-Yyy...¡listo, ya esta! -exclama el chico saliendo debajo de aquel tractor-
Luego de dos horas finalmente había terminado de reparar el tractor, descubrí que tenía un ligero golpe por debajo y había abollado una pieza que lo hacia mover así que lo cambie por uno nuevo de repuesto, aunque en el proceso me manche las manos y la camisa de aceite, creo que después de esto tendré que bañarme de nuevo.
-Creo que ya puede arrancar ¿porque no lo enciende?
Max metió la llave y al darle la vuelta el motor comenzó a rugir nuevamente, aquello lo puso bastante contento y ami también pues otro logro mas se sumaba a mi lista, había salvado el día.
-¡Funciona ___, funciona! Muchas gracias por repararlo, no se como puedo pagarte
-D-descuide eso no es necesario, usted contribuye mucho al pueblo así que esto va gratis
-Eres un chico increíble, a este mundo le hacen falta mas personas buenas como tu
-¿V-verdad que si? Jeje -responde el chico algo apenado por el cumplido- Bueno, ahora si ya me voy, si se le vuelve a descomponer no dude en llamarme
-Si lo tendré en cuenta, por cierto, tengo unos tarros de miel que recién saque de los panales, te voy a dar algunos para que te los lleves
-¿Enserio? ¡Gracias!
[...]
Ya era tarde cuando iba de regreso a mi casa, algo cansado pero contento con esos dos tarros de miel. Adoro comer miel así que para mi esos dos jarrones son una buena recompensa por mi trabajo los cuales podré degustar por un buen tiempo.
Finalmente llegué a casa, ya dentro salude a mis padres quienes ya habían llegado a casa. Les conté de manera breve lo que había ido a hacer y luego de eso subí a mi habitación a hacerme con otro cambio de ropa, pues el que tenía puesto estaba sucio.
Estoy cansado -pensó mientras se sentaba en la silla frente a su mesa de trabajo- pero esa tarea no se hará sola, creo que hoy desvelere hasta terminar el trabajo -resignado y cansado, comenzó a hacer sus apuntes en las libretas de sus materias-
Al día siguiente...
Otro nuevo día había llegado y consigo otro mas para ir a la escuela. Y ahí estaba yo, como siempre puntual sentado en mi lugar, conforme pasaban los minutos mas personas iban llegando, había algunos que entraban en grupo, supongo que eran amigos que se conocían desde hace mucho pues hablaban abiertamente y en confianza siendo el segundo día de clases. Y yo, bueno, yo seguía aun sin tener amigos.
Un rato después era la hora del receso. Luego de tomar mis cosas me fui a ese árbol frondoso que desde el primer día de clases lo había elegido como mi lugar de descanso permanente, pues casi nadie se acercaba a ese sitio, algo ventajoso para mi pues me ahorraba las molestias de lidiar con mas gente.
Ya en aquel sitio empecé a comer, y mientras lo hacia, divagaba en mi mente mientras veía a los demás estudiantes divertirse a lo lejos, al parecer estaban jugando fútbol, no soy muy fan de ese deporte pero ver aquello me estaba entreteniendo.
Mientras pensaba cosas, aquella conversación del otro día con aquella chica de gran altura se me vino a la mente, a decir verdad fue muy poca la charla que tuve con ella por lo que sabia muy poco sobre aquella chica que llegó en el momento menos esperado a tenderme la mano de forma indirecta. Ni siquiera pude agradecerle lo que hizo por mi.
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Mi novia es una saiyajin
FanfictionToda la información de esta historia se encuentra en el prólogo, te invito a que vayas y le eches un vistazo, espero que esta historia te agrade y si es así por favor dale el apoyo que se merece para así seguir trayendo más contenido interesante com...