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Estaba completamente sola sentada en la mesa de la esquina. Odiaba esas fiestas.
Pattie, me había dejado. Mi papá, me había dejado. Justin, me vale mierda donde está. Estaba sola en una casa desconocida.
Me levante de la silla e intente salir de la fiesta. No pude. Me pisaron, me pellizcaron, me empujaron, etc. En conclusion: casi me violan.
- ¡¿Podrían quitarse?! - Le grite enojada a un grupo de chicos y chicas que estaban allí. Me abrieron el paso mirándome asombrada.
- ¡Hey! Tranquila nena. - Me dijo un chico de ojos verdes.
- 1) YO no soy tu nena y 2) Callate si no quieres terminar con un lápiz en el cuello.
Se burlaron de él. El pobre chico bajo la cabeza avergonzado. Odio ayudar a las personas pero este necesitaba mi ayuda urgentemente y los avergonzados nos ayudamos entre sí.
- ¿Qué? ¿Acaso quieren también un lápiz en el cuello? ¿Qué miran imbéciles? - Todos dejaron de burlarse y se dispersaron. Mire al chico de ojos verdes, quien me miraba con una media sonrisa de idiota. - ¿Qué? - Espete.
- Gracias por eso.
- De nada.
- Soy Steven ¿Y tú?
-_______. - Dije obvia. - Estaba buscando la salida ¿Podrías...?
- La tercera puerta a la izquierda.
- Gracias. Hasta luego Steven.
- Hasta luego señorita _______.
Me dirigí a la salida. Me sente en las escaleras y quité mis zapatos. Los pies me dolían.
- ¿Puedo sentarme? - Mire al chico que se encontraba frente a mí.
Era un Nerd, con N mayúscula, mejor dicho: con todas las letras mayúsculas.
Llevaba traje y corbata, lentes y un peinado hacia atrás (sin contar que tenia mucha colonia) y llevaba un ramo de flores en la mano. O la novia lo dejo o lo rechazaron, que es lo más obvio.
- Ehm... Claro. Si quieres. - Se sentó a mi lado y miró al piso. - ¿Estás bien?
- Sí. No. Ahg no sé. - Tapó su cara con sus manos.
- Me ha pasado. Tengo días malos, días buenos, etcétera. Este es uno de esos malos días.
- Este no es un día malo si no que es mi peor día. Una chica me dejo plantado...
- Creo que era lo mejor. - Me miró con el ceño fruncido. - Si salías con ella pronto estarías en la casa de sus padres...
- Con una incomoda conversación...
- No te ves mal chico así que tal vez quisiera casarse y tener 14 hijos...
- Y un perro...
- Y luego te volverás loco y morirás por los 14 hijos que tendrían. - Río.
- Soy Jacob Harris ¿Y tú?
-________.
- No. - Río. - tu nombre completo.
-________._________. Pekyn y no soy una estilista pero, creo, que si tan solo cambiarás tu peinado, dejarás de hecharte mucha colonia, te quitarás esos lentes, y cambiarás tu look de John Mayer hasta te verías bien.
- ¿En serio?
- Sí. No voy a mentir ni titubear.
- ¿Qué haces aquí? No es que me moleste pero...
- Con mi "familia" - hice comillas con mis dedos. - Soy, según, una Bieber.
- Yo soy un primo lejano supongo que ya conoces al gran ego de Justin Bieber.
- ¿Ese idiota? Ese idiota es mi hermanastro.
- ¿En serio? ¿No bromeas en nada?
- Ojalá y lo hiciera ¿Ojos mieles? ¿Desagradable? ¿Idiota? Es mi hermanastro. Desgraciadamente.
Río y me miró.
- Eres de aquí, supongo.
- Si y no. Vivo aquí pero yo, mi amigo, soy de España.
- ¿De tan lejos?-Abrió los ojos como platos.
- Sí. Pero mi papá se casó con la mamá de Justin y me vine a vivir aquí, eso y descartando el hecho de que Justin es mi hermanastro, me arruinaron la vida de por vida.
- Eso lo llamo yo un sueño. Porque yo tengo una familia que me llama tonto y demente.
- ¿Y estás demente?
- Creo que si.
- Pues no eres tú quien está sentada en las escaleras hablando con un completo desconocido y descalza.
- Pues no es igual.
- No mucho. - Reí.
Otra vez. Otra vez me sentí ¿Tímida? ¿Otra vez me reí? ¿Esto es una maldita broma?
