Gray logró alejarse bastante de VILE en un par de horas, el camino fue largo, pero el hecho de que nadie dijera nada lo hizo aún más largo ¿Que podía decir? Era obvio que ella se sentía incomoda en su presencia, el tratar de hablarle solo la iba a incomodar más y ese no era el objetivo, además de que tenia que pensar bien que es lo que haría después, pues sabia bien que las camionetas de VILE podrían ser localizadas fácilmente así que no podían viajar en ella a menos que quisieran ser encontrados para después recibir otro lavado de cerebro.
Por otro lado estaba Carmen, quien veía el bello paisaje por el que estaban rodeados, árboles grandes y hermosos complementados con pasto coloreado de verde vivo y cielo despejado, estaba bien pero no se sentía muy cómoda ¿Cómo sabía que podía confiar en este tipo? Había perdido la memoria pero aún así no dejaba de escuchar una pequeña voz que le decía que huyera pero también existía un presentimiento de que todo estaría bien, no sabía muy bien el por que de esa contradicción así así lo único que haría por el momento es mantenerse alerta.
-¿A dónde vamos? -pregunto Carmen de repente.
-Ahora vamos a Gencloe, veremos si podemos conseguir otro medio de transporte y quizás identificaciones falsas aunque lo veo difícil, por lo que se solo es un pequeño pueblo pero no perdemos nada con intentar -respondió Gray sin despegar su vista del camino.
Carmen asintió con la cabeza sin decir nada más, el silencio fue de nuevo el principal elemento en el viaje, por suerte, estaban prácticamente a nada de llegar, se podían ver algunas casas no muy lejos de ellos, Gray siguio conduciendo hasta que vio un pequeño grupo de personas, se detuvo para preguntar.
-Buenas... tardes, creo, disculpen, no somos de por aquí así que nos gustaría saber donde podemos encontrar un mecánico, esta cosa falla mucho -dijo Gray refiriéndose a la camioneta, un hombre ya algo mayor rodo los ojos.
-¿En serio? Esa camioneta parece nueva, es increíble, ya no hacen las cosas como antes -dijo el hombre con fastidio.
-Escucha bien muchacho, después de esta calle, giras a la izquierda antes de llegar a la iglesa y ahí la encontrarás, la podrás ver fácil porque es el único lugar que no es una casa -dijo una señora con una enorme chamarra.
-Gracias, que tengan buen día -dijo Gray con amabilidad para después volver a conducir.
-Es un lugar bonito, tal vez deberíamos quedarnos aquí -dijo Carmen.
-Creo que por el momento es nuestra única opción -respondió el australiano entre dientes.
Siguió las indicaciones que le dieron, en efecto era una clase de terreno con bastante desorden y casas de lámina, la entrada estaba abierta así que no hizo nada más que entrar al lugar para después bajar de la camioneta, Carmen lo siguió, rodeo la camioneta y se puso de pie junto a él, cuando una chica de más o menos su edad se acercó acercó ellos, de piel blanca, su cabello platinado y ojos lilas se acercó a ellos.
-¿Puedo ayudarlos en algo? -pregunto la chica con un marcado acento escocés.
-Si por favor, queremos vender este vehículo
La chica se río.
-Por favor, esto es un taller, no una compraventa
-Por favor necesitamos el dinero, es un buen vehículo
-No lo dudo, es un buen modelo pero yo no me dedico a comprar autos o camionetas
-¿Y compras piezas? Puedes desarmarla y disponer de las piezas -sugirió Gray, la chica suspiro con pesadez.
-Bueno... la revisaré y veré si puedo darte algo por ella, tampoco creas que soy rica -Y sin decir más, se retiró.
-¿Y ahora que? -pregunto Carmen.
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En Otra Vida
FanfictionAustralia es un hermoso pais y para Carmen era mas que especial, significaba mucho aunque no precisamente por sus espectaculares playas, los animales o sus deportes, sino mas bien por alguien y por ese alguien a veces se pregunta "¿Podre cambiar de...