Rachel ❤️🔥Todo había acabado. Finalmente, luego de meses de guerra y sacrificio había logrado mi objetivo de hacer pagar a todos esos infelices que me jodieron la vida, me separaron de mis hijos y no me dejaban ser feliz, ahora todos ellos se están pudriendo. Aprendieron a la mala que yo cumplo mis promesas.
Christopher está en silencio sentado a mi lado, ambos conscientes de que aún no es el final para nosotros, tenemos cosas que resolver y cuentas que saldar. Al menos, podía decir que estaba orgullosa de haber llegado a un mutuo entendimiento en beneficio de nuestro futuro. No había sido fácil, hicieron falta gritos y peleas, pero se había logrado.
Estábamos en la central de Alemania, esperando al nuevo ministro de la FEMF el cual había sido nombrado hace apenas una semana, justo después de que todo explote. Los mellizos estaban a salvo, lejos y esperándonos.
Podía sentir la tensión flotando en el ambiente, había gente esperando fuera del vestíbulo y no era una sorpresa, estaban esperando a la Dama de la Mafia y el Vor de la Bratva, quiénes antes habían pertenecido a esta institución e incluso por un corto tiempo tuvimos el título de Primera Dama y Ministro, respectivamente. Estaba segura que muchos de ellos querían nuestras cabezas, tampoco me sorprendía, porque en nombre de nuestro futuro ambos habíamos hecho cosas imperdonables.
Me convertí en una asesina sin escrúpulos, dirigí la Pirámide la Mafia durante años e hice cosas que juré jamás hacer. ¿Me sentía culpable? No. Lo volvería a hacer todo otra vez, porque eso me había garantizado el futuro que se me presentaba adelante. ¿Y Christopher? Él nunca había sido bueno o una persona con valores que respetaba las normas, sin embargo, el tiempo fuera había logrado que el disfraz de coronel se le caiga, quedando solo la verdadera cara de la bestia. Y estaba segura de que tampoco se arrepentía, de hecho, podría jurar que lo disfrutó más que nadie. Ambos formamos alianzas peligrosas y no nos arrepentíamos de nada porque lo hicimos por nuestros hijos, por nosotros, por nuestros objetivos.
Sin embargo, la satisfacción de haber ganado no lograba asentarse del todo en mí, pues en el camino habíamos perdido vidas que jamás recuperaríamos. En mi cabeza aún se repetía lo que había pasado hace unos días, una parte de mí aún era renuente a aceptar la pérdida de los míos y de aquellos que nunca consideré llamar aliados.
Fue hace una semana que nos enfrentamos a los italianos. El final del enfrentamiento que se estuvo desarrollando durante años tomó lugar en Gehena, los bandos se formaron y alianzas inesperadas nacieron. Por mi lado, las circunstancias me llevaron a aliarme con la Bratva, lo cual no fue algo que disfruté hacer. Tras meses de enfrentamientos, entre la Bratva y mis clanes, pero al final la verdad que me habían estado ocultando salió a la luz. Ilenko Romanov no era solo el hombre que me quería muerta, sino también el padre de mi sobrina y pareja de mi hermana Emma.
La sorpresa que sentí ante la revelación estuvo sobrepasada por la rabia de saber que se había aprovechado de mi hermana y su situación vulnerable, lo que no me esperaba fue ver a mi hermana menor defenderlo con garras y dientes, clamando estar enamorada. Fue difícil, casi imposible, pero fui consciente de que cada uno escoge su veneno y cómo morir. Era mi hermana, pero ya era grande para tomar sus propias decisiones, yo cumplía mi rol de hermana mayor advirtiéndola y si aun así quería meterse en la boca del león, entonces no había nada más que hacer, ella debería afrontar las consecuencias de sus actos. Y así fue.
Luego de que todas las cartas estén sobre la mesa, el siguiente paso a tomar era inevitable, todos teníamos el mismo objetivo, tal vez diferentes motivaciones, pero todos queríamos acabar con los Mascherano. Antoni había logrado saber nuestra ubicación y había aparecido con los Halcones y los clanes que aún le eran fieles para exterminarnos. Lo que él no sabía es que lo habíamos estado esperando y la única razón por la que nos encontró, fue porque lo dejamos. Llegó y fue un baño de sangre, hubo cientos de pérdidas de ambos lados. Me llevé a mucha gente por delante, pero no me dejé entretener por nadie, yo tenía un objetivo y no dejaría que nadie me lo quitara. Yo solo sabía que mataría a Antoni Mascherano, así tenga que destripar a todos, llegaría a él y por fin, saldaríamos cuentas.