Capítulo 42- Michelle

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Nos quedamos viendo por unos minutos sin decir nada ninguna de las dos, solo nos mirábamos. No podía dejar de pensar en lo hermosa que se veía. Lleva un pantalón "jumper" color crema con la parte de arriba suelta, una camisilla blanca y el cabello suelto revuelto como siempre. Se ve simplemente hermosa, no puedo dejar de mirarla.

Siento unos deseos enormes de abrazarla, sentir su aroma, besarla, pero no puedo hacer nada de eso. Ella tiene su pareja y yo tengo la mía, no sé en que diablos estaba pensando al aparecerme en su casa. No puedo simplemente llegar y arruinar su vida, ni la mía.

-¿Cómo estás?- rompo ese silencio entre las dos

-Que.. ¿Qué haces aquí?- Gaby medio tartamudea y ignora por completo mi pregunta

-Yo estoy haciendo un trabajo aquí, ¿tú que haces aquí?- ahora soy yo quién voltea la pregunta

-¿Qué hacías ayer frente a mi casa? ¿Cómo supiste dónde vivo?- ignora por completo mi pregunta nuevamente y yo sonrío -¿Qué es tan gracioso?- sonrío aún más y veo como su rostro toma seriedad

-Haz ignorado todas mis preguntas- le contesto

-No estoy aquí para que nos pongamos al día de nuestras vidas y hagamos como que nada pasó. Solo quiero saber qué hacías en mi casa ¿qué buscabas?- la miro fijamente a los ojos

-A ti...- me limito a contestar sin apartar mi mirada de la suya

-¿A mi para qué? ¿Fuiste tú la del mensaje, cierto?- sonrío una vez más

-Si... Pero no quiero que pienses que quería causarte problemas, solo necesitaba saber de ti- ahora son sus ojos los que recorren mi rostro

-Pues... para eso no hacía falta venir hasta aquí- dice desviando la mirada

-Estoy haciendo un trabajo y si hacía falta- voltea su mirada hacia mi nuevamente

-¿Porqué? ¿Qué quieres?- ahora soy yo quien desvía la mirada pero buscando respuesta

-No lo sé Gabriela...- vuelvo mi mirada hacia ella -Te juro que no lo sé, sólo se que me moría por verte- me sincero con ella

-Ahora te mueres por verme- dice en tono sarcástico

-Aunque no lo creas si- nos miramos a los ojos nuevamente

-Claro, y ahora es cuando también me dices que todo lo que me dijiste aquel día fue mentira- ríe sarcásticamente

Tiene toda la razón en estar molesta y hablarme de la manera en que lo hace, me lo merezco.

-Si- su risa se borra inmediatamente

-Si, claro- desvía la mirada y yo tomo su barbilla y gentilmente la obligo a mirarme

-Nada de lo que te dije fue verdad Gabriela... Todas y cada una de las palabras que salieron de mi boca ese día fueron mentira. ¿A caso te hubieses ido con tu madre si yo decía lo contrario?- se me queda viendo sin decir una sola palabra, se que no esperaba nada de esto pero me cansé de mentirle, que pase lo que tenga que pasar pero no mas mentiras -Las dos sabemos perfectamente que no y yo no podía permitir dañar la relación que tenías con tu madre. Preferí perder el amor de mi vida y que creyeras que no te amaba, era la única manera de que te fueras con ella. Yo también la pase muy mal cuando te fuiste pero entendía que eso era lo correcto. Esperaba que te olvidaras de ese amor imposible, que encontraras una chica de tu edad que te pudiera hacer feliz sin necesidad de perder a tu madre- veía como se formaban las lágrimas en sus ojos -Se que nada de lo que diga justificará lo que hice, fui una cobarde lo sé, pero sólo lo hice pensando en tu bien- acerco una de mis manos y seco sus lágrimas, ella cierra sus ojos ante el contacto de mi piel con la suya

De esos Amores Imposibles...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora