DEVIE día 5

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DOUG POV: 

Desperté al día siguiente y lo primero que vi fue a Evie, quien seguía dormida mientras tenía su cabeza en mi pecho.

Coloque mi mano en su frente para ver si la fiebre había bajado durante la noche. Al sentir su frente con una temperatura normal, sonreí y le di un beso en la frente para después subir la manta hasta sus hombros y abrazarla más a mi pecho.

Estuve un rato jugando con su suave cabello mientras esperaba a que despertara. Después de un rato, pude sentir como se movía lentamente haciéndome saber que estaba despertando. Unos segundos después, Evie levanto su rostro y me miró con una sonrisa, haciendo que yo también sonriera.

DOUG: buenos días princesa... (dije para después darle un beso en la frente)
EVIE: buenos días papi... (me abrazo mientras volvía a colocar su pequeña cabeza sobre mi pecho)
DOUG: ¿te sientes mejor que ayer? ¿Te duele algo? (dije acariciando su mejilla)
EVIE: Si... (dijo casi en un susurro)
DOUG: me alegro... (solté una pequeña sonrisa)
EVIE: ¿papi...? 
DOUG: ¿qué pasa cariño? 
EVIE: ¿podemos ir al parque? (me miró con ojos de cachorro)
DOUG: claro que sí. Pero me tienes que prometer que si te sientes mal me vas a avisar. ¿De acuerdo? 
EVIE: está bien. Lo prometo... (me dio una tierna sonrisa)
DOUG: pues no se diga más!! Vamos a arreglarnos. 

Me levanté de la cama con Evie en mis brazos y me dirigí al baño. Empecé a llenar la bañera mientras ayudaba a Evie a desvestirse. Una vez que el agua estuvo lista, la cargué y la metí en la bañera. 

Evie estuvo jugando un rato con la espuma mientras yo la miraba con una sonrisa, después de unos minutos, el agua se empezó a poner fría así que saqué a Evie y la envolví con una toalla para después cargarla hasta la cama en donde había dejado su ropa anteriormente.

Una vez que Evie estaba completamente arreglada, le puse una película en la televisión para que no se aburriera mientras era mi turno de arreglarme. Me vestí lo más rápido que pude y una vez que estuve listo, fui hacia donde se encontraba Evie para poder irnos al parque.

La tomé en mis brazos y salí del castillo para después colocarla en la parte trasera del coche con el cinturón abrochado. Tardamos alrededor de 5 minutos para llegar al parque. Bajé del coche y le di la vuelta para abrir la puerta y ayudar a Evie a bajar. Comenzamos a caminar hacia la parte más tranquila del parque, en donde un pequeño niño de cabellos blancos se acercó corriendo hacia nosotros con una sonrisa mientras Jane corría detrás de él.

Evie al ver que se dirigía a nosotros, se escondió atrás de mi asustada mientras se abrazaba a una de mis piernas con la cabeza escondida en esta. El saque con cuidado de atrás mío y me agache a su altura para que pudiera verme al rostro mejor.

DOUG: tranquila cariño... no te va a hacer daño... (acaricie su mejilla con cuidado)
EVIE: lo prometes... (me miró todavía asustada)
DOUG: lo prometo... (le di un beso en la frente para después levantarme)
CARLOS: ¡¡¡HOLA EVIE!!! (dijo llegando a nuestro lado)
JANE: hola... lo lamento... comió demasiado chocolate y ahora no puede estar quieto... (dijo intentando recuperar la respiración después de haber corrido)
DOUG: no pasa nada... creo que les haría bien jugar juntos después de todo... (dije dándole una sonrisa)
CARLOS: ¿¿QUIERES JUGAR CONMIGO?? (pregunto con emoción a Evie quien estaba a mi lado todavía un poco asustada)
EVIE: em... (dijo mientras me miraba pidiendo mi aprobación)
DOUG: corre a divertirte... aquí te espero hasta que acabes... (le di una sonrisa para hacerle entender que estaba bien que fuera)
EVIE: está bien... (le dijo tímidamente a Carlos)

Carlos la tomó de la mano y salió corriendo junto a ella mientras ambos empezaban a reír, haciendo que Jane y yo sonriéramos al verlos felices y divirtiéndose. 

Jane y yo nos quedamos mirando con una sonrisa como comenzaron a perseguirse el uno al otro para después caer ambos al suelo mientras volvían a reír a carcajadas, lo que más ternura nos dio a ambos fue el ver como se abrazaban aun acostados en el suelo. 

Pasaron unas cuantas horas en las que solo se escuchaban carcajadas de Evie y Carlos, cuando el sol empezó a esconderse decidí que era hora de regresar a casa. Nos despedimos de Jane y Carlos y nos fuimos.

Una vez que estacione el coche en la entrada del castillo, me di la vuelta para ver que Evie se había quedado dormida haciendo que sonriera por milésima vez en el día. Salí del coche y abrí la puerta de Evie para tomarla en mis brazos.

Una vez que llegue a nuestra habitación, le coloque su pijama y la arrope en la cama para que no tuviera frío durante la noche. Bajé a la cocina a por agua y cuando volví al cuarto vi que Evie estaba despierta mientras buscaba algo con su mirada. 

Una vez que me vio, extendió sus brazos dándome a entender que yo era lo que buscaba. Me acosté junto a ella, a lo que Evie volvió a acostarse, pero esta vez con su cabeza en mi pecho volviendo a quedarse dormida instantáneamente.

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