Capitulo 10 - Esta no es mi casa

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El sol se asomaba por la ventana, trate de ocultarme bajo las sabanas pero al hacerlo recordé donde estaba y lo que sucedió anoche, dios mío soy ateo pero dios que bueno estuvo lo de anoche si alguien me pregunta si me arrepiento, lo negaría rotundamente, Sam es un monstruo sus deseos som insaciables tiene un trasero muy peludo y apretado con cada envestida servia como un amortiguador, los años de cuidado y de Gym le habían servido de mucho sus pectorales eran grandes perfectos para apretar, o dios era un cuerpo sacrilegioso después de que me cansara y obviamente me cansaría después de 4 o 5 veces el tomo las riendas me empujo sobre la cama con sus grandes manos tomo a mi amigo, hizo que reviviera una vez mas y lo introdujo dentro suyo nose de donde saco fuerzas ni como se movía pero gracias dios gracias.

Con un suspiro deje atrás estos pensamientos y giré mi cuerpo ahi estaba quien colmaba mis pensamientos el culpable de mis deseos, dormido plácidamente al lado mio con la boca abierta y con un hilo de saliva cayendo su mano sobre su estómago y la otra junto a su cabeza, las sabanas le llegaban casualmente hasta la entrepierna dejando entre ver una frondosa mata de pelos y un marcado paquete.

Me acerco lentamente a mi presa con una mano recorro encima de su cuerpo desde las piernas hasta su pecho, mientras mis labios buscan los suyos con un beso le robo la respiración.

Cuando ya no podia aguantar mas la respiración dejo sus labios Sam ya despierto me dice buenos días que correspondo con un nuevo beso así seguimos durante unos minutos, hasta que recuerdos a mi bebé no se si ha despertado o si sigue dormido, con un último beso le dijo a Sam que ire a ver a Max y que mientras prepara el desayuno y un biberón caliente por favor.

Salgo del cuarto desnudo en dirección a la pieza en donde se encontraba mi pequeño bebé, lentamente abro la puerta y busco la luz, la pieza estaba totalmente oscura y mi bebé seguí dormido, me acerco hacia el, destapó un poco las sabanas para revisar su pañal.

Estaba mojado, amarillo de tanta orina pero no se había pasado resistió toda la noche, mi bebe seguía dormido con su chupete en la boca entre las sabanas y los cojines que cuidaban que no cayera de la cama, mientras busco las cosas para cambiar a Max llega al cuarto Sam solo en boxers con un biberón caliente le agradezco su gentileza mientras el se retira a seguí preparando el desayuno. Ya con todo listo despierto a mi pequeño.

Sam: Despierta amor mira que tengo para ti es un rico biberón caliente que Sam hizo especialmente para ti.

Con suaves movimientos Max abre sus ojos lo primeros que hace es mirar en donde se encuentra, sus ojo empiezan a moverse rápidamente por toda la habitación, no reconoce donde esta y empieza a gimotear listo para llorar.

Sam: Max papi esta aquí no te asustes, recuerda estamos en la casa de Sam ya no llores bebe no tienes que tener miedo tu papa esta aquí contigo

Con lagrimas en los ojos y con un suave llanto sostengo a Max entre mis brazos mientras acaricio su espalda para consolarlo, la nueva habitación asusto a mi bebé, tras lograr calmarlo me recuesto en la cama junto a Max lo apoyo contra mi cuerpo y le doy su biberón, esto parece terminar de calmarlo.

Ya con el estómago lleno y calmado tomo a mi bebe y lo recuesto a los pies de la cámara, le doy su chupete y su peluche para que se entretenga mientras le cambio la ropa, desabrocho su pañal, con las toallas húmedas limpio todo, dejo un nuevo pañal bajo su trasero y luego procedo con la crema y los polvos cierro las cintas del nuevo pañal y listo mi bebe se cambió su pañal sin llantos ni pataletas.

Hoy nos quedaríamos todo el día en la casa de Sam así que una ropa holgada estará perfecta una camisa con diseño de kiwis, un pantalón de buzo color caqui y unas zapatillas blancas su chupete y su peluche solo faltaba peinarlo y lavarle su carita con agua y con jabón como pin pon mandaba.

Llevo a Max al living donde estaba Sam y lo dejo viendo unas caricaturas mientras yo me cambiaba ropa no hacia frío pero no podia estar desnudo todo el día, en el cuarto de Sam recojo mi ropa desparramada en toda la habitación, ingreso al baño y paso por una ducha rápida con la toalla que uso previamente Sam termino de secar todo el exceso de agua que tengo y me termino de vestir.

Ya listo y guapo voy al comedor a tomar un rico desayuno preparado por Sam omelet de huevo y verduras, con una infusión de rosas, el desayuno estaba exquisito el omelet se deshacía en mi boca y los labios aceitosos de Sam eran una delicia de ver, al finalizar de comer me ofreci para lavar los platos y cubiertos, mientras Sam se relajaba en le sillón junto a Max quien estaba fascinado viendo las pistas de cliford.

Unas horas después salimos al patio a jugar con Max quien había traído una serie de juguetes para entretenerse, armamos castillos de legos, jugamos a súper héroes y villanos, jugamos a tu las tienes entre otras cosas, ya cansados de tanto jugar decidimos que era hora de comer, entramos a la casa pero no queríamos cocinar así que pedimos comida tailandesa, mientras esperábamos la comida veo a Max moviéndose de un lado a otro en el piso y claramente sabia por que.

Me acerco a su lado y pedi que se levantar un poco, mi niño pareció no escuchar mi orden porque siguió sentado en el piso viendo la tv, Max! repetí la orden pero al ver que no recibía respuesta lo tome con mis brazos para levántalo, esto lo puso de mal humor no le gustaba que lo interrumpiera cuando miraba sus caricaturas, pero necesitaba saber si se había orinado encima y si su pañal aguantaba hasta después de almorzar.

Como veía que sus piernas no querían soportar su peso no me quedo de otra que levantarlo en mis brazos, y sentarlo en mis piernas, mientras el veía sus series revise desabroche su pantalón y revise las lineas del pañal, estaba lleno no podía soportar nada mas un cambio era necesario.

Tome a Max en mis brazos y nos dirigimos a la pieza a cambiarle el pañal, al alejarnos de la tele !ax empezó con una rabieta.

Max: tele tele tele papi tele tele tele waaaa quieto tele waaaaa.

Sam: shhhhhh shhhhh, ya mi amor si se que quieres ver la tele pero necesitas un cambio de pañal luego podemos seguir viendo la tele.

Max: telee tele quiedo vel tele quielo tele waaaaa.

Mientras calmaba a Max siento entre mis brazos un chorro de humedad, el pañal no soporto mas orina y con el llanto mi bebe había hecho pipí mojándonos a los dos de paso.

Max tenia mas ropa pero esta era mi única muda de ropa limpia necesitaríamos regresar a casa a buscar más, como tardábamos tanto Sam nos fue a buscar viendo toda la escena un hombre mojado desde el pecho hasta los zapatos con un niño de 12 años en pañales al que le corría la orina por la piernas.

Le expliqué brevemente la situación y Sam dijo que no importaba el me prestaría un poco de ropa, fui al baño con Max y nos desnudamos después de mucho tiempo tendríamos una ducha padre e hijo usualmente bañaba a Max en su tima y ni caíamos los dos, Sam solo tenia ducha y era los suficientemente grande par dos o 3 personas.

Sente a Max en la tasa del baño le retire su camisa, su pañal, sus zapatillas y sus calcetines el pantalón se le había caído en el living así que por suerte no se termino de mojar, me desnude yo rápidamente y tomados de la mano ingresamos a la ducha que previamente había calibrado para estar a la mejor temperatura ni muy caliente ni muy fría.

Enjabone el pelo de Max y frote un paño por todo su cuerpo con jabón corporal, tome su pené y retire el escroto para limpiarlo perfectamente ademas de prevenir problemas futuros luego hice los mismo me enjabone el cuerpo y el pelo y cuando ya estábamos limpios pasamos bajo la ducha para quitarnos los restos del jabón.

Ya limpios y secos cambie de ropa a Max y le puse un nuevo pañal, con Max vestido procedí a cambiarme de ropa tome prestada la ropa de Sam éramos casi de la misma talla sus pantalones me quedaron un poco apretados pero no era um problema, tome la mano de Max quien seguía chupando su chupete y jugando con su peluche y lo lleve al living, no se veía a Sam en ningún lado.

Justo cuando lo iba a llamar siento cerrar la puerta, era Sam con unas cajas de comida, el repartidor había llegado en el momento perfecto, la tarde transcurrió con normalidad max le cambie el pañal unas 2 o 3 veces más quizás el cambio de casa había hecho que orinara más.

Con Sam charlamos toda la tarde nos contamos muestras vidas, nuestras infancias y nuestros sueños, ya casi al anochecer nos despedimos de Sam, Max tenia sueño y Sam tenia que trabajar, prometimos volver a vernos prontos y la próxima vez el se quedaría en mi casa.

Mi pequeño hombrecito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora