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El día había amanecido nublado y hacía frío, mucho frío, por lo que Seungmin tuvo que ponerse bastante abrigo, ya que su resfrío no estaba del todo curado. En serio estaba odiando a Minho, pero más estaba odiándose a sí mismo por ser tan débil ante los ruegos de su amigo.

Juyeon no había comentado nada en contra de que Minho quería que fueran a aquel viaje, ni siquiera preguntó por qué se debía, solo esperó a que Seungmin le contara, y de esa manera fue. De todas formas, Seungmin se llevaría alguna que otra chaqueta de Juyeon, de las cuales habían quedado en su casa en las escasas veces que se quedó allí. Nada grave, solo no quería extrañarlo tanto como estaba seguro de que lo haría.

Y justo ahora, se encontraban a minutos de subir a un avión para ir hacia América.

Minho, Hyunjin, Jeongin y Changbin estaban parloteando como si fuesen adolescentes en su primer viaje a otro lugar sin sus padres. Seungmin en serio a veces pensaba que no encajaba en aquel grupo de amigos, pero los quería así que se quedaba con ellos. Jisung era el único que no había aceptado ir, pidiéndole perdón a Minho por ello. No dio razones, pero Minho lo tranquilizó diciendo que no había ningún problema.

—Te voy a extrañar — Juyeon dijo, acercándose para besar una vez más sus labios, de aquella manera suave que a Seungmin le gustaba tanto.

—Vamos, Juyeon, será solo por un fin de semana —dijo Changbin dándole una mirada divertida al Alfa—. Luego podrás tenerlo todo para ti y...

—Y mejor cierra la boca porque queremos irnos contigo, pero si sigues molestando a Seungmin, Juyeon saltará a tu cuello — Minho dijo con una risa. Changbin alzó las manos en señal de paz, quedándose callado—. Y eso que no lo has oído cuando no estás —bromeó en dirección a Juyeon.

Juyeon solo río un poco y miró a Seungmin, quien miraba de la mala forma a sus amigos con los ojos entrecerrados.

—Los odio —replicó con seriedad. Luego miró a Minho —. Y a ti te odio más por convencerme.

En el momento que Minho iba a decir algo en contra de aquello, una voz en el altoparlante diciendo que ya debían abordar su viaje, lo interrumpió. Se encogió de hombros y metiendo las manos en sus bolsillos, le indicó con un movimiento de cabeza que ya debían irse. Seungmin asintió y luego de darle un último beso a Juyeong, comenzó a caminar junto a Changbin, Jeongin y Hyunjin mientras que Minho se quedaba atrás.

— ¿Lo cuidaras? —preguntó Juyeon con seriedad antes de que Minho comenzara a caminar.

—Como lo he hecho en todos estos años.

Juyeon le dio una última sonrisa con un asentimiento y Minho se lo correspondió, comenzando a caminar hacia la misma dirección en la que sus amigos se habían ido.

— ¡Primera clase! —exclamó Changbin con una risa—. ¿Cómo lo has hecho, Minho? Se supone que es el comienzo de tu Infierno, pero nos estás llevando al Cielo.

Seungmin miro a su amigo como si fuese algo de otro planeta y se sentó en uno de los asientos que daban a la ventana. Segundos después, sintió a alguien caer en el asiento junto a él y pudo notar que era Minho. Le sonrió y miró hacia el paisaje fuera: estaba nublado. Solo una vez había viajado en avión y esperaba que la segunda vez que lo hacía no lloviera porque moriría de un paro cardíaco ahí mismo. Lo presentía.

— ¡¿Y estaremos solo nosotros?! —Fue Hyunjin quien ahora gritó, haciendo exaltar a Seungmin al estar tan distraído.

—Sep —contestó Minho mirando a su amigo saltar de un lado a otro. Estaba seguro de que la azafata no tardaría en pedirle que se calmara—. Regalo del bastardo que me quiere arruinar la vida: su única condición fue que no armara algún escándalo.

Mordida Equivocada | 2MINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora