Capítulo 21: Te Sigo Amando

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DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar. Sólo publico en Fanfiction y Wattpad, si encuentran mis historias en otros lugares y con otros personajes que no sean de Inuyasha entonces es PLAGIO.

Capítulo 21: "Te sigo amando"

La miró unos segundos algo embobado y entonces la muchacha volteó caminando con gracia hacia la casona. Inuyasha imaginó que tal vez se despediría de algunos invitados y entonces... ¿Qué haría él? Se suponía que la fiesta era en su honor... ahhh, qué mas daba ahora, siempre estuvo preocupado de las reglas y el protocolo y de su postura frente a la sociedad, qué mas daba ahora, no importaba que de invitados estuvieran los mismos Emperadores. Caminó a paso presuroso cruzándose con Kagome que en ese instante ya salía, ataviada en un abrigo oscuro y que no lo miró. Sintió un nudo en la garganta... esto parecía... un juego...

- Me voy Señor Ministro... tengo un asunto... demasiado importante que atender.- Dijo ansioso, inclinándose hasta el hombre que se encontraba conversando con otras personas. El hombre volteó a mirarlo con el ceño fruncido.

- Pero no se puede ir ¡esta fiesta es en su honor!!

- Lo lamento- Respondió Inuyasha, ya hablando con su tono normal de voz lo que hizo que los demás hombres lo miraran poniendo atención a sus palabras. – Debo dejar la fiesta.- Dijo mirándolos con seriedad. Los demás carraspearon nerviosamente sin decir una palabra, seguramente esperando lo que el ministro iba a decirle.

- Esta bien... retírese usted... si es importante...

Inuyasha sonrió levemente haciendo una pequeña inclinación con la cabeza, a manera de despedida al grupo. Volteó y caminó rápidamente hasta los vestidores en donde entregó su ticket y el muchacho al instante le entregó su abrigo que no vistió, sino que cargó en su regazo. Sin llamar demasiado la atención salió al fin del lugar, buscando con sus ojos la silueta femenina, que se encontraba afirmada en uno de los automóviles, sin mirarlo. Él caminó con paso acelerado hasta su limosina, inclinándose hacia el chofer y hablando con él. El hombre asintió calladamente saliendo del automóvil e Inuyasha le entregó algo en sus manos. Kagome lo miró apenas, viendo que lo que el hombre recibía era... ¿dinero?. Subió Inuyasha frente al volante y condujo luego hasta donde estaba ella.

- Esta vez seré yo tu chofer- Dijo con voz seria al bajar la ventanilla. Kagome lo miró confundida.

- ¿Qué pasó con el tuyo?

- Le daré la noche libre.- Respondió sin más, y con una leve sonrisa demasiado sensual. Kagome dejó de respirar... pero... ¿Qué planeaba Inuyasha?. Se pasó la mano nerviosa por el cabello apartando un mechón de su cara y luego, apretando los labios, porque no quería demostrar que su actitud la intimidaba un poco, abrió la puerta trasera del automóvil y subió sin más, dejando a Inuyasha completamente desilusionado. Él creyó que ella se sentaría junto a él, en el asiento del copiloto.

- Esta bien... - Murmuró el abogado con una pequeña sonrisa, mirándola por el espejo retrovisor. Kagome miró hacia fuera, evitando aquel dorado mirar que de pronto le hizo demasiado... escalofriante... intentó mantener la compostura y no dejar que sus miedos e inseguridades fueran notadas por el abogado... debía mantenerse indiferente ¿Qué creía? ¿Qué las cosas serían tan fáciles para él?. Cruzó las piernas nerviosamente momento que Inuyasha la miró a través del espejo retrovisor, sintiendo que la sangre comenzaba a hervir en sus venas... qué demonios!. Sintió la erección en su pantalón otra vez y justo en ese instante ella le dio otra mirada, demasiado seria para su gusto pero... Aceleró Inuyasha bajando la colina en aquel camino oscuro y solitario, ya era casi de madrugada, ni un solo automóvil se les cruzó en el trayecto. Media hora... media hora para llegar a la mansión de Kagome... ¿pero debía esperar tanto? Volvió a mirarla a través del espejo, ella de inmediato lo miró, con seriedad, acomodándose en el asiento sin decir una sola palabra, luego volvió a voltear hacia la ventana, mirando un paisaje que no le llamaba en nada la atención, sólo bosque y la carretera, mordiéndose el labio y preguntándose qué haría ahora... y si lo que estaban pensando era... conveniente ahora. Volvió a acomodarse en el asiento sintiendo un extraño ardor en el estómago ¿qué le estaba pasando?, ¿acaso también lo deseaba?. Un suspiro algo fuera de control se escapó de sus labios momento para el cual vio a Inuyasha que le dio otra mirada a través del espejo retrovisor, esta vez sonriendo seductoramente e inesperadamente bajó la velocidad, apartándose del camino y tomando justo uno de tierra a un costado. Kagome lo miró sorprendida mientras él se adentraba más y más en aquel lugar.

Miedo a PerderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora