—Mikey kun sigue siendo un niño.
—No es cierto. Soy una adulto independientes con gustos bien dementes.
—¿Y por que compras tantos juguetes?
—Por que nuestro hijo o hija querrá jugar.
Vaya manera de decirlo.
¿Cuantas idiomas existen y porque Mikey habla con la verdad?
Takemichi suspira, han hablado de esto más de una vez, aún así nunca han dejado nada claro, tal vez...
Tal vez Mikey mantiene esa ilusión inocente de querer descendencia, una que nunca podrá darle, desea a un pequeño ser con su genio y figura corriendo por la casa, verlo con sus cabellos rubios y un encantamiento similar por los dulces, Mikey imagina un futuro largo, donde su pequeño hijo o hija daría desde berrinches hasta sonrisas, imagina a un pequeño ser humano creciendo con el caracter de ambos, imagina y sólo eso puede hacer.
El ojiazul siente un ligero nudo en la garganta, lo sabía, sabía que no podrían tener ni una relación abierta ni una familia que no fuera juzgada, al menos en su querida Tokyo, nunca podría darle a Mikey un hijo propio, creyó que podría vivir con ello y es fácil cuando se toma en cuenta el hecho de que no es realmente necesario tener hijos para ser plenos, ellos se tenían entre sí, tenían a sus amigos, aún así, aun así no podía luchar con ese deseo inocente y puramente humano de tener descendencia, no es algo malo, todos tienen su percepción de felicidad incluyendo o no a los hijos.
Aun así, todavía así le duele un poco.
Si Mikey se hubiera casado con una bonita dama, tan fuerte y resistente como el propio Mikey, tal vez él sería más feliz.
—Yah~ Takemicchi ven rápido que me hace frío y tus manos son lo mejor para calentar mis dedos.
—Ah, sí.
Dicho eso pierde su abstracción, encamina sus pies de nuevo sobre el asfalto en la calle que mantiene un vista grisasea, casi triste incluso, las marcas de lo que fue una lluvia torrencial aún brillan tal como los charcos que adornan sus costados.
Sus pensamientos siguen en marcha mientras intenta alcanzar a Manjiro que muy concentrado mira la vitrina de una tienda, supone que es una pastelería así que no se apura tanto.
Sin darse cuenta se quita los guantes, listo para ponérselos a su esposo, tal vez ambos son un poco estúpidos pero siempre estarán para protegerse entre sí.
Tus manos son muy cálidas.
Se detiene cuando a su mente llega como un golpe directo la oración.
Esa simple oración fue el inicio de una catarsis.
Esa simple oración es la prueba fehaciente de que nunca podrá dejar a Mikey. No importa quién se lo diga, no importa donde o cómo estén, nunca podrá abandonar a su esposo y es tan egoísta que la molestia de hace unos momentos se moldea para convertirse en determinación, no va a soltar a Mikey, nunca, porque han crecido juntos, han evolucionado, han hecho todo lo posible para ser dignos el uno del otro.
¿Cómo podría?
Si ha roto las barreras del tiempo para poder quedarse con su sonrisa, no lo va a detener algo como esto.
Siempre, en cada momento habrán esperanzas, siempre habrán caminos, y si de él dependía darle una familia a Mikey, entonces lo haría.
—Oi ¡Oi! Takemicchi.
Cuando levanta la vista tiene a su esposo mirándolo con el ceño fruncido, frente a sus ojos, denotando preocupación sincera y suave.
—¿Ah? Oh, perdón, estaba pensando.
—¿En otros hombres?
Se ríe aunque Mikey lo mira feo, su estrés se baja en segundos, como si todos sus miedos fueran nada, transmitiendo esa seguridad que sólo Mikey le da.
Niega rápidamente y se sigue riendo cuando disimuladamente la mano fría de Manjiro acoge la suya y la oculta en su abrigo pues se han enredado en un apretón suave.
—Estaba pensando en que deberíamos pensar más en lo de tener hijos.
En avance de sus pasos se frena cuando Mikey le aprieta la mano.
—Adoptar, un vientre de alquiler, existen muchas maneras, Takemicchi. A mí no me preocupa, realmente sólo quiero a uno que se parezca a ti, el infinito más uno sigue siendo infinito, seré feliz e todas formas.— Declara Manjiro tremendamente tranquilo.
—¿Crees que seamos felices?
—Lo seremos, mataré a quién intente lastimarte a ti y a nuestro hipotético hijo.
Omitamos el hecho de "broma" porque es broma pero si quieren no es broma.
—Tal vez debamos tener un perrito primero.— Sugiere el pelinegro.
—¡Y se llamará Azmodeus!
—Ya dije que no, Mikey kun.
Mikey lo mira con esos ojos grandes suyos de gato con botas, él ha pulido su ataque para convencer a Takemichi.
Y sí funciona, tal vez llamen a su futuro cachorro, Kerberos.
Buenas, banda.
No me convence este día así que tal vez lo sustituya luego. Aún así me gusta subir regularmente jsjsjs.
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Cosas de casados.
FanficLa vida de casados es divertida, a veces también es triste y muchas veces la vida feliz de un Takemichi es mas extraña cuando recuerda que su esposo es un Manjiro Sano. En fin, la vida de casados es mejor cuando su esposo está a su lado. 🌸AU con co...