RECUERDOS ROBADOS

MIEDO Y MENTIRAS

RECUERDOS ROBADOS

CAPÍTULO 6

MIEDO Y MENTIRAS

Makoto luchó por soltarse del agarre de su prometido pero al final lo consiguió, y temerosa, corrió rumbo a la puerta de salida la cual abrió y rápido salió corriendo.

Sentía los pasos de las traidoras yendo tras ella, y por desgracia, no traía su cristal a la mano para transformarse, pero por suerte recordaba como abría Setsuna las puertas del tiempo, así que alzó la mano donde sostenía las llaves y dijo las palabras que muchas veces escuchó de los labios de la princesa de Plutón.

—¡Puertas del tiempo, ábranse !

Para su desgracia, antes de teletransportarse al corredor del tiempo, de nuevo sintió que alguien la tomaba con fuerza por la cintura,y al girar medio rostro vio a su prometido.

—¡Sueltame pedazo de idiota, o voy a electrocutarte!

—¡No irás! —Vociferó Andrew.

Makoto entonces soltó una descarga eléctrica que de tan dolorosa, Andrew a punto estuvo de soltarla, pero recordandose que más le dolería perderla, la apretó con fuerza contra su cuerpo queriendo ponerla a salvo de sí misma, pero de pronto fueron consumidos por una fuerza superior contra la que le fue imposible luchar.

Después de breves segundos que parecieron eternos en los que Andrew temió que se perdieran en el tiempo por la imprudencia de Makoto, sintió que esa misma fuerza que parecía tragarselo junto con Makoto los escupía con una fuerza brutal, pues de pronto sintió un fuerte golpe en la espalda y en la cabeza que provocó que todo comenzara a oscurecerse a su alrededor.

—Mako... —Susurró con dificultad.

Había temido no tener la fuerza para no soltarla y que se lastimara, pero aún la tenía entre sus brazos.

Quiso preguntarle si estaba bien, pero de pronto todo se oscureció a su alrededor.

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Cuando la senshi del trueno sintió que el hombre que se nombraba su prometido aflojó la fuerza con que la aprisionaba entre sus brazos, inmediatamente se puso de pie para huir en ese momento en que para su suerte se encontraba inconsciente a causa del impacto de aquel golpe, sin embargo, se asustó cuando vio que en su dirección iban corriendo aquellas traidoras a las que llegó a considerar amigas y se dio media vuelta para correr en sentido contrario, pero entonces, quien fuera el Príncipe de la Tierra y Mercury aparecieron frente a ella.

—¡Déjenme en paz! —Gritó asustada y al borde del llanto

Sailor Mercury se inclinó ante su prometido que seguía inconsciente, pero el Príncipe Endymion (a quien no se adaptaba a llamar Darien), dio unos pasos al frente, y Makoto asustada dio dos hacia atrás pero sin querer tropezó y cayó sentada al piso.

—¡Dame la llave! —Ordenó Setsuna tras ella

Mako tembló de miedo cuando al otro lado suyo vio a la senshi de la muerte y a la princesa de Venus, pero entonces escuchó una voz en medio de aquella pesadilla que la tranquilizó.

—¡No se atrevan a tocarla! ¡Ordena a tus lacayas que dejen en paz a mi mujer!

Makoto sabía que esa voz tras ella pertenecía a su amado Neflyte, y creyó que habría problemas cuando miró la expresión de furia en el rostro del Príncipe Endymion.

—¡No te atrevas a hacerle daño a mi mujer!

Makoto miró como la reencarnación del príncipe Endymion desaparecía, y cuando volteó hacia atrás miró a Rei retorciéndose en el piso y a Serena haciendo el intento de auxiliarla, pero lo que más le preocupó fue ver a Darien invocar el poder de su Cristal dorado y lanzarlo furioso contra su amado.