RECUERDOS ROBADOS

RETROSPECTIVA

Dos meses antes

Dentro de la suite presidencial del hotel, quién en el pasado fuera Masato Sanjoi; se encontraba de espaldas a la puerta mirando la puesta de sol mientras esperaba que la reencarnación de la Princesa de Jupiter apareciera, porque aunque en el presente ella lo había rechazado con el más absoluto de los desprecios, sabía que esa noche acudiría, y entonces, una sonrisa se curvó en sus labios cuando escuchó el golpe en la puerta.

—Adelante

La puerta se abrió, y cuando se dio media vuelta, miró de pie a quien fuera la Senshi del trueno enfundada en el vestido negro que le había mandado apenas hace dos horas.

—Te ves preciosa— Susurró Neflyte tratando de llevar su mano al rostro de ella, pero la Senshi tomó su mano antes de que siquiera rozará su piel, y lo hizo con tal fuerza, que sólo por orgullo el fiero general no dejó escapar un grito de dolor.

—Terminemos con esto rápido— Dijo la Senshi del trueno con rabia en su voz que estaba muy alejado del tono dulzón con que se dirigía a él hace milenios.

—Tranquila, el medicucho no saldrá del quirófano en muchas horas y…

—¡Jura por Hades que está será la última vez que nos buscarás a Andrew, a su familia y a mí en tu miserable vida!

—Juro por Hades que si cumples el trato no te buscaré nunca más, a menos que seas tú quien busque mi amor. Si me buscas una vez más, mi juramento quedará anulado y te buscaré sin cansancio.

Por un momento ambos guardaron silencio, y entonces Neflyte dio el primer paso, se acercó a la sailor e intentó besar sus labios, pero ella volteó el rostro evitando que sus labios se rozaran.

–Si te vas a comportar como una cría berrinchuda que está aquí por la fuerza no hay trato y te vas en este momento.

La Senshi entonces lo miró suplicante.

—Eres de las senshis más fuertes físicamente y a mí me gustan las mujeres bien dispuestas— Le dijo Neflyte— Así que si te vas a comportar como si estuvieras aquí de manera obligada y no por tu propia voluntad puedes irte .

—¿Qué es lo que quieres?

—Una hembra sonriente y ardiente. No una muñeca frígida que se comporte como si no lo disfrutara— Dijo Neflyte— Si no te parece, puedes irte pero no hay trato.

La senshis puso una sonrisa que a cualquiera habría engañado, sin embargo, sus puños apretados decían lo contrario.

Neflyte entonces se acercó a ella, besó sus labios con fiereza, y ella correspondió con algo que intentaba que se pareciera a la pasión.

La ropa de ambos que a Masato tanto estorbaba fue cayendo al piso, y tenerla en su lecho en esta nueva Era fue para él mucho más excitante que la única vez que la hizo suya en su reencarnación anterior, pues en esta ocasión, tenerla había sido mucho más difícil puesto que la senshis lo había desdeñado por Andrew Furuhata, sin embargo, por mucho que ella había dicho "No", ahí estaba, la senshi que él nunca podría superar en un combate cuerpo a cuerpo se había doblegado ante él y estaba gimiendo bajo su cuerpo como gemían las mujeres al sentir placer, y también lloraba, aunque las lágrimas Neflyte las pasó por alto, después de todo, si ella quisiera irse tenía la fuerza para largarse.

Fin del flash back

—¿Entonces no me vas a decir quién es el padre?— Cuestionó Jaedite una vez más.

—Cualquiera de los dos podría serlo— Respondió con frustración.

Ciertamente deseaba tener hijos con la reencarnación de Sailor Jupiter, sin embargo, la posibilidad de que el hijo que ella llevaba en sus entrañas fuera de Andrew Furuhata le irritaba, pues no soportaría una mini versión con la cara de ese hombre que tanto detestaba.