La última pieza

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NOTAS DEL AUTOR.

Queridos lectores, he aparecido jajaja, perdonen mi desaparición, he estado muy ocupada últimamente, aunque lo estuve anunciando en mi página de Facebook, así que no desaparecí por completo. Pero bueno, antes que todo tengo un anuncio, es probable que cambie las actualizaciones para el sábado, aún no estoy muy segura, pero puede ser una posibilidad, sobre todo para que me de tiempo de actualizar en tiempo. 

Ya para finalizar y puedan leer, este capítulo es algo largo, en parte por ello me tardé en editarlo, así que espero les guste. 

Cambio y fuera. 

FIN DE LAS NOTAS DEL AUTOR.

Los días en el internado se tornaron pesados, el incidente de Halloween no solo perturbó al alumnado, también muchos padres, profesores y prefectos entraron en pánico al casi presenciar la muerte de una de las estudiantes. Se desconocía por completo a los responsables, los hechos y maniobras que se llevaron a cabo para elaborar tan macabro plan, por lo que se tuvo que involucrar la policía estatal e incluso se contrataron detectives privados para llegar al fondo de todo esto; el benefactor de tal operativo era nada más y nada menos que el padre de la víctima.

Nuevas normas y rutinas fueron implementadas para asegurar la protección de los alumnos y personal del instituto. Las reglas eran las siguientes: cada tercer día habría revisión sorpresa en cualquiera de los dormitorios, los de seguridad estaban en su derecho de hacer una revisión de rutina a tu casillero o mochila si ellos lo consideraban necesario, abría toque de queda a partir de las 7 de la tarde y todos los estudiantes considerados "sospechosos" tienen la obligación de participar en un interrogatorio para después asistir un mes entero a terapia; con la profesora Alison por supuesto. Como era de esperarse, todo el grupo de Fernanda tuvo que asistir a esta terapia, por lo que mis sesiones con la psicóloga escolar tuvieron que finalizar, después de todo los problemas entre Lily y yo disminuyeron. Lo que no puedo creer que ese pestilente grupo no haya recibido las consecuencias debidas; sé que ellos están involucrados en esto.

Con respecto a la policía, no es la mejor capacitada para atender el caso, han pasado dos semanas y ni una sola pista han encontrado, es por ello qué el padre de Lily tuvo que contratar detectives externos. No puedo culparlos, nunca tuvieron que esforzarse más allá de un accidente, el pueblo es un lugar tranquilo, claro que eso cambio con mi llegada, la de Lily y por supuesto la de Fernanda; incluso los mismos habitantes se sienten inseguros, el caos había llegado a su diminuto hogar y eso solo ocasionó miradas juzgantes hacia los estudiantes del internado Gargoley.

Fuera de todo ese caos, regresemos a mi pequeño drama con Lily. El casi perderla me obligó hablar de más, afortunadamente las cosas no resultaron tan catastróficas como lo había imaginado e incluso llegamos a abrazarnos. Por un momento sentí una conexión genuina, sin mentiras, sin engaños y por supuesto sin juegos; pero para mi mala suerte, fuimos interrumpidas por mi estúpido hermano, por lo que nos vimos obligadas a continuar nuestra conversación en el internado... cosa que no sucedió. El padre de Lily estaba tan preocupado por lo acontecido que, no permitió que su hija continuara durmiendo en los dormitorios, así que todos los días llegaba y se retiraba en auto; pero eso no era lo peor, durante las clases Adam estaba pegado a ella como goma de mascar, así que nunca encontré un momento para conversar a solas con Lily. Toda esta situación me hacía sentir frustrada y desesperada, no solo estaba preocupada por ella, en cierta parte extrañaba su compañía; ya había pasado una semana desde lo del hospital

Hoy es martes, me encontraba en el invernadero atendiendo los deberes que me correspondían, solo que esta vez hay más actividades de las acostumbradas. La usencia de Lily y Alison era una enorme ventaja para la morena; se tomó la libertad de encargarme más tareas de la cuenta mientras ella tomaba té tranquilamente en el kiosco. En alguna otra situación yo me hubiera molestado por la sobreexplotación, no obstante, las labores me mantenían alejada de mis pensamientos. Lo que menos quería hacer era sobre pensar las cosas.

Secretos entre enemigasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora