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Es verano, es Busan. Y Jungkook conoce a Kim Taehyung, y tiene la certeza de que lo que lleva por dentro se siente, por primera vez, como amor genuino.
Pero el verano se acaba y la suya es otra de esas historias entre mile...
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Los días precedentes a su primera sesión de terapia no habían sido difíciles, Taehyung había tomado la decisión de dar ese paso lleno de convicción y consciente, desde mucho tiempo antes, que era la única alternativa viable para sanar. Sin embargo, la mañana indicada llegó y él se despertó demasiado temprano, después de haber tenido una noche de sueño entrecortado y pesadillas de las que entraba y salía sin sentido.
La pantalla de su teléfono mostraba un recordatorio con el día y la hora de la consulta, le seguían caritas felices e iconos de ánimo, lo había hecho en un día en el que la esperanza de poder desenredarse y ver la vida menos complicada lo habían invadido. Ahora, cuando ese momento estaba a punto de suceder, Taehyung sentía una piedra pesada y fría en su estómago que se hacía más grande con el correr de las horas y los minutos.
Mientras desayuna, culmina trabajos, adelanta capítulos de lecturas obligatorias y acomoda sus pertenencias dentro de su bolso listo para marchar a su primera clase de la jornada, piensa en que no tiene idea de lo que va a decir, que tiene miedo de que haya algo en esos recuerdos y vivencias demasiado malo, algo que no se pueda arreglar.
Está poniéndose los zapatos cuando siente unos brazos rodeando su cintura y un rostro apoyándose en su espalda.
—Creí que me ibas a esperar —Jimin le dice mientras aprieta el abrazo.
—Quedarme quieto comienza a abrumarme —murmura culpable.
—Está bien, dame solo un momento —apoyado en la puerta de entrada, Taehyung ve a su amigo apurarse en busca de sus cosas.
—Lo siento, es muy temprano —murmura cuando llevan unas cuantas calles recorridas sentados en el transporte público, y Jimin está mirando su reflejo en la pantalla de su teléfono, intentando acomodar su cabello y suspirando al fallar.
—Está bien, lo prometí. Hoy será a tu ritmo, haremos lo que necesites para sentirte lo menos ansioso posible. Incluso si necesitas que te deje solo, puedes pedírmelo.
Taehyung asiente en acuerdo, remarcando el plan en su mente, y se afloja en su sitio; busca la mano de Jimin, y cuando terminan por entrelazar sus dedos, su amigo recuesta la cabeza en su hombro. Y con ese gesto, Taehyung entiende que no está ni estará solo en ese proceso.
Las clases pasan con normalidad, mantenerse ocupado con las cosas en las que está seguro de ser bueno lo ayuda muchísimo a distraerse y a olvidarse que el tiempo se acorta. Llega a la cafetería justo para el turno del mediodía, y los clientes entran apurados, cansados y hambrientos, y él tiene muchas mesas que atender, entonces los ve. Namjoon y Yoongi se acomodan en una mesa cerca de la entrada, y él tiene que morderse los labios para no reírse cuando intentan disimular que están buscándolo con la mirada.
Se acerca a ellos como siempre, seguro de que tomará la misma orden de cada vez en el caso de Namjoon, y que Yoongi lo dejará elegir a él porque cada uno de los ítems del menú le parece exquisito. Es justamente eso lo que le dicen, después de abrazos breves y observaciones intrigadas que preguntan cómo está sin hacerlo.
