Capitulo 7

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Aris

Los poderes del anillo no dejaban de sorprenderme, el día en que Colín dejó su puño marcado en mi rostro, desperté como nuevo, luego de toda esa paliza, desperté como si todo hubiera sido una mala pesadilla. Mi cuerpo había borrado cada marca, mi piel lucia sana sin ninguna señal de moretones, como si nunca me hubieran tocado. No lo entendía y sinceramente estaba asustado. Alexia entró a mi cuarto a penas me desperté ese día, explicándome que el anillo había decidido curarme, que pasaba todo el tiempo, que no me preocupara pero hasta el día de hoy no he dejado de pensar en que más poderes tendrá el anillo, en eso...y en otras cosas más.

— ¿Por qué fueron al festival?— Pregunté al integrarme al desayuno, el comedor era una pequeña pieza comparado con el salón de entrenamiento, aun así, tenía ese toque sofisticado y antiguo que desbordaba todo el establecimiento. Estaba sentado en una larga mesa de madera que estaba decorada con un mantel rojo, la conformaban los cinco genuinos que disfrutaron barrer el piso conmigo toda la semana pasada, claro, sin recibir ningún resultado, mi don seguía sin salir a flote.

—Buen día para ti también, soldadito —musitó Alistair tomando su jugo de naranja.

— ¿Por qué quieres saber eso?— Preguntó Alexia.

— ¿Por qué no puedo saberlo?—Solté enseguida— Creo que ya es justo que me digan porque me raptaron y como es que ocurrió aquel apagón.

Alistair y Alexia intercambiaron una corta mirada.

—Bueno...—Alexia comió el ultimo pedazo de su gofre y me miró—Esa noche habíamos planeado buscar información de Arcarius...

— ¿Del presidente?...¿por qué el?

—Una de las cosas que la antigua generación nos dejó fue una carta—habló Livia—. En ella nos advertían de los soldados zetas y el presidente, nos decía que ellos harían cualquier cosa por eliminarnos y aún no sabemos la razón.

>>¿Eliminarnos?<< En mi estómago se formó un nudo. Ahora no era más que su enemigo, un objetivo de los soldados que añoraba ser.

—Por eso es que esa noche fuimos al festival—siguió Alexia—. Aparentamos ser uno de ustedes al principio y luego te vi, noté como me mirabas y por alguna razón camine hacia a ti, dejándome llevar por tu mirada, pensaba que eras un chico común hasta que viste mi anillo mientras bailábamos. Esa es una de las maneras en las que se detecta un potencial genuino, los anillos en público se esconden a simple vista y solo los genuinos podemos verlos. No podía pasar la oportunidad de tener un nuevo genuino, los hemos buscado por varios años desde la llegada de Link y tú eres el primero al que conseguimos. Entonces, recuerdo que me acerqué a Alistair y le pedí que me esperaba en el auto...

—Mi pobre Annie...—musitó Alistair formando un puchero.

Alexia puso los ojos en blanco y prosiguió:

—Bueno, lo único que se me ocurrió en ese momento fue crear una distracción para sacarte de ahí sin que nadie se diera cuenta, así que mientras todos estaban concentrados en la ceremonia, me escabullí e hipnotice a unos de los soldados para que me guiara a donde se concentrara más electricidad; el idiota me llevó hasta el núcleo eléctrico principal, solo tuve que desmayar a los dos zetas que estaban cuidándolo para absorberla y causar el apagón. Apenas salí de allí, un zeta había salido de no sé dónde y me descubrió. Lo demás ya lo sabes.

—Mi hermana, toda una criminal—comentó Alistair con un claro orgullo.

Suspire un poco más tranquilo, en toda mi estadía me había preguntado cómo se les había ocurrido traerme a este lugar y ahora que lo sabía se sentía todo menos incorrecto. Ellos estaban en contra la organización de mis sueños, que la conformaban mis mejores amigos y mi madre; y era más que difícil elegir un bando porque ahora era parte de ellos, era un genuino y no podía escapar de esto si lo deseaba, ese estúpido anillo siempre iba a estar adherido a mí.

Oziria y Los anillos del zodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora