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(Editado)
El tren fue perdiendo marcha y Andy, al igual que Harry y Ron, estaba tan nerviosa que no podía dejar de comerse las uñas. El vagón se detuvo con un suave chirrido y el bullicio de los demás estudiantes de primer año comenzó a mezclarse con el sonido del tren al detenerse completamente. Andy dio un respingo, como si estuviera a punto de caer en algún abismo invisible, mientras observaba a su alrededor, completamente abrumada por la situación.
Bajaron al andén, que estaba sumido en una oscuridad impenetrable, solo iluminado por una lámpara titilante que colgaba de un poste cerca de la puerta. De repente, una figura enorme se alzó ante ellos, casi bloqueando la luz.
—¡Primer año! ¡Los de primer año, por aquí! —gritó una voz profunda y resonante que parecía provenir de lo más bajo de la tierra. La sombra de la figura comenzó a moverse, y, a medida que se acercaba, los tres amigos pudieron distinguir una gran figura humana, un hombre de tamaño descomunal con una barba tupida y una capa que lo hacía parecer aún más imponente
- ¿Todo bien, Harry?-. Harry, aunque acostumbrado a estos encuentros extraños, no pudo evitar sentirse un poco intimidado. Ron, por su parte, miraba al gigante con los ojos como platos, completamente asombrado, mientras que Andy, aún procesando todo lo que había ocurrido hasta ahora, solo podía parpadear con incredulidad. Ninguno de los tres podía creer lo que veían.
-No te preocupes, chicos -les dijo el hombre, sonriendo ampliamente
-Soy Hagrid, guardabosques de Hogwarts. Vamos, que os espero.-Los estudiantes de primer año comenzaron a agruparse y, en una especie de desfile nervioso, siguieron a Hagrid por un sendero estrecho y resbaladizo, que se adentraba en el bosque. La tierra mojada bajo sus pies hacía que los jóvenes casi tropezaran, pero gracias a Harry, que les ofreció su brazo a Andy y Ron para mantener el equilibrio, ninguno de los tres se cayó. Hagrid avanzaba por delante sin parecer inmutarse, y su risa profunda resonaba a través de la oscuridad, como un faro de calma en medio de la confusión.
Finalmente, llegaron al borde de un pequeño lago. Un grupo de botes, todos alineados, esperaba ser utilizado. Hagrid los guió hacia un bote en particular, y Dean Thomas, otro niño de primer año con la mirada llena de emoción, se unió a ellos. El chico, que no había hablado mucho hasta ese momento, miraba todo con una mezcla de asombro y curiosidad, y su entusiasmo se sentía contagioso.
-Vamos, subid todos -dijo Hagrid, dándoles una mano gigante a cada uno para ayudarles a embarcarse
- En cuanto estemos todos listos, veréis lo que es Hogwarts.-El agua del lago reflejaba la luz de las lámparas que colgaban de los botes, y el silencio envolvía el lugar como una manta. El aire estaba fresco y llevaba consigo el olor de la tierra húmeda y el misterio de lo desconocido. El gigante se acomodó en su bote, y con un fuerte impulso de su remo, comenzaron a deslizarse lentamente por el agua oscura.
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𝖀𝖓𝖆 𝖘𝖔𝖑𝖆 𝖒𝖎𝖗𝖆𝖉𝖆 /𝐡𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐩𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫/ La Piedra Filosofal
Fantasia𝐀𝐧𝐝𝐫𝐞𝐚 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲, 𝐞𝐦𝐩𝐢𝐞𝐳𝐚 𝐮𝐧𝐚 𝐚𝐯𝐞𝐧𝐭𝐮𝐫𝐚 𝐣𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐬𝐮 𝐦𝐞𝐥𝐥𝐢𝐳𝐨 𝐑𝐨𝐧 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐮𝐛𝐫𝐢𝐫á 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐢 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬 𝐦𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐝𝐞𝐫𝐨𝐬𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐫�...