🍄Día 30🍄

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La curiosidad es algo innato de la humanidad, las personas siempre desean saber la razón de variadas cuestiones, el sentido de la vida, la existencia de Dios, la vida y la muerte, el amor y diversión.

Todo derivado de la propia curiosidad, así se forman lazos y se conoce a otros, se forman gustos y pasiones.

Así se conocen las parejas, pero cuando un matrimonio existe, es normal que alcanzado el objetivo esa curiosidad deje de existir con tanta intensidad, las personas creen que con un lazo establecido es innecesario seguir buscando más información, después de todo, se supone que ya conocen a su pareja, y es así, pero eso no significa que sea bueno.

Las personas crecen sin medida, cambian y evolucionan, sus creencias y opiniones siempre están en constante cambio, sus gustos incrementan y llegar un punto donde todo lo que conocías del otros se convierte sólo en la mitad es preocupante.

Siempre es aceptable aprender sin medida de la persona amada, ya sea de forma silenciosa o con una curiosidad abierta.

—¡Juguemos a las veinte preguntas, Takemicchi!

La voz animada de Manjiro hace saltar a Takemichi que intentaba seguir una receta de brownies concentradísimo.

Takemichi deja la mezcla a un lado, satisfecho y feliz de su nueva azaña y voltea para encontrar a Mikey con una alegre sonrisa pintada en sus labios, sus mejillas rojas por haber salido recientemente de la ducha y sus cabellos aún húmedos le dan un aspecto tierno.

Un hombre de veintisiete años que sigue viéndose como ese chico juguetón de quince, es realmente lindo, aunque nunca va a decirlo abiertamente.

—¿Qué quieres preguntar, Mikey-kun?

Mikey avanza desde su lugar y mira emocionado la mezcla, sus ojos brillan asombrados e intenta robar una probada de la mezcla dulce.

Takemichi le da un golpe sobre el dorso para que levante esa mano escurridiza.

Mikey hace un ruido disconforme y sostiene con fuerza las caderas de su esposo con uno de sus brazos, aprieta un poco su agarre, sabiendo que Takemichi se deshace como gelatina con ese tipo de toque.

Se ríe y lo suelta, esa es su venganza Spanki.

—Eso es por no darme, en cualquier sentido que estés pensando, no voy a tocarte, vive con dolor, Takemicchi—. Amenaza como si fuera el peor castigo, más complicado que alguna de las doce tareas de Hércules.

Takemichi se aguanta con una cara indignada, aún así lo deja ser.

—¿Y por qué el señor vengativo quería jugar a las veinte preguntas?.

Mikey que para ese momento sacaba un pequeño recipiente donde vertía cierta cantidad de harina deja su tarea y señala a Takemichi cómo si fuera algún telepata.

—Comienza tú— Inicia sin explicar nada sonriendo mirando directamente al pelinegro.

—Eh, supongo que ¿Cúal es tu color favorito?

La pregunta de Takemichi es infantil, e incluso estúpida, por favor, su color favorito sería siempre el gris impulsos oscuros.

—TRIANGULO, SIGO YO, ¿TE GUSTO MÁS CON PELO LARGO O CORTO?

Takemichi le hace digno honor a ese meme de la Roca levantando una ceja.

¿Es broma?

Obviamente lo prefiere con con pelo largo, el deleite visiual cuando se recoge el pelo es casi hipnótico, y se lo ha dicho, borracho pero se lo ha dicho.

—Supongo que el pelo largo, no sé, como te sientas cómodo.

Mikey entrecierra los ojos, su pelo ha estado creciendo y la decisión le carcome el cerebro.

Cosas de casados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora