras o con vestidos propios de las mujeres de la realeza.

—Afrodita, ¿Es cierto que el Milenio de Plata se extinguió y que esta es otra era?— preguntó Makoto esperanzada de que la senshi del amor le dijera que todo lo que veía a su alrededor era una ilusión o un mal sueño y que pronto despertaría viendo el mundo tal como lo conocía, o más bien lo recordaba.

La senshi de Venus la miró con tristeza, y negó con la cabeza.

—Ven, siéntate conmigo y con Rei—Dijo Mina tomándola del brazo e invitándola a que se sentara en la cama a su lado.

Makoto, se sentó en la cama en medio de sus dos amigas; Rei a la izquierda, y la senshi de Venus a la derecha, pero fue esta última quien dirigió la conversación.

—Rei y Darien no te mintieron, amiga— Dijo Minako con pesar— Y para empezar, no soy más Afrodita ni la Princesa de Venus. En esta Era, mi nombre es Minako Aino, pero me suelen llamar Mina.

—Minako, ¿Te puedo dejar un momento con Mako?— Interrumpió Rei— Iré a la cocina a ayudar a Darien a preparar el desayuno. ¿Podrías ayudar a Makoto a vestirse? En el guardarropa de esta recamara tengo ropa que no cabe en mi recamara.

Minako asintió, y cuando Rei salió de la habitación dejándolas solas, retomaron la conversación.

—Afrodi… digo, Mina— Se corrigió Makoto— ¿Qué fue lo que me pasó? ¿Por qué dicen que estamos viviendo en otra Era que no es el Milenio de Plata y yo no recuerdo nada?— preguntó Makoto preocupada.

RECUERDOS ROBADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora