Capitulo 18 - Crecer

173 12 1
                                    

-  Max no corras tan fuerte corazón, te puedes caer - decia Sam al pequeño velocista

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-  Max no corras tan fuerte corazón, te puedes caer - decia Sam al pequeño velocista.

 Maxxy por su parte no prestaba atención a los dichos del mayor, estaba concentrado en ser como flash, con sus calzoncillos rojos de niño grande y sus Goodnites tenia toda la confianza en ser veloz más veloz que cualquier otro "bebé", (perdón niño del mundo).  Así Max siguió corriendo de un lado para el otro en el patio de su casa.

El pequeño velocista en calzoncillos corrio y corrio por el pasto hasta tropezar con sus pies y caer rajá tabla al suelo impactando de frente. Prontamente se escucho el llanto del pequeño que yacia en el suelo llorando y gritando por su papá.

Sam al sentír el llanto del niño corrio desde la sala de estar de la casa hacia el patio para ver a Max llorando botado en el suelo con lágrimas en la cara y mocos colgando.

- Ya paso, ya paso maxxy mira solo fue el susto no te paso nada bebé. - Trato de tranquilizar el mayor, tomando al pequeño entre sus brazos llevandolo al interior del hogar.

Al ver el llanto descontrolado del niño Sam preparo un biberón de leche caliente recogiendo al pequeño del sofá lo empezó a mecer mientras el se sentaba en el sofá, ya con su bebe en brazos introdujo el biberón en su boca par a que Maxxy pudiese tomar, asi entre lágrimas y sollozos Max se quedo dormido. Sam dejo al pequeño acostado en el sillón mientras preparaba la comida, Tom regresaría pronto del dentista y seguramente tendría mucha hambre no alcanzó a desayunar por quedarse dormido el muy perezoso, verdaderamente es como un oso llega el frío y se pone a invernar, pensaba Sam para sus adentros.

Hoy cocinaría su especialidad Paella de mariscos con su toque secreto un poco de curry y jengibre , mientras reservaba el caldo de los mariscos siente unos pequeños quejidos del bebé que dormía en el sillón, dejo el caldo listo para usar y fue a ver al pequeño Maxxy, cuando llego el pequeño hombrecito seguía dormido pero su cara decía que algo le pasaba, así que Sam recapitulo todo lo que el bebé podría necesitar.

 - Biberón listo, chupete listo, pañal, claro su pañal desde la mañana que estaba con ese Goodnites y no le he revisado el pañal antes de hacerlo dormir.- Exclamo Sam dirigiéndose hacia el bebé.

Tomando la colcha que recubría al pequeño destapo el cuerpo del bebé para ver una mancha amarillenta formarse en el calzoncillo del niño, el Goodnites no había soportado la carga, y pensándolo bien seguramente el niño se hizo pipí al caer, mientras lloraba y ahora dormido y tras su biberón volvió a cargar su pañal. Obviamente este no soportaría dos cargas de vejiga llena más si se trataba se este niño.

Sam procedió a cambiar al pequeño, com sumo cuidado de no despertar a max levanto las piernas del niño y le quito su calzoncillo y su Goodnites, cuando retiró este último una pequeña mata ondulada y rubia apareció en su vista, Sam recogió el bolso al costado del sofá y tomo de él todo lo necesario para el cambio, con unas toallas húmedas desinfectantes limpio la orina de sus rizados cabellos que para la suerte de Sam eran delgados y aun muy nuevos facilitando su trabajo, al sentir el contacto de las toallas el pequeño Maxxy comenzó a quejársele, nada que un chupete no solucione, con el problema resuelto Sam siguió limpiando al pequeño entremedio de sus piernas y debajo de su trasero, para luego espolvorear un poco de talco y subirle el nuevo Goodnites. Con la tarea realizada volvió a tapar al pequeño para que continuara con su siesta mientras el seguía preparando la paella.

Una hora más tarde un fuerte olor a paella de mariscos impregno la casa, Sam sin poder contenerse no pudo mas que hincarle el diente, justo en ese momento Tom venia entrando a su hogar para ver a su pareja solo con un pantalón y un delantal con cuchara en mano y dos cachetes llenos a más no poder de arroz. Con pasos firmes se acerco hacia Sam, al llegar junto a él lo tomo de la cintura y lo envolvió con su brazos para luego morder su oreja, y su zurrarle algo en el oido.

- Mmm que tenemos aquí que rico manjar haz preparado para mi - susurro Tom mientras subía poco a poco sus manos por los abdominales de Sam acariciando uno por uno los cuadritos ahí formados.

- ah ah, para aquí no - decía Sam con la voz entre cortada al sentir los labios de Tom recorrer su cuello vas a despertar a Max.

- Vas a despertar a Max - continuo diciéndole mientras sin querer soltó un gemido. 

Tom retrocedió unos pasos moviendo la cabeza en busca de su bebé,  no demoró demasiado en ver un bolló que subía y bajaba en el sofá con una mata de pelo rubio al final. 

- Esta dormido, no mos sentirá - alego, volvió a poner sus manos en la cintura de Sam apoyando su miembro semi erecto contra la espalda de este.

- No, se puede despertar, ademas se enfriara la comida espera a más tarde - contesto Sam alejando las manos inquietas de Tom de su cuerpo, mientras tomaba un cuecharon para servir.

- Ve y despierta a Max revísale el Goodnites, lo cambie hace poco pero puede que se haya vuelto a hacer - ordenó Sam con voz de mando mientras señalaba a Max con un cuecharon lleno de arroz.

Tom derrotados solo pudo ir a ver a su bebé, con suaves momentos despertó a su hijo, quien no quería cooperar quito la cobija de su bebé e introdujo sus dedos por la parte delantera para verificar la humedad del pañal, al no sentir nada llevo a Max a la mesa y lo sentó en su asiento poniendo los seguros para que el pequeño no se cayera de la silla mientras se movía.

Sam sirvió la comida en los paltos de cada uno, mientras Tom ayudaba a su hijo a comer, los tres hombres se comieron la comida en un chispas mientras los dos mayores no aguantaron las ganas y se repitieron un plato más, después de comer los tres se sentaron en el sofa y vieron una película, así continuaron hasta que Max se quedó dormido, y Tom lo llevo a su habitación donde le puso un pañal limpio para la noche y le dio su biberón de leche caliente.

Esa noche Tom y Sam se divirtieron entre las sábanas, con Sam siendo mordisqueado por aquí y por allá por Tom,  mientras lo tenia boca a bajo presionado por arriba por el cuerpo de Tom y con el miembro de este encima de su espalda mojando y lubricándo su espalda, no pasó mucho tiempo para que Sam comenzará a gemir mientras era envestido una y otra vez por el miembro de Tom, así termino el día para esta pareja sudados y con la respiración entre cortada en un mar de sábanas arrugadas y con la cama desecha.

Mi pequeño hombrecito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora