XXIII - Alaska.

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Alaska.

Alaska

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Dante.

Con los brazos bajo mi nuca, me deleito mirándola a lo lejos. La recorro de la cabeza a los pies sin poder cansarme, aún menos viendo todas mis marcas adornando su tersa y cremosa piel que brilla con los leves rayos de sol entrantes por la ventana.

—¡Eres una bestia! —cambia de posición frente al espejo, inspeccionando ahora sus tetas. Sonrío orgulloso de mí mismo por no dejar zona sin marcar.

—¿Yo soy la bestia, Hela? ¿En serio? —se muerde el labio mientras mira el delicioso desastre que hizo en mi cuerpo. Tengo sus rasguños, sus mordidas y chupetones esparcidos por todas partes.

Sonríe inocentemente y me enderezco al verla gatear en la cama hacia mí.

—Voy a ducharme —la tomo del cuello devorando su boca sin darle tregua alguna. Gruño molesto cuando al final solo me da castos besos entre risitas—. ¿Vienes?

—Tengo que hacer unas llamadas —no deja de estampar sus labios sobre los míos—. Termino y voy a donde tú quieras. ¿Te parece?

—Mhmm... —se detiene cuando ya me estaban gustando sus besos— No, no me parece.

Sube sobre mí y no pierdo tiempo en estrujarle el culo y comerle la boca como me gusta. Me prendo más al hacer aparecer las líneas rojas que me dicen que está excitada y que soy yo quien lo provoca.

 Me prendo más al hacer aparecer las líneas rojas que me dicen que está excitada y que soy yo quien lo provoca

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Salgo de la ducha antes para asegurarme que no estará cerca. Salgo al porche y contesto la llamada del número anónimo.

–Te enviaré la dirección y no quiero demoras –solo dice y corta, «imbécil».

Luego de inhalar profundo de uno de los cigarrillos que le robé, froto mis manos al ya no sentirlas, me abrazo a mi mismo en busca de calor y me maldigo por haber venido cuando pude estar follándome sin parar a la hermosa mafiosa de cabello negro que me está volviendo loco.

Siento mi teléfono vibrar y me quedo perplejo luego de leer el mensaje.

»Gracias por su leal servicio, desde ahora nos encargamos nosotros...

My Legacy  (Saga Dinastía Gagliano #2) [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora