Taehyung supo que ese día iba a ser horripilante cuando esa pesadilla con gritos, golpes y corridas se hizo muy nítida y le paralizó el cuerpo entero, impidiéndole terminar de despertar para salir de ella.
Recuperó el sentido y la tensión en sus músculos le hizo doler en cada sitio, cuando liberó sus puños apretados vio el rastro de sangre y las pequeñas heridas que se había hecho a él mismo en las palmas al apretar con fuerza. Tuvo que dar un par de vueltas en la cama, estirándose para recuperar la circulación normal.
Terminó por levantarse, la pesadilla seguía rondando en el fondo de su mente y a Taehyung le daba miedo volver a dormirse y que pasara lo mismo otra vez, porque definitivamente la parálisis de sueño no era en absoluto una sensación agradable.
Apenas eran las 6 AM, pero de igual forma decidió comenzar el día. Untó mermelada en sus tostadas y cortó fruta para esparcirle encima, preparó café y calentó leche para que fuera una taza gigantesca y dulce que lo ayudara a quedarse despierto.
Puso la televisión y las caricaturas matutinas llenaron la sala de música y de efectos especiales. El sueño lo abandonó de a poco, después de un largo rato en el que su cerebro todavía no coordinaba del todo, olvidando las cosas que estaba buscando y haciendo que los hilos de pensamiento corrieran demasiado lejos, enredándose sin sentido.
Se puso ropa cómoda después, y decidió que era momento de clasificar todos los papeles que Wheein y él había acumulado en cajas, tras vaciar el último mueble repleto que quedaba en la casa. La mayoría no tenían valor o función alguna, eran comprobantes de pago y postales de navidad de familiares demasiado lejanos.
Solo por cumplir con la rutina de verificación, desdobló ese papel amarillento y maltratado por el paso del tiempo. Y su mundo se agitó en todas direcciones cuando lo leyó.
"Querido Santa:
La abuela siempre dice que soy el mejor niño de todos, pero mamá y papá no creen eso. Ellos piensan que puedo ser todavía mejor en la escuela y que podría elegir un deporte en el que destaque más que en natación. Así que este año solo deseo lograr esas cosas.
Y tal vez solo desearía una sola cosa más, que caiga nieve aquí, para poder construir un muñeco junto con Wheein y la abuela. A papá y a mamá no les parece divertido y no me dejan hacerlo en casa, así que solo eso estaría bien.
Te quiero, Tae"
Rescató esa carta, un par de dibujos que estaban lejos de ser bonitos, pero que igual rezaban "¡Abue te amo!" de forma entusiasta y las fotografías que reemplazaban cada ciertos años en los cuadros de la sala.
Empezó sintiéndose nostálgico, y terminó llorando acurrucado en el sofá, todavía mirando esa en la que su abuela le ataba los zapatos mientras lo sentaba sobre la mesa de la cocina.
Perdió dos horas, y después de lavarse el rostro múltiples veces y de beber un té, decidió ponerse en movimiento porque él todavía tenía mucho que hacer, y le había prometido a Jungkook que lo vería esa tarde. Así que simplemente ató las bolsas que estaban repletas de basura y devolvió a las cajas lo demás que faltaba por revisar, con la esperanza de terminar en otro momento.
Hacer la despensa parecía la mejor opción, visitar el supermercado, la farmacia y la panadería sonaban a un buen plan. Y aunque intentó ya no pensar en ello, su cabeza simplemente no salió de ese sitio mientras caminaba, recorría y recordaba. La soledad se le adhirió al cuerpo.
Se mantuvo ocupado en otras cosas, una tarea tras otra. Incluso decidió hacer la mitad del camino a pie hasta la playa, cuando su segundo autobús pasó antes de que siquiera tuviera oportunidad de llegar a la parada.
Jungkook volvió a ser amable y risueño, y los amigos del chico también lo hicieron reír bastante mientras jugueteaban con la arena y conversaban de los temas más banales y surrealistas. Fue divertido, Taehyung no lo puede negar; pero incluso así, no tuvo la capacidad ni las ganas de ser elocuente.
—Entiendo que hiciste un gran esfuerzo para mantenerte distraído hoy —Jungkook dijo de la nada, cuando ya estaban solos y vestían suéteres, porque el aire los castigaba mientras observaban las olas sentados a la par —Pero todavía noto que hay algo que te tiene mal. Y está bien si no me puedes o quieres decir qué es... Solo quiero saber si hay algo que pueda hacer por ti.
Taehyung lo observó con la cabeza ladeada, la curiosidad y la preocupación bailando en los ojos del chico, y él se sentía cansado y triste por mas que lo había intentado todo, por más que se había obligado a salir de casa.
—¿Recuerdas el día que nos conocimos? —Jungkook asintió de inmediato —¿Recuerdas que dije algo sobre leer mientras esperaba aquí? —el chico repitió el gesto —Mi abuela estaba ingresada en el hospital, a pocas cuadras, por eso siempre terminaba aquí esperando el siguiente horario de visita. Ese día, apenas unas horas después de conocerte, mi abuela murió.
—Oh —Jungkook dijo en sorpresa, y se acercó más a él —Lo siento tanto —murmuró tomando una de sus manos.
—Es decir, es algo que sabía que pasaría. Era solo una cuestión de tiempo, debido a su enfermedad. Pero a veces es duro, como hoy. Y simplemente extraño a la persona que más me amó en el universo.
—Tae, en verdad lo siento mucho —Jungkook dijo frotando su espalda, y entonces Taehyung estaba dejando caer su cabeza sobre el hombro del chico —¿Quieres hablar?
Jungkook le prestó ese hombro, y el oído cuando le contó sobre su abuela siendo la mejor persona del mundo, cuando le dijo sobre su tía, sobre la envidia de sus primos y sobre como Busan se sentía como su verdadero hogar. Y cuando prestó atención otra vez, estaba terminando de llorar, un poco oculto en el cuello de Jungkook, mientras él acariciaba despacio su espalda con una mano y con la otra le abrazaba la cintura para hacerle saber que ambos estaban allí, que ese momento estaba bien y era perfecto a pesar de la tristeza.
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Como en aquel verano - Taekook (kookv)
Fanfiction[Disponible en físico ✨📚] Es verano, es Busan. Y Jungkook conoce a Kim Taehyung, y tiene la certeza de que lo que lleva por dentro se siente, por primera vez, como amor genuino. Pero el verano se acaba y la suya es otra de esas historias entre mile...