Verano

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La penumbra comenzaba a invadir la casa de su abuela, los bolsos y recipientes que habían llevado esa mañana a la playa con Jungkook todavía descansaban sobre la mesa, y él todavía saboreaba la dulzura del último beso que el chico le había dado un...

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La penumbra comenzaba a invadir la casa de su abuela, los bolsos y recipientes que habían llevado esa mañana a la playa con Jungkook todavía descansaban sobre la mesa, y él todavía saboreaba la dulzura del último beso que el chico le había dado unas horas atrás. Toqueteando su mejilla, Taehyung pensó en lo mucho que deseaba tener las agallas suficientes, la firmeza que sabía que iba a necesitar.

Ese silencio pacífico en el que meditaba se vio interrumpido por el sonido de su teléfono proveniente de la cocina, donde había terminado por olvidarlo. Tuvo que correr para alcanzar a contestar, y cuando vio la pantalla, sus entrañas se removieron en nerviosismo repentino.

—¿Papá? —contestó.

—Kim Taehyung, al fin te dignas a recordar mi existencia. Todavía espero que vuelvas a casa antes de que el verano acabe. Entiendo y respeto tu duelo, pero nosotros también somos importantes. Necesitamos saber que estás bien —el hombre dijo en un tono acusatorio que le heló la sangre.

—No lo estoy. No estoy bien —respondió con un hilo de voz.

—¿Es en serio? No puedes estar hundido en la miseria por siempre, escondido en esa casa cochambrosa. No cuando todos esperábamos que esto sucediera desde el principio —Taehyung fue capaz de identificar en el tono de su padre el intento por disfrazar de razonamiento el hastío.

Si el enojo no estuviera comenzando a brotar picando en sus manos y su nuca, él habría podido reírse de lo absurdo que se oía ese hombre cuando creía saberlo todo y tener la razón. Su padre no entendía ni sabía el motivo por el cual continuaba en Busan, no sabía ni entendía por qué esa palabra descalificativa sobre la casa de su abuela le resultó el peor insulto del mundo. Su padre no sabía nada, y nunca lo entendería.

A Taehyung mentir no se le daba bien, sobre todo bajo la mirada juzgante de sus padres. Cuando lo hacía, terminaba perdiendo los hilos de la historia y tropezando con su propio ovillo. Era por la culpa, por el veneno que le llenaba el estómago y la cabeza cada vez que esos dos pares de ojos se posaban en él con fiereza y le reclamaban de forma silenciosa que no podía decepcionarlos, que tenía que ser perfecto por lo que habían hecho por él. Fue así que consideró que reprimir sentimientos, omitir piezas en sus historias, contar a medias sobre su vida, sobre lo que hacía y elegía, no era mentir; era simplemente mantener a resguardo aquello que de verdad le importa, aquello que lo compone en el fondo de su ser. Después de varias colisiones, Taehyung aprendió por las malas que la sinceridad total necesita ser selectiva, sobre todo con aquellos que creen conocerte más que tú mismo.

—Tal vez tú esperabas eso —terminó diciendo, sin poder controlar la ira producida por la herida que el hombre acababa de abrir y trastocar —Yo siempre esperé que hubiera más tiempo.

—¿Más? —el hombre dijo riendo en sarcasmo —Fue demasiado para mi gusto. Una agonía —cuando es capaz de sopesar lo que esas palabras quieren decir, la necesidad de llorar de rabia lo arrasa.

Como en aquel verano - Taekook (kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora