DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar. Sólo publico en Fanfiction y Wattpad, si encuentran mis historias en otros lugares y con otros personajes que no sean de Inuyasha entonces es PLAGIO.
Capítulo 11: Una Horrible Traición
El otoño dio sus primeros atisbos cuando las hojas de los árboles, ya secas y marchitas, caían lentamente al suelo dejando las calles y los parques completamente atiborrados de ellas, donde los pequeños jugueteaban riendo felices e inocentes, sin darse cuenta en el mundo a veces cruel y despiadado en que vivían. Kagome estaba sentada en una banca en el parque no lejos de ellos. Había visto los reportes en las noticias y también la policía había ido hasta su mansión, en donde se había ocultado como un conejo asustadizo, con el objetivo de conocer más de la asesinada. Consternada había caído nuevamente enferma y la sirvienta ya nerviosa hasta la médula, se preguntaba una y otra vez cómo era que una mujer joven enfermara tanto en el último tiempo. El dolor de perder a una persona cercana, su propia asistente en un "confuso accidente, probablemente en un asalto", la tenía en la línea de la depresión. Inuyasha, lo sabía, había vuelto pero ella, cobarde como hacía tiempo no lo era, no se atrevió a buscarlo.
- ¿Qué haces aquí?
Una voz femenina conocida la sacó de sus pensamientos, levantando el rostro y mirando a la joven de cabellos castaños que la observaba impresionada.
- Sango.
Lado a lado sentadas en la banca del parque, Kagome miraba aún a los pequeños que jugaban sin cansarse aunque el viento ya comenzaba a soplar con bastante fuerza.
- ¿Dónde estabas, Kagome? – Preguntó al fin la secretaria. Kagome respiró profundamente.
- En mi casa.- Respondió. Sango se volteó mirándola exasperada.
- ¿Has estado en tu casa todo este tiempo? ¿Sabías que Inuyasha ya regresó? Hace días que esta en Tokio y tu...
- Basta Sango. No quiero discutir más.
La secretaria se levantó enojada y la miró con el ceño fruncido.
- No sé que te sucede Kagome, no sé que les pasa a ustedes dos. De verdad no los entiendo.
Kagome se levantó al fin y la miró enojada.
- No fui yo quien se fue al extranjero abandonándolo todo. No fui yo quien desconfió hasta el punto de cuestionarme... - Su voz se quebró y ella hizo una pausa tragando saliva dolorosamente-... él ya no creía en mi... me dejó sola...
- Pero... Kagome...
- ¿Acaso me extraña?- Preguntó la muchacha sabiendo que la respuesta de la secretaria era lo que ya sospechaba.
Sango la miró sin decir nada.
- ¿No, verdad?
- Lo vi sufrir por ti...
- Y ahora ya no... lo sé... lo siento...
Sango la miró con dolor y volvió a sentarse. Ella lo sabía, las cosas habían cambiado tanto ahora.
- Deberías comprobarlo por ti misma, Kagome.- Fue todo lo que pudo decir. La chica la miró sin decir nada. El corazón latía con tanta prisa de solo pensar en verse enfrentada de nuevo a aquellos ojos dorados que extraña en demasía. Se sentó a su lado más calmada sintiendo la brisa cada vez más helada sobre su cara y bajó la vista, derrotada.
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Miedo a Perderte
Hayran KurguQué vale más... ¿el amor o la vida? (Continuación del fic "Juego de Dos") (AU) (InuxKag)