Secretos entre enemigas

Intocable

NOTAS DEL AUTOR.

Hey!, regresé, jaja de nuevo. La semana pasada me tomé unas pequeñas vacaciones, lamento no avisarles. La buena noticia es que no desaparecí un mes jajaja. En fin, espero disfruten el capítulo de hoy UwU

FIN DE LAS NOTAS DEL AUTOR.

El campeonato de fútbol será el evento más importante y codicioso que tendremos este año, debido a que nuestro equipo había conseguido progresar en sus jugadas. El internado pasó a las finales nacionalmente, cosa que no había pasado en un largo tiempo. Por supuesto, Adam, es el integrante más valioso, no solo por su destreza, también por su inteligencia al estructurar planes que los llevaría a la victoria. Gloria, beneficios y reconocimiento, premios muy valiosos que motivarían a cualquier deportista o profesor, a esforzarse para conseguirlos.

- Esto es sofocante. – Dijo Hanna mientras intentaba disminuir su calor con un cuaderno. Utilizó este como abanico para lanzar un poco de aire hacia su rostro.

- Al menos conseguí una sombrilla. – Alcé mi paraguas con orgullo.

- Mi heroína. – Eso era sarcasmo.

Era la hora de los deportes, sin embargo, la clase de hoy sería un tanto especial. Estaríamos dividido en dos grupos; el primero se trataba del equipo oficial de la escuela, el cual tiene que ser capacitado para conseguir la victoria; y el segundo de todos los que no pertenecían a él. Los mortales como nosotras, podía perder el tiempo siempre y cuando permaneciéramos a los alrededores del campo.

- Ve el lado bueno, no estamos siendo explotadas por el entrenador. – Ambas observábamos la rutina de los jugadores. – Me sorprende que no se hayan desmayado por un golpe de calor. –

- Es la primera vez que veo al profesor siendo tan exigente, ni siquiera parece aquel otaku y friki que describen sus fotos de Facebook. – Reí ante el comentario de Hanna. – Los premios deben valer demasiado como para que él cambie su carácter. –

La primavera dispersaba las nubes, el sol no contenía su intensidad ni un poco y las sombras escaseaban en el campo debido a la hora; todo esto provocaba que los chicos del equipo se bañaran en su propio sudor. No todo era exigencia, cada determinado tiempo, el profesor les daba 5 minutos libres para descansar; por supuesto, ellos corrían como bestias a los vestidores para refrescarse con agua fría y después salían sin playera. Algunos consiguieron presumir su escultural cuerpo ante la audiencia, llevándose consigo gritos, chiflidos y halagos; otros tantos prefirieron ocultar su barriga por miedo al rechazo.

- ¿Extrañas eso? – La inseguridad se presentó en mi cuando observé como Hanna prestaba atención a los chicos sin playera.

- ¿Los cuerpos bien fornidos? – Su atención regresó a mí. – No mientras tenga tus curvas. – Sus ojos recorrieron mi cuerpo provocativamente.

- Siempre sabes que contestar. – Dije fingiendo molestia, pero mi sonrojo me delato. 

- Es mi trabajo, aunque debo admitir que molestarte es mi pasatiempo favorito. – Su sonrisa era encantadora. – ¿Qué pasa Allard?, ¿Hay inseguridades? –

- Por supuesto que sí, ya me lastimaste una vez. – Me atreví a decir sin miedo para terminar su intentó de provocación.

- Por favor, te lo pedí oficialmente y te regalé ese bonito collar. – Se aproximó a mí y con su dedo indicé jaló la cadena que colgaba de mi cuello. – Nuestro secreto se oculta en este pequeño copo de nieve. – Mencionó en cuanto se visualizó este.

- Hanna, estamos en público. – Aparté su mano y oculté su regalo debajo de mi playera.

- Es frustrante estarse ocultando. – Se alejó con disgusto. – Si te das cuenta, Allard, estamos lejos de los demás. – Se refería a que nos encontrábamos en uno de los extremos de las gradas, mientras que los demás, abarcaban el centro para contemplar el entrenamiento de los atletas o a las porritas.