Capítulo 36- Michelle

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Llevaba días en los que a penas comía. No iba a trabajar, solo me paraba de la cama al baño. Me odiaba por lo que hice, por hacerle daño, no me lo iba perdonar nunca. La había perdido para siempre..

Cuando Alycia nos descubrió, la vida se me vino a bajo. No era así como tenía planeado que ella supiera de nosotras. Bueno, ¿quién lo planearía así, no? Pero nada en la vida lamentablemente es como queremos.

No supe que hacer, no supe como lidiar con la situación. Sentía vergüenza y no por Gabriela, si no por que Alycia nos descubriera de esa forma. No era la primera vez que ella me veía en una situación así, pero esto era totalmente distinto, estaba con su hija. Quizás no puedo describir exactamente con palabras lo que sentí, pero si se que me quería morir en ese momento.

Por eso hice lo que hice, había perdido a mi mejor amiga y no permitiría que Gabriela perdiera a su madre. No quería eso, por eso dije las cosas que dije aunque no las sintiera, pero sabía que de lo contrario, Gaby no se iría. Conozco a Alycia y ella es muy resentida, cuando cree que tiene la razón en algo no razona. Yo no quería que Gabriela sufriera por su madre, ¿y por mi?, eso con el tiempo sanaría y conocería alguien mejor, una chica de su edad y que pudiera darle una vida mejor a estar conmigo, separada de su madre, sin hablarse sabe Dios por cuanto tiempo, no quería eso para ella.

Pero tampoco quería estar sin ella, perderla, no volver a escuchar su voz, su risa, ver esos ojos preciosos que tanto amo. Me dolía demasiado, pero tuve que tomar una decisión y antes de ser egoísta preferí perder. ¿Que me arrepentiré el resto de mi vida por esa decisión? Si, cada día de mi vida me arrepentiré de ello, pero al menos no las separé a ellas.

-Aquí tienes- Marcos entra a mi cuarto con una bandeja de desayuno

-No quiero nada, no tengo hambre- me envuelvo con las sabanas

-Michelle, llevas días sin comer casi nada, no puedes seguir así.. Te vas a enfermar, vamos come aunque sea un poquito- siento como se sienta en el borde de la cama

Marcos llevaba quedándose conmigo desde ese día. Lo llamé tan pronto Gabriela se fue, no paraba de llorar y casi no podía respirar. El no se ah separado de mi ni un segundo, hasta duerme conmigo. Bueno, el duerme, yo no consigo pegar el ojo y llevo unas ojeras horribles, ya parezco mapache. Las pocas veces que Marcos prácticamente me sacaba de la cama a empujones, no salía sin mis gafas, mi cara realmente daba pena, parecía momia ambulante.

-Es que no tengo apetito, y no creo me dure la comida mucho en el estómago...- digo mientras me siento, el me regala media sonrisa

-Eso es porque no estás comiendo bien, por eso debes comer poco a poco hasta que el estómago se acostumbre nuevamente- me acaricia el rostro y luego pone su mano sobre la cama

La realidad es que desde que Gabriela se fue no eh conseguido comer, todo lo que llega a mi estómago lo termino vomitando luego y ya había bajado demasiado de peso debido a eso.

-Esta bien...- tomo la bandeja y la dejo sobre mis piernas, me había echo una crema con pedacitos de fresa.. Debido a los días que llevo sin comer, no puedo llevarme al estómago nada muy pesado

-Vale, voy a la cocina, si necesitas algo me gritas..- me da un beso en la frente y sale de mi habitación

Voy comiendo poco a poco, sin ganas pero sabía debía comer o podría caer en el hospital.

Tomo mi celular y busco el perfil de Gabriela en Instagram, en todos estos días no había publicado nada. Si, ya me había convertido en la típica ex tóxica, todos los días miraba sí veía alguna alguna publicación que me dejara saber cómo estaba.

Pero al entrar me llevé una sorpresa, recién había publicado una foto y era la primera publicación que me salía al entrar a Instagram. Se veía tan hermosa como siempre, tan libre, tan ella. En la foto salía con una sonrisa y un hermoso conejo negro en sus manos.

De esos Amores Imposibles...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora