Luego de aquella pequeña reconciliación entre nosotras en su habitación, habíamos ido a recoger las cosas que tenía en casa de Sasha. Ya la tenía al fin de vuelta conmigo en mi departamento. Le eché demasiado de menos, esos días a penas podía pegar un ojo en las noches y los días se me hicieron eternos. La verdad todo esto se lo debo a Sasha que durante esos días que Gabriela no quería hablar conmigo, ella me mantuvo al tanto de todo. Me alegra mucho que Gaby tenga una amiga cómo Sacha y que con el pasar de los años, su amor y cariño sea mas fuerte.
Ya habíamos llegado al departamento hacía unas horas, pero como era de esperarse, no duramos mucho con ropa muevamente. Desde el segundo en que abrimos la puerta nos devoramos prácticamente la una a la otra. Estuvimos horas dándonos placer y recuperando el tiempo perdido. Ahora estábamos sentadas en el piso, con la espalda recostada a la barra de la cocina. Gaby solo en interiores con mi camisa, yo a penas me había puesto mi pantalón porque cuando estaba por ponerme la camisa de Gabriela, me la quitó de las manos. La tenía sentada sobre mis piernas mientras nos besábamos.
-Extrañé tanto ésto todos estos días...- acaricio sus piernas y le robo un corto beso, ella sonríe
-Y yo, demasiado..- toma mi rostro sobre sus manos y me besa con ternura
-No quiero volvamos a estar así. Quiero que siempre que tengas una duda o lo que sea, lo hablemos primero, que resolvamos nuestras diferencias hablando- ella acaricia mi rostro con sus pulgares
-Prometo no volver a dudar de ti, lo siento- veo como se cristalizan sus ojos y capturó rápidamente sus lágrimas con mis manos
-Ya pasó princesa... Y quiero te quede claro que entiendo que reaccionaras de la manera en que lo hiciste, no te culpo por eso..- rozo nuestras narices y se forma otra sonrisa en sus labios -Nunca me dejes de sonreír así, no sabes cuánto me fascina.. Me enamoras cada vez más, Te amo- ahora soy yo quien toma su rostro para atraerla hacia mis labios
Nos quedamos con las frentes unidas por unos minutos cuando veo que muerde levemente su labio, se pone de pie y sale corriendo...
<Eh.... Okey...> pienso
-¿Y ahora que locura se le ah ocurrido señorita Castillo?- pregunto ya que conozco bien esa carita que me puso antes de irse
-No te muevas...- dice regresando con cámara en mano y no puedo evitar reír
Se agacha desde donde se encuentra y me toma una foto mientras cubro mis pechos con mis manos y miró fijamente al lente de una forma sensual.
-Bien... Ahora recuestate un poco más, mira hacia en frente- hago caso -Vale... Alza tu pierna derecha un poco- obedezco -Perfecto...- se queda en silencio unos segundos -Falta algo...- se dirige hacia mi -Pon está mano asi... y... levantala ésta así y agarra un mechón de tu cabello...- va diciendo mientras posiciona mis manos donde ella quiere. Yo tan solo me limito a mirarla y sonreír como idiota, me recuerda tanto a mí cuando comencé a enamorarme de la cámara -Creo que así está perfecto- muerde su labio mientras termina de acomodar mi cabello, no puedo evitar acercarme sin romper la pose para besarla y morder el labio que se mordió hace un momento
-No sabes lo sexy que te ves- ahora soy yo quien me muerdo el labio, siento unas ganas enormes de hacerla mía una vez más, ella sonríe y vuelve a su lugar
-No no.... tú no sabes lo sexy que te ves- dice mordiendo su labio mientras me observa para luego poner su vista en el lente de la cámara
Luego de varias fotos, no aguanté más y me puse de pie para atraerla hacia mi. Le quité mi camisa que llevaba puesta rápidamente y pasé mis manos por su cintura. Es tan hermosa, pensaba mientras mis manos se paseaban acariciando su espalda, sus brazos.
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De esos Amores Imposibles...
RomanceMichelle, una mujer de negocios y reconocida fotógrafa, descubre su atracción por Gabriela una adolescente de 19 años y hija de Alycia, su mejor amiga. **Historia Lésbica** |Bajo corrección de errores ortográficos|