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Es verano, es Busan. Y Jungkook conoce a Kim Taehyung, y tiene la certeza de que lo que lleva por dentro se siente, por primera vez, como amor genuino.
Pero el verano se acaba y la suya es otra de esas historias entre mile...
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Esa cafetería debería traerle a Jungkook recuerdos agrios, pensamientos sobre cómo había terminado envuelto en esa situación que lo movilizaba y conmovía. Sin embargo, la cafetería en la que vio a Taehyung en Seúl por primera vez, seguía siendo uno de sus lugares favoritos. Era tranquilo, estaba lleno de estudiantes en su misma condición y estaba muy cerca de su residencia; así que continuaba yendo allí.
Había días, como aquel, en el que Taehyung también estaba allí. Jungkook había preguntado en una ocasión, por qué, si tenía un departamento luminoso y con vecinos tranquilos, prefería salir de casa. El chico le respondió que por mucho que amase a Jimin, a veces la preocupación del chico hacia él le resultaba asfixiante, el tener que fingir y ocultarle cosas no era fácil en absoluto. Con los demás no resultaba tan agotador, porque no estaban todo el tiempo a su alrededor y no tenían esta especie de radar que Jimin parecía poseer cuando se trataba de él. No es que le gustase evitarlo, pero a veces era necesario para Taehyung hacerlo, para darle un poco de paz a su cerebro, para dejar de sentirse observado.
Así que, en esos días, cuando lo encontraba enfrascado en la lectura detrás de sus lentes de marco grueso, con el flequillo estorbándole un poco, con su mueca tranquila y concentrada, Jungkook caminaba hasta su mesa y se instalaba con él. Entonces Taehyung suspiraba y se ablandaba, se acomodaba en la silla y pedía más té. Continuaba leyendo, conversaban un poco, Jungkook completaba proyectos o trazaba bocetos. Era cómodo, y se parecía mucho a lo que habían hecho en Busan; y por más que fuese en un contexto mucho más difícil, la sensación tranquilizaba en demasía a Jungkook.
—Entonces tal vez solo duerma un montón y me quede en casa viendo películas con un chocolate caliente y palomitas, porque el clima es helado y ya no soporto ni la nieve, ni la lluvia. No quiero ir a ningún sitio con este tiempo, prefiero el verano —Taehyung le contaba sobre los planes de su próximo fin de semana libre.
—También yo —Jungkook dijo de manera distraída.
Y cuando se dieron cuenta de lo que conllevaba aquella afirmación, ambos estaban ruborizándose y balbuceando explicaciones que no hacían falta entre los dos.
—Puedes venir —Taehyung dijo de repente y Jungkook lo miró descolocado —Puedes pasar el fin de semana en casa si quieres y no tienes nada más que hacer —aclaró.
—Eso estaría bien —confirmó —He estado acumulando recomendaciones de cosas que aun no he visto. Te las enviaré luego, para que puedas investigar al respecto también... —su teléfono sonó en ese instante, desviando su línea de pensamiento cuando leyó el nombre de quién llamaba —Hola ma ¿Cómo estás? —saludó, y la calidez le invadió de inmediato el pecho cuando vio el rostro de la mujer sonriendo a través de su pantalla.
—Estoy bien, cielo. Tu hermano te extraña un poco, no hemos querido llamar antes. Dijiste que tenías que estudiar y no quería molestar —su madre lo observó con ojo crítico —¿Estás comiendo bien?
